Hoy, a ti y a mí un 👩🏽⚕️ nos ha dicho que tenemos Alzheimer. A partir de este momento y dependiendo de cada quién, nos quedan aprox. 10 años de vida.
Ahora, empezará un seguimiento en consulta dónde a través de la GDS, evaluarán el deterioro cognitivo
que tenemos y que iremos experimentando en los próximos años.
Hay 7 etapas, la última la peor de todas.
Ya diagnosticados con Alzheimer, en la etapa 1 no hay síntomas.
En la 2, la familia nota que empezamos a olvidar el nombre de algunas cosas y en casa, acomodamos mal otras.
Aquí, nuestra alteración cognitiva es muy leve.
Pero el tiempo pasa y ahora estamos en etapa 3. Nos es difícil aprender cosas nuevas en el trabajo. Encontrar palabras para comunicarnos es difícil a veces. Empieza el olvido para familiares lejanos.
La familia ya lo nota: algo no anda bien. Los errores cometidos en etapas previas, ya no son solamente coincidencia.
El deterioro sigue. Ahora no somos capaces de recordar una etapa emotiva de nuestras vidas: un 🎂 o algo significativo. Estos momentos se pierden en el tiempo.
Ahora ya no recordamos noticias nuevas ni sucesos recientes, cómo el encuentro con un amigo, o algo que pasó en días previos. Ya NO somos confiables para manejar a nuevos lugares y necesitamos ayuda para administrar gastos de casa. No podemos calcular adecuadamente.
Todo esto hace que nos diagnostiquen la etapa 4. Ha iniciado la demencia por Alzheimer 😔. Las alteraciones cognitivas interfieren con nuestras actividades diarias. En esta etapa es donde más se diagnostica la enfermedad, y durará 2 años.
Al pasar esos 2 años, perderemos más 🧠. Ahora nos ayudan a bañarnos y vestirnos y, tal cual niños, la familia tendrá que estar al pendiente de nuestra seguridad física; ya no somos confiables a solas.
Recordar un # de ☎️ ya nos es muy difícil.
Los nombres de los nietos es nos empiezan a escapar, y será casi imposible que citemos la fecha del día.
Pero nuestro 🧠 le dará una esperanza a nuestra familia: aún nos verán comer por nuestra cuenta y recordar a la pareja, pero todo es una ilusión. Esta etapa 5 durará 2 años.
Inicia la etapa 6, y el colapso es inminente. La demencia es terrible, el deterioro cognitivo, severo; la enfermedad hunde nuestra existencia.
Nuestro pasado y presente y todos los momentos acumulados, se habrán ido de nuestras manos y nuestra mente.
Ya no recordamos a la familia cercana; hablar ya nos cuesta mucho, y la incontinencia fecal y urinaria habrán llegado. Somos cada vez más indefensos.
Peor aún, tendremos cambios de personalidad: delirio, alucinaciones, irritabilidad. Las noches serán cada vez más complicadas.
El insomnio hará presa de nosotros, necesitaremos tratamiento médico para intentar sortear esto, sin ello, el tiempo que queda podría ser un infierno para todos, sobre todo para la familia. Esta etapa durará 2 años y medio. Una eternidad.
Por último, y por otros 2.5 años, llegará la demencia severa y el deterioro cognitivo muy severo. A través de este tiempo, dejaremos de caminar y de hablar, y estaremos totalmente entregados a quien pueda y quiera cuidarnos.
Tal vez una neumonía podría liberarnos para siempre.
La familia nos seguirá viendo, evocando recuerdos, vivencias que generó durante décadas con nosotros pero, nosotros, tristemente ya no podremos acceder a ninguno.
"Traición de la naturaleza"
(La lucha contra el cáncer de mama).
Un día, la naturaleza llevó la lucha por la supervivencia a los senos de la mujer. Atentó contra uno de los símbolos más sagrados que posee el ser humano, y golpeó, con saña, a nuestras madres.
Sin herramientas ni fármacos, otra vez la piedra del conocimiento debió tallarse rudimentariamente por siglos, para equilibrar la balanza. Indefenso, el hombre tuvo que cortar, y echó mano de los vestigios ancestrales de lo que hoy es la cirugía. Cortó, a destajo, cuerpo y alma.
La mastectomía apareció en el siglo II, d.C. siempre seguida del fuego ardiente que cauterizaba los vasos sangrantes; obvio no sería suficiente. 1200 años después empezaron a retirar los ganglios linfáticos axilares, tras entender que tendían a infestarse por el cáncer.
El médico, en aquel campo de concentración Nazi, juntó 20 prisioneros, los dividió en 2 grupos de 10, y a uno le dio levadura y a otro vitamina C. A los 4 días, la hinchazón de tobillos que era tan prevalente, desapareció en quienes tomaban levadura.
La teoría del médico era correcta. Estaba seguro que detrás del edema, había una deficiencia de vitamina B, pero tenía que comprobarlo. Tras hacerlo, la levadura fluyó en mayor cantidad en todo el campo.
Un incansable buscador de evidencias, eso era Archibald Leman Cochrane.
Estaba harto de la impotencia sentida al querer curar la tuberculosis de algunos desgraciados, pero sin datos que respaldaran la eficacia de los supuestos tratamientos disponibles para ello. ¿Qué dar? ¿A quién? ¿Cuándo? Eraa imposible saberlo.
Unas personas odian a los médicos porque los catalogan, por experiencia propia o personal, como mercenarios a los que solo les interesa el dinero del paciente y en el momento que ya no tiene, se deshacen de él. Tienen razón, eso existe.
Los que estamos en este medio, conocemos de sobra casos en donde decimos: "HDSPM, pinche 🐀", (por el procedimiento que le hicieron al paciente y lo que le cobraron, y las condiciones en la que nos lo mandaron al 🏥). Ese médico existe, y se merece ser odiado.
Peor aún, está el que estafa o engaña, que roba al lucrar con la necesidad, saca lo que quiere, no resuelve nada y, al final, el paciente sigue igual, y acaba en dónde no quería ir al principio (Hospital).
Ejemplos típicos, los estafadores en esta pandemia.
En la cama 141 está una de esas pacientes (61 años), que lleva mes y medio en el hospital; le ha pasado de todo (empezó postquirúrgica de perforación gástrica y al no poderla extubar, la subieron a piso).
Nos ha permitido (sobre todo al par de R's)
Darnos cuenta del verdadero sentido de la especialidad de medicina interna.
Weaning, extubación, seguimiento hasta considerarla exitosa, antibióticos, nutrición parenteral, fiebre recidivante, cambio de catéter venoso central, cultivos, interpretación de resultados
Y, sobre todo, el manejo minucioso de los líquidos parenterales, el seguimiento a sus balances diarios, su diuresis; el plan dirigido a evitar la hipervolemia, sus requerimientos diarios de potasio, su monitoreo del sodio, movilización, etc.
"La lucha contra la hipertensión arterial" (El grave error de la muerte).
Un 12 de abril de 1945 murió Franklin Delano Roosevelt, a los 63 años de edad, víctima de una hemorragia cerebral (occipital) por hipertensión arterial sistémica con aterradoras cifras (300/190).
El entonces presidente de los 🇺🇲 cae a manos de una enfermedad que no tenía tratamiento, y que lo consumió durante 10 años.
Esta muerte aceleró muchas cosas, es un punto de inflexión en la historia de la medicina. La muerte de Roosevelt volcó la atención estadounidense...
Sobre la enfermedad en cuestión.
3 años después, en 1948, Truman firma el Acta Nacional del Corazón, la cuál otorga un financiamiento de 500,000 dólares para llevar a cabo un estudio único, ambicioso, pero sobre todo, necesario: