La Casa de las Sirenas es un palacete situado en la Alameda de Hércules que guarda una curiosa historia.
Pero ¿sabes por qué se llama así? ¿Es cierto que está encantada? Te lo cuento en este hilo: 🧵
De estilo francés, fue terminada de construir en 1864 por orden del marqués de Esquivel.
La Casa de las Sirenas se hizo con el objetivo de rehabilitar la Alameda y otorgarle la grandeza que tuvo cuando fue levantada por el conde de Barajas en el siglo XVI.
El edificio, de planta cuadrangular, se alza sobre el jardín que la rodea, y está flanqueado por cuatro muros. Cuenta con dos plantas, tejado de pizarra y mansardas.
Una vez terminada por el arquitecto Joaquín Rodríguez Ayarragaray, recibió el nombre de Recreo de la Alameda.
Además, este palacete dispone de dos pequeños edificios anejos que servían de cobertizo y caballerizas.
Pero el marqués de Esquivel vendió la Casa de las Sirenas en 1870, seis años después de su construcción. El complejo pasó por varias manos e incluso albergó una casa de citas.
Con 1800 metros cuadrados, 1200 están ocupados por el edificio principal.
Así son los jardines con naranjos que rodean la casa en el patio central:
¿Y por qué se llama Casa de las Sirenas?
El nombre se debe a las dos estatuas de bronce con forma de sirena mitológica sobre pedestales que escoltaban la entrada del edificio, junto a otras más pequeñas colocadas en las jambas del portalón.
En los ochenta, la droga se cebó con la Alameda, deteriorándose hasta ser una de las zonas más decadentes de Sevilla.
La casa quedó abandonada y semiderruida, llena de escombros y suciedad sobre lo que un día fueron jardines afrancesados y muros con motivos románticos.
De hecho, se sustrajeron las rejas de la fachada principal, el edificio fue expoliado y alguien robó las dos sirenas que decoraban la entrada.
Estas serían localizadas más tarde en un chalet de Castilleja de la Cuesta propiedad de un marchante de arte.
¿Pero está habitada por fantasmas?
El misterio siempre ha envuelto la Casa de las Sirenas. Según una leyenda urbana, cuando se paseaba por la Alameda en los ochenta se oían golpes y llantos de niños procedentes del interior, así como sombras etéreas que atravesaban las ventanas.
Al parecer, podría ser el hijo de la acomodada familia Portilla, que fue confinado en el ático por su condición de homosexual.
Nunca se supo si la muerte del chico fue intencionada o un suicidio, pero se dice que su espíritu aún vaga, cada noche, por la Casa de las Sirenas.
Tras años de abandono, el Ayuntamiento compró el edificio en 1989 con vistas a la Expo '92.
Las labores de reconstrucción y reforma duraron ocho años, hasta que reabrió en 1998 como centro cívico.
Sin duda, la Casa de las Sirenas es uno de los principales atractivos de la Alameda de Hércules, el enclave más concurrido y alegre de Sevilla.
Los eventos culturales que en ella tienen lugar y los bares cercanos la sitúan como un punto de quedada típico del bulevar sevillano.
Y hasta aquí el recorrido por esta mansión encantada. ¿Os atrevéis a entrar en ella? Espero que os haya gustado el hilo, y muchas gracias como siempre. ¿Un retuit/repost? 😊
Fuente: Sevilla Secreta | Leyendas de Sevilla.
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¿Alguna vez te has preguntando qué significan estas inscripciones rojizas en la Catedral de Sevilla?
Te lo cuento en este hilo: 🧵
Estos grafitis o jeroglíficos remotos reciben el nombre de vítores.
Salieron a la luz al iniciarse el proceso de limpieza de la fachada de la Catedral, gracias al Departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla. Su historia es de lo más curiosa.
Los vítores proceden de un símbolo romano, que se usó después para plasmar en una pared los logros académicos y otras proezas individuales de una persona.
En la fachada de la Catedral se aprecian varios caracteres que se repiten: «V», «c» «t», «o» y «r». O sea, vítor.
¿Sabías que en Triana hubo una fábrica de aviones de combate?
Se llamaba Hispano Aviación. Te cuento su historia en el siguiente hilo: 🧵
Este complejo industrial se encontraba en la calle San Jacinto. Fue levantado a principios del siglo XX, pero su uso estaba destinado a otros servicios.
Uno de ellos fue la fábrica de maderas de Miguel Palacios, que estuvo operativa hasta el estallido de la Guerra Civil.
El nombre provenía de la mítica marca de coches Hispano-Suiza, heredera de los talleres de la empresa automovilística 'La Cuadra', que había quebrado en 1902.
Con Damià Mateu a la cabeza, la nueva Hispano-Suiza se diversificó años después en la fabricación de aviones de guerra.
Sevilla tuvo trece puertas y cinco postigos para acceder al recinto amurallado. Fueron derribadas a partir de 1850 como consecuencia de la expansión de la ciudad.
Sólo dos puertas y un postigo han llegado a nuestros días. Te lo cuento en este hilo: 🧵
Puerta de la Macarena:
Conocida como el Arco, se encuentra junto a la basílica de la Macarena. Las obras de rehabilitación de 2022 revelaron la garita del guardia que estaba oculta, y recuperó los colores originales. Su paso está restringido sólo al uso peatonal.
Puerta de Córdoba:
Es una puerta de recodo y la otra que todavía existe. Como las mayoría de ellas, es de origen almohade. En 1569 se construyó una capilla en ella y en 1600 se integró en la fachada de la iglesia de San Hermenegildo.
¿Sabías que Sevilla tuvo dos arroyos que desembocaban en el Guadalquivir y que provocaban grandes inundaciones?
Eran el Tamarguillo y el Tagarete. Os cuento su historia en este hilo: 🧵
En 1865, se empezaron a derribar las murallas que rodeaban Sevilla. La ciudad se expandió, incluyendo dentro a los arrabales que, hasta ese momento, estaban fuera de ella.
Los más conocidos eran el de Triana, la Macarena y San Bernardo.
El Tamarguillo era el nombre que recibía el arroyo intermitente Ranillas cuando se acercaba a su desembocadura en el Guadalquivir.
Y el Tagarete, nombre del Miraflores a su paso por la ciudad, nacía en la comarca de Los Alcores y también vertía sus aguas en nuestro río.
Se llamaba María Trifulca y alcanzó gran popularidad desde los años veinte hasta mediados de siglo. Dentro mini-hilo: 🧵
María Trifulca era una playa fluvial que estaba en el Guadalquivir, cerca de donde hoy se alza el puente del Centenario. Era ideal para que los sevillanos se dieran un chapuzón y combatieran las altas temperaturas estivales.
La playa se extendía a ambas orillas: la izquierda, cercana a Heliópolis, era frecuentada por familias y grupos de amigos. En ella se disponían puestos de sardinas y helados. Y en la derecha se daban cita prostitutas que alternaban con los marineros del muelle de Tablada.