Llevo días callado. Muy a propósito. Porque, tú bien lo sabes, a veces no vale de nada decir mucho. Pero me gustaría añadir algunos pensamientos a los tuyos.
Hay parte de verdad en lo que describes. Ocurre mucho en algunos casos. Una falta de autoestima que se enmascara con lo que dices
Al final, simplificando mucho, creo que los dos principios que nos guían y nos definen como humanos son la autoestima y el ego.
La 1a entendida como el amor y valoración a uno mismo y el 2o como la necesidad de que los demás te acepten y te valoren.
Yo no creo que me faltara autoestima mientras hacía @el_cosmonauta. En parte gracias a eso pudimos contarlo así y fue lo que fue.
También gracias a eso sobreviví (literalmente) a miles de amenazas de muerte tras lo del email.
También por tener una autoestima bastante sólida tampoco he tenido nunca la necesidad de ver mi nombre impreso en una marquesina.
Pero aquí entran otros factores, derivados del ego, si quieres: la autocrítica. La valoración que haces tú de ti.
Y la empatía también (o mejor, la compasión).
Sobre algo de lo que aprendí sobre empatía intenté poner algunos pensamientos juntos en este TEDx,
nervioso como un flan. ENFRENTARSE A TU MAYOR MIEDO.
Cuando empecé @el_cosmonauta, terminar esa película era todo. Se convirtió en LO ÚNICO.
Sentía, de forma casi física que, o la hacía, o dejaría de existir.
Era yo, juzgándome a mi mismo y el resto de mi vida, basado en el éxito o el fracaso de poner esas imágenes sobre una pantalla.
Era todo o nada.
Y cuanto más grande mejor: venga, que sea transmedia, que hacer sólo un largometraje no es suficiente.
Venga, en 3 países. Venga, de época. Venga, gratis en internet. Crowdfunding. Creative Commons. Dale, que podemos.
Y sí, mucha mitología. Mucho La conquista de lo inútil. Mucho making of de Apocalipsis Now. Mucho Lost in La Mancha.
Mucho Melville diciendo “tu primera película debe estar hecha con tu propia sangre”.
Si a eso le sumas una falta importante de empatía, la receta para el desastre está servida.
Recuerdo un momento muy preciso, un mes antes del estreno.
Había tenido un ataque de ansiedad y estaba hasta arriba de ansiolíticos en una cena con algunos amigos.
Se nos cayó el patrocinador del estreno. Cincuenta mil euros. A tres semanas. Otra hostia más.
Mi móvil ardía sobre la mesa. El equipo, a las tantas de la noche, estaban como jodidos héroes intentando buscar soluciones.
En mi nube de felicidad química, miraba al móvil sin entender. “Pero… ¿no entienden que estoy cenando con gente a la que quiero?”
“Como si se cae el mundo… ya lo arreglaremos mañana. Nada puede ser tan urgente como este momento”
Y ahí entendí todo por primera vez en mi vida.
Cada una de las veces que alguien no cumplió un deadline. No llegó a tiempo. No pudo con la presión.
No lo hizo “tan bien como lo habría hecho yo”.
De pronto pasaron ante mis ojos todos esos seres humanos que solamente estaban siendo eso, seres humanos, en lugar de robots.
Entendí la empatía, pero mucho mejor, entendí la compasión.
La capacidad de entender por lo q está pasando el otro y en lugar de exigir +, de presionar +, preguntar cómo puedes ayudar.
Tender una mano.
Es la hostia más grande que he tenido en mi vida. Y créeme que dolió.
Después de estrenar (o más bien de terminar) @el_cosmonauta, yo encontré mi paz. La había hecho. Había sobrevivido.
Ya estaba. “Puedo morirme tranquilo mañana”, me recuerdo diciendo.
Y créeme que no hay mejor sensación en el mundo.
Pura heroína, sentir que a partir de ese momento, la presión deja de estar. Que ya no hay juicio a ti mismo.
Pero claro, atrás quedan los cadáveres.
Toda esa gente a la que gritaste porque no entendías por qué no estaban dando lo mejor de si mismos
(lo que tú pensabas q era lo mejor de si mismos)
Toda esa gente a la que te enfrentaste porque no eran capaces de empatizar contigo.
De entender que esta película era lo más importante del mundo. Que si no la terminabais todo se acababa.
Y miras atrás y no te quedan más cojones que recoger los pedacitos y aprender. Lo que puedas.
Aprender sobre el ego, sobre la autoestima, sobre la empatía y sobre la autocrítica.
Y aprender a ser 3 veces + benevolente con los demás que contigo. Y a entender sus límites. Y entender q las personas van primero
Es jodido, no creas. No sabes cuantas veces me han dicho: “fue jodido trabajar contigo, pero es el mejor trabajo que he hecho”
Es, literalmente, 1 mierda. Lleva muchas hostias entender que: "da igual. No merece la pena. Las personas van primero.”
El Cosmonauta fue un proyecto que diseñamos para fallar. Nos pusimos todos los obstáculos posibles.
Lo hicimos todo lo megalómano que pudimos: más grande. Más grande. ¡Más!
Nos comimos todas las hostias. Nos enfrentamos a todos. “Con nosotros o contra nosotros”.
Y si hubiera fallado… igual sólo habría quedado el making of. La épica. Lo heroico. Pero resultó que la terminamos.
Y grabamos con esmero y conciencia cada paso. Vomitamos cada post contando cada traba.
Porque como alguien ha dicho por ahí, lo importante era el making of.
“Bronking of”, como se tituló el 1er making q montó @follaldre, q el equipo prohibió estrenar y q fue el germen de @HardAsIndie
La épica mal entendida.
De crecer. De entender el mundo y a las personas.
La vida en directo. El show de Truman. El show de Bruno, Carola y Nicolás.
Con todos los trapos sucios.
Con todos los trapos sucios.
Y crecimos, te lo aseguro. Hostia tras hostia, hasta el día de hoy.
Apenas me reconozco en mucho de lo que decía en aquel entonces
y al tiempo, agradezco al universo cada palabra porque me ha hecho quien soy hoy.
Y a veces lo consigues y a veces la sigues cagando como un campeón. Y te comen los monstruos.
Pero al menos eres capaz de dar dos pasos a tu izquierda y mirarte y ser capaz de tener compasión por ti también.
Honestamente, sí hay algo que me da mucha pena.
Que el resumen de @El_Cosmonauta sea este. Al margen de la peli.
Q lo q quede sean artículos amarillistas como el d @gbelinchon que no mencionan ni 1 sola d las cosas buenas q tuvo este proyecto
Las miles (MILES) de personas a las que inspiró. En todo el mundo.
Que nos escribían contándonos que estaban HACIENDO CINE porque habían visto que se podía hacer cine siendo un don nadie.
De la mucha gente a la que el proyecto le cambió la vida. O marcó muchas de las pautas de su trabajo posterior.
De las innovaciones que sonaban a chino en 2009 y según las cuales no podríamos entender 2018.
Del valor del equipazo que se rompió los cuernos para sacar
algunas de las imágenes más hermosas que se han producido en España, al margen de en qué orden estuvieran montadas.
Del valor de intentarlo. Del valor de equivocarse. Y de hacerlo todo, minuto a minuto, delante de las cámaras.
Documentando y contando y publicando para que todos aprendiéramos. Todos.
Hasta los que critican desde su cómodo sofá: “anda mira, estos niñatos, se han dado la hostia, si ya lo decía yo”
Al final, sí que nos jugamos un poco la vida.
debería estar bañada en oro y proyectos.
debería tener productores llamando a su puerta cada dos por tres. Bendito genio.
el equipo entero que invirtió todas las horas del mundo y se dejó la piel. Y ahora parecen parte de una telenovela
“los amigos que se pelearon para siempre”. Ni siquiera es verdad. Tomamos cañas cada vez que nos vemos. Hay respeto.
Me duele que el documental de El Cosmonauta sea sobre @Bruteix, @carola_rodrgz y Nicolás Alcalá
y no sobre los otros seis mil nombres que había en los títulos de crédito. Seis mil.
Pero en fin, así es la vida. A veces se gana y a veces se aprende.
Siento la chapa, amigo. Hace mucho que no hablamos. Desde poco antes del estreno, si no recuerdo mal.
Llevo días callado, pero tenía ganas de hablar contigo
Un abrazo, @vigalondo
