Tanto por el valor de sus obras, como por la soledad de la visita, es un lugar que tiene una alta capacidad de sugestión y emoción, un viaje al renacimiento toscano y napolitano.
Antes de visitarla, era consciente de que la Capilla albergaba algunas de las esculturas más espectaculares del S. XVIII. Seguro que todos las conocéis. Pero es más que eso. Mucho más. 
Y de entre todas ellas destaca la
El Altar Mayor de la Basílica de Santa María dei Frari de Venecia está presidido por la asombrosa Asunción de la Virgen de Tiziano. 
Guardi, pintor de vedute, no sólo pintó vistas de Venecia y la laguna, también supo retratar la vida veneciana en el interior de esos palacios, con vistosas escenas costumbristas cómo esta en que las monjas reciben la visita de familiares y amigos en un ambiente desenfadado. 
El Cenotafio de los santos Vicente, Sabina y Cristeta (segunda mitad del s. XII, baldaquino añadido en el s. XV), es una joya de la escultura románica tardía española, cuyo realismo, estudio del movimiento y cierta perspectiva, anuncian ya el gótico.