Hace un año viajé a Japón a cubrir #TokyoGameShow.
Hoy abrí por primera vez en meses una caja de folletos, volantes, catálogos y regalos promocionales varios. Algunos de estudios conocidos, otros más raros.
Acá va un tour por el (hasta ahora) último Tokyo Game Show presencial.
Makuhari Messe es una bestialidad. El salón principal, de 54.000 metros cuadrados, tiene ocho pabellones conectados, donde podés encontrar todos los estudios japoneses (y algunos no japoneses) que alguna vez amaste.
La guía es una SÁBANA.
Los 8 halls están divididos en tres zonas. La del medio es la más cotizada. Ahí están los estudios grandes (#Konami, #Sony, #BandaiNamco, una sección internacional, y el espacio del medio que se reparte entre empresas de telefonía celular y gaming mobile. Acá empieza el show.
Acá va una foto panorámica como para que se den idea del TAMAÑO de esa sección. Sólo esta parte de los pabellones es más grande que todo el centro de convenciones donde se organiza E3.
Los stands son gigantes también. Esto es solamente una parte de los de #Konami, #Sega / #Atlus y #DoCoMo. Los de las telefónicas son espectaculares MAL.
El de DoCoMo estaba a full con 5G, y la gran demostración de la latencia era un torneo de fighting games con todas las stars.
¡Pero acá estamos para ver folletos!
De todos estos mi favorito fue el de #SquareEnix. Un librito con muy linda calidad de impresión y todo el poder de la nostalgia.
(El stand de #SquareEnix no estaba nada mal tampoco, a pesar de los terroríficos maniquís de #MarvelsAvengers)
Los stands de las otras dos zonas son igual de espectaculares. Si no llegaste a la zona del medio, vas a buscar otras formas de llamar la atención. Ahí había estudios como #Capcom, #KoeiTecmo, #SpikeChunsoft (que dedicó TODO el espacio a #Cyberpunk2077)
A diferencia de E3, que los stands están más para probar juegos que otra cosa, los de #TGS como este de #Capcom tienen espacios para fotos, zonas temáticas para jugar y escenarios listos para streamear.
Tienen programación TODO EL DIA, los cuatro días.
Generalmente te dan un “premio” por jugar una demo. La cola para probar Project Resistance era infinita, pero puse mi mejor cara de “soy prensa internacional, tengo calor y estoy cansado” y ligué un poster precioso de un juego que nunca jugaré.
En esos pabellones hay muchos stands dedicados a un único juego. Este de #EvangelionBattlefields era un misterio, una caja negra en la que te mostraban un “making of” de 10 minutos.
Las colas eran infinitas pero esta tarjeta es hermosa. Podés usarla para cortar un bife.
Hay empresas que se encargan de llevar juegos indies yanquis a Japón, y a veces les dan un tratamiento que creo que ni los mismos devs se esperan.
Estos stickers del indie #SeaSalt, por ejemplo, son una belleza para un juego que merecía más atención. Allá lo distribuye #DMM.
Otras te regalan portadas “alternativas” de juegos de pronto lanzamiento. La idea es que en #TokyoGameShow te daban la tapa exclusiva y la cambiabas cuando te daban el juego. Buenísimo para cuando me compre Gunvolt Chronicles: Luminous Avenger iX...
… Que al menos salió en Occidente, lo que nunca pasará con Uta no Prince-sama: Repeat LOVE.
En esos stands del medio hay MUCHO fabricante de PC.
Los juegos “grandes” casi no tenían booth babes / promotoras haciendo cosplay, pero había muchísimas en los juegos de celular chinos o coreanos y en los stands de PC. Hasta en los catálogos.
Mi parte favorita de todo #TokyoGameShow fue esta sección, escondida al fondo del último pabellón.
La “Game School Area”, donde se reclutan nuevos diseñadores y los alumnos muestran sus proyectos estudiantiles. Es SUPER competitivo.
Los stands son chiquitos, y están repletos de veinteañeros japoneses que mueren por que pruebes sus juegos. Les ponen muchísimo laburo. Cada uno tiene su decoración, su pantalla de controles en inglés, algunos hasta volantes y stickers que te regalan.
Podría haberme pasado HORAS en estos stands. Si tengo la suerte de volver algún día, voy a dedicar un día entero a jugar cada una de estas demos e irritar a los alumnos y profesores con mil preguntas sobre el animé maravilloso que imagino serán sus vidas estudiantiles.
Tengo una PILA de volantes de juegos que no tengo ni idea de lo que son. Pero me sorprendió esta, a la que no le había prestado atención, del juego coreano #GenshinImpact que sale hoy y ya es un fenómeno mundial. El stand era pequeñito. Ascenso meteórico.
Aún los stands más chiquitos tenían un atractivo especial. El de #NeoGeo tenía torneos de vejetes de los fighting games, joysticks Hori para probar, y (como todos) un canal que transmitía las batallas durante horas. Otro para quedarse de largo.
También eran hermosos los catálogos. Este detalla todas, pero TODAS las remakes carísimas que lanza #Hamster.
Y que se yo, me dan ganas de comprarlas. Y eso que tengo los roms en una carpeta del desktop hace 20 años.
La otra zona grande de #TokyoGameShow está a unos 200 metros para los que hay que sortear un laberinto de túneles y escaleritas.
Es donde están los esports, los juegos indie y el merchandising.
La zona de juegos indie (presentada por Nintendo, que no tiene stand propio en el show) es una belleza.
Hay una parte exclusiva de juegos de VR/AR con stands increíblemente creativos. El de Virtual Boyfriend VR era un café (no permitían fotos adentro) ¡los helechos!
Lo único que se repartía oficial de Nintendo era este catálogo de #NintendoSwitch, dedicado obviamente a la Lite, que salió una semana después de TGS.
En la parte de merchandising no reparten muchos catálogos - excepto #FanGamer. Es una empresa norteamericana, pero parece que en Japón vende muy bien. El catálogo es precioso y hay algo especial en ver #HollowKnight y #Undertale en japonés.
Lo que todavía me duele es esta hojita miserable. Vi #DeathStranding el primer día y siempre que pasaba por el stand de merchandising quería llevar algo. Cuando por fin me decidí, y llené la lista de los cuatro ítems que quería… todos estaban agotados.
Yo se que es carísimo, yo se que no sirve para nada, yo se que con lo que vale vivo dos meses. Pero no hay día que no piense en este bello collar de USBs de Sam Porter Bridges.
Es una caja llena de estas porquerías fantásticas. Flyers de una energy drink gamer llamada “E3”, stickers de juegos ignotos, y hasta un catálogo de “AirSoft”, las réplicas de armas terroríficas que tienen sus propios otakus.
Ah, y muchos, MUCHOS ítems promocionales de #Tokyo2020. Nada más deprimente que eso.
Viendo el mapa me doy cuenta de que hay partes que ni visité. Esta zona familiar, por ejemplo, el “salón de conferencias internacional”, y hasta un patio de comidas que seguramente estaba carísimo (sobreviví con Pocky y sanguchitos de un konbini).
Y así. No es el primer evento grande que cubro, pero me encantaría volver algún día ¿quizás entendiendo algo de japonés? Si vamos a soñar, soñemos completo.
Seguro me quedó algo en el tintero que mostraré más adelante.
Por ahora, esto fue #TokyoGameShow2019 y espero que les haya gustado.
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