Juan Pablo Gatti Profile picture
Católico. Periodista, escritor y narrador de historias. Berazateguense 🧡. Autor de 4️⃣ libros. El deporte también es cultura 📖. Escribo en @revista_meta ✍🏽

Aug 27, 2021, 23 tweets

Nació en la Unión Soviética, pero se convirtió en una leyenda de #Usa. Si la comparáramos con alguien de los Olímpicos sería como fusionar a Bolt con Kipchoge. Ella es la reina del atletismo paralímpico: señoras y señores, con ustedes, Tatyana McFadden.
#Paralympics #Athletics

Tatyana vio la luz en Leningrado el 21 de abril de 1989. Era una época convulsa en ese coloso rojo, que veía como el mundo que había imaginado comenzaba a colapsar. La pequeña no cayó en este mundo en el mejor momento posible y lo notaría en sus primeros años de existencia...

La soviética nació con espina bífida, lo que la llevó a tener que vivir en una silla de ruedas. Sin embargo, su familia era muy pobre y no podía darle los tratamientos médicos que necesitaba, por lo que la dejaron en un orfanato.

Allí tampoco le dieron la atención que requería (entre ellas, la silla de ruedas), por lo que se trasladaba utilizando solamente sus manos. Además, padecia desnutrición y anemia. Parecía que su fuego interior se extinguiría pronto...

Hasta que llegó la luz al final del oscuro tunel. Deborah McFadden, que estaba de visita en la ahora Rusia como comisionada de discapacidades del Departamento de Salud de EEUU decidió adoptarla. Había llegado la salvación a su vida. Todo cambiaría desde entonces.

"Mucha gente entra y sale del orfanato simplemente queriendo adoptar a otros niños, pero nunca a un niño con una discapacidad. La miré (a Deborah) y fue solo esa conexión. Les dije a todos en el orfanato que iba a ser mi mamá" contaría la atleta en una entrevista.

Los médicos habían asegurado que no viviría mucho, pero gracias al amor y cuidado que ahora recibia Tatyana pudo comenzar a crecer de manera más sana. Sin embargo, el paso final para su evolución llegaría de la mano de los deportes.

A Tatyana le gustaba hacer deporte, se desvivía por ello, sobre todo por el atletismo. Sin embargo, en su colegio comenzaron a discriminarla y a apartarla, diciendo que "era peligroso" que compitiera con otras personas con su silla de ruedas. Pero esto no la desanimó.

De hecho, gracias a su lucha y a la de su madre es que se logró crear la "Ley Tatyana" en el país del norte de América, en donde se promueve la igualdad de oportunidades a nivel deportivo para las personas con discapacidad. Éste fue el primer legado que las McFadden dejaron.

Uno de los lugares clave en la vida de la joven fue la asociación Bennett Blazers de Baltimore, un lugar donde se fomenta el deporte para gente con discapacidad. Allí Tatyana hizo de todo: baloncesto, arquería, natación, ciclismo...Pero al final se enamoró de las carreras.

"El deporte fue importante en mi vida, debido a la falta de tratamiento médico en mis primeros seis años de vida" le comentó al sitio de @Paralympics. Y, gracias a esto, descubrió que quería participar de los Olímpicos, ya que desconocía los Paralímpicos.

A los 6 fue adoptada y a los 8 ya corría en silla de ruedas. Desde entonces se dedicó plenamente, llegando a entrenar dos veces al día y seis días a la semana. Esto, lógicamente, la fue fortaleciendo y ya para los 15 lograría competir en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004.

En aquel torneo, siendo todavía una adolescente, logró ganar una medalla de plata en los 100m T54 y un bronce en los 200m. Era el miembro más joven del USA Team, pero aquello no fue problema para una mujer acostumbrada a luchar ante cosas más grandes que una competencia deportiva

Dos años más tarde, en el Mundial de Assen (Países Bajos), logró llevarse su primer gran oro, en los 100m, además de dos platas, en los 200 y 400m. En Beijing 2008 tuvo que luchar ante una grande, Chantal Petitclerc (su ídola), quién la derrotó en los 200, 400 y 800m.

Aquellas caídas, igualmente, le sirvieron para mejorar su entrenamiento y prepararse para dar el gran golpe en Londres 2012. En el Mundial de Christchurch (#Nzl) ,un año antes, dejó en claro su candidatura paralímpica, ganado las distancias de 200 a 1500 m.

Y en la capital de #Gbr, por fin, llegaría el primer momento de gloria para la corredora, que se llevó de los 400 a los 1500m, siendo bronce en los 100m. Y en el Mundial de Lyon en el 2013 destrozó a todas sus rivales, ganando de los 100 a los 5000m (6 oros en total).

¿Había llegado la estadounidense a su techo? Para nada. Ella, luchadora nata, no se conformó con haber alcanzado los objetivos propuestos, sino que apostó incluso por más, anotándose en maratones y siendo ganadora del Grand Slam (Boston, Londres, Nueva York y Chicago).

A finales de ese 2013 se graduó de la Universidad de Illinois y, de paso, se mandó a una particular aventura en los Paralímpicos de Sochi 2014. De estos Juegos de Invierno (en el país con el que pudo haber competido) logró irse con la plata en el sprint de 1km.

Tras cumplir ese sueño volvió a enfocarse en el atletismo, manteniendo sus títulos conseguidos en Londres, aunque le sumaría los 5000m. La única prueba que siempre se le negó fueron los 100m (en Río fue plata, al igual que en la maratón).

El 2017 fue un año de sombras luego de tantas buenas, ya que Tatyana tuvo problemas de salud importantes, como coágulos de sangre, además de tener que atravesar una cirugía. Pero, así y todo, pudo disfrutar con dos oros en el Mundial de Londres (200 y 1500m).

Los últimos años quizás no vinieron con tantos logros para la americana (aunque si siguió rompiéndola en las maratones, una prueba a la que se suelen volcar los atletas con más experiencia) a nivel deportivo, pero su activismo y sus luchas sociales siguieron siendo muy fuertes.

Tatyana llega a #Tokio2020 con 8 #oro, 9 #plata y 3 #bronce en su haber desde el 2004 y con 32 años seguirá dando batalla, compitiendo en los 400, 800, 1500, 5000 y la maratón. Y pensar que habían dicho que no iba a sobrevivir más que unos meses tras su adopción...
@canaldeportv

Quizás no haya sido su mejor carrera (Susannah Scaroni dominó de principio a fin, ganando su primera medalla a sus 30 años), pero McFadden logra su presea número 21 y acrecienta su leyenda. Todavía le quedan cinco pruebas más para recuperarse...

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