Decía ayer un neuropsicólogo en El País que si un niño de seis años tiene consola perderá el interés por dibujar. Bien, yo no soy neuropsicólogo... pero tengo 2 hijos que se están criando rodeados de #videojuegos (Su mamá y yo nos dedicamos a ello). Os cuento mi experiencia...
Siempre he pensado que los #videojuegos son un producto cultural muy potente para potenciar la creatividad de los niños, tanto o más que el cine, la literatura o la música. Existen numerosos estudios que demuestran que mejoran la motricidad, memoria, trabajo en equipo...
Pero evidentemente, al igual que otros productos culturales deben utilizarse con medida, eligiendo productos adecuados para su edad, compartiéndolos en familia y nunca siendo la única alternativa. Os pongo algunos ejemplos:
El año pasado descubrió Zelda: Breath of the Wild, un juego que aunque no es adecuado para su edad, tiene mecánicas que le gustan mucho como pasear, escalar, explorar, cocinar... (cuando veía un enemigo me daba a mi el mando ya que no le gusta luchar)
¿Qué otras cosas hicimos además de jugar a Zelda? La primera... fabricar juntos una armas de madera (Yo el serrucho y ella la pintura)
Después nos fuimos a pasear por el campo con el escudo, la espada y el resto de armas en busca de enemigos...
... recolectamos frutas de los árboles como en el juego...
Y cocinamos una comida sospechosa :-)
Después de Zelda vino Paper Mario: The Origami King y esa fue una buena oportunidad para hacer un poco de Papiroflexia y diseñar algunos #videojuegosAnalógicos con diferentes mecánicas :-)
Aquí otro #videojuegoAnalógico que hicimos juntos basado en Super Mario.
Prince of Persia:
Angry Birds (versión dinosaurios):
Los bolos del Wii Sports:
Mario Kart con imanes:
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