Pedro Torrijos Profile picture
💡 Cuento historias. 3 bestseller: Territorios Improbables, Atlas de Lugares Extraordinarios, La Tormenta de Cristal. La Pirámide del Fin del Mundo EN PREVENTA

Nov 18, 2022, 31 tweets

En los montes búlgaros hay un OVNI de hormigón del diámetro del Panteón de Roma.

Se construyó dinamitando la montaña, solo duró 8 años y hoy, abandonado, es uno de los lugares más fotografiados del país.

¿Qué fue lo que pasó?

En #LaBrasaTorrijos de hoy, Buzludzha.

🧵⤵️

(Se recomienda la lectura del episodio de hoy acompañada de la siguiente banda sonora).

open.spotify.com/track/1LCsBA7F…

Aunque esto es un poco blasfemo para los historiadores de la Antigüedad Clásica, los estudiosos del Medievo o los defensores del Renacimiento, mi época favorita de la historia fue la Guerra Fría.

Y aunque nunca hubo guerra abierta, también fue terrible.

Hubo unos cuantas miles de muertos en guerras, golpes de estado instigados por las potencias y mecanismos de represión llevados a cabo por gobiernos-títere.

Pero lo que preocupaba a la mayoría de los mortales era la constante amenaza de aniquilación total que flotaba sobre el mundo, yo lo recuerdo MUY acojonado.

Ahora bien, y citando a Aviador Dro: “Nuclear sí, por supuesto”.

A principios de los 80, mientras el mundo temblaba cada vez que Ronald Reagan soltaba alguna perla o en cada funeral de un Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética (que duraron poco al final), “Aviador Dro” abrazaba el sentido de la maravilla.

Fijaos en la letra de "Nuclear sí, por supuesto":

Colinas ardientes, de sol abrasadas.
Ciudades inmensas habitadas por cyborgs.
Serpientes monstruosas devorando casas
y naves enormes de formas extrañas.

Era un canto a la ciencia ficción. A la estética de la ciencia ficción.

A mí, que me encanta la ciencia ficción, me ALUCINABAN las letras de Aviador Dro y me imaginaba globulares vehículos estelares diseñados por Moebius o H.R. Giger. Cosas molonas colocadas, y nunca mejor dicho, a galaxias de distancia de los edificios de ladrillo de Villaverde.

Sin embargo, en esos 70 y 80, el bloque soviético fue un paraíso de la flipadura formal.

Jengas imposibles en Georgia, hormigónicos monumentos con pinta de TIE fighter en Croacia y globos en Macedonia que parecen aliens de 20 metros y 10 ojos.

Naves enormes con formas extrañas.

Y de todas esas naves, una nave espacial epítómica: el monumento Buzludzha en Bulgaria.

Un OVNI varado en el tiempo, que no viene de otra galaxia pero sí de otro mundo; de un mundo anterior a la caída de la hoz y el martillo.

Comenzado en 1974 y terminado en 1981, el Buzludzha era un palacio construido para servir de sede al congreso del Partido Socialdemócrata Búlgaro. O dicho sin eufemismos: al Partido Único (lo de "socialdemócrata" era el nombre oficial del antecesor del Partido Comunista Búlgaro).

Pese a que era un monumento a mayor gloria del Partido, los búlgaros decidieron no construirlo en la capital, Sofía, sino a 200 y pico kilómetros de Sofía, en una zona medio perdida de los Balcanes búlgaros. Concretamente en lo alto del pico Buzludzha, del cual tomaría su nombre.

Es posible que lo pusieran tan lejos porque lo de acercar las instancias del poder político al ciudadano de a pie era cosa de capitalistas degenerados, quién sabe. Y eso que el edificio debía ser un símbolo de Bulgaria y costó unos 30 millones de euros al cambio actual.

Teniendo en cuenta todas esas peculiaridades, a estas alturas del hilo no nos debería extrañar que el palacio Buzludzha tuviera forma de OVNI porque, sinceramente, podría tener forma de lo que a los miembros del Partido les saliese de sus cojonazos.

Y es eso: un OVNI.

En serio, en los documentos oficiales figuran como autores tanto el arquitecto Guéorguy Stoilov como, y cito textualmente, "El gobierno socialista de Bulgaria”.

De hecho, la mayor parte del presupuesto se recaudó a base de donaciones de miembros del partido.

El cacharro se construyó a base de hormigón, hoces, martillos y varias toneladas de dinamita porque aquí no se andaban con tonterías. Usaron los explosivos para nivelar la altura del monte, desde 1441 hasta 1432 m. y así conseguir una base estable sobre la que cimentar.

A cambio, el edificio principal terminado albergaba una enorme sala circular de 42 metros de diámetro (casi como el Panteón de Roma) por 15 metros de altura en su sección central, además de la torre exterior de 70 m. coronada por una formidable estrella roja de cinco puntas.

¿Y dónde estaban las hoces y los martillos? Pues en los más de 500 metros cuadrados de mosaico que decoraban el interior del palacio. Retratos de Lenin y Stalin, mezclados con los prebostes búlgaros y escenas de épica socialista con poses heroicas (más o menos).

Y el mosáico más espectacular: un enorme letrero con la frase “Proletariado de todos los países, ¡uníos!” justo en el centro del la gran sala central, bautizada como Casa Memorial, que rodea la hoz y al martillo.

El congreso del Partido Socialdemócrata inauguró el edificio el 23 de agosto de 1981. A las celebraciones no solo asistieron los próceres del comunismo búlgaro sino también unos cuantos representantes de la órbita soviética.

Nueve años después, todo se fue a tomar por saco.

El 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín y, tras él, la mayoría de los gobiernos comunistas del bloque del Este. Entre ellos, el búlgaro.

¿Y qué pasó con el Monumento Buzludzha? Pues que sin sustento de congresos comunistas que llevarse a las entrañas, quedó abandonado.

En estos 30 años que han pasado desde el abandono, el OVNI sigue en su sitio, aunque cada vez más deteriorado, al no recibir ningún mantenimiento ni rehabilitación.

De hecho, su acceso está técnicamente prohibido y vigilado y no hay manera de hacer ningún tipo de visita oficial.

Las visitas oficiosas, en cambio, son numerosas y los turistas se cuelan de tapadillo hasta lugares REALMENTE inverosímiles.

Por eso, Buzludzha es uno de los monumentos soviéticos más fotografiados del mundo.

Y si las instantáneas tomadas en verano son chulísimas, cuando llega el invierno, las fotos transportan a otra galaxia.

Imágenes del hormigón flotante y la simbología comunista devorada por la nieve y el hielo, leídas como testimonios de un tomavistas de otro mundo.

Si os ha gustado el episodio de hoy, hacedme RT al hilo, FAVs, follows o llevadme al cine a ver una peli del espacio!

Y si os gustan las historias como esta, ATLAS DE LUGARES EXTRAORDINARIOS es mi segundo libro: un viaje por los sitios más curiosos del mundo para pequeños exploradores (de 4 a 10 años).

YA ESTÁ EN TODAS LAS LIBRERIAS Y EN TODOS LOS SITIOS ONLINE: amzn.to/3UoozGv

❤️Ah, y también podéis pasaros por mi IG, donde también cuento historias muy chulas: instagram.com/p/CWWM74-sP8p/

Y si os molan los hilos de #LaBrasaTorrijos y no queréis perderos ninguno, suscribíos a mi newsletter, donde os avisaré cada vez que haya uno nuevo:

getrevue.co/profile/pedro_…

Todas las imágenes del hilo de hoy están acreditadas en la descripción de la primera fotografía de cada tuit. Todas se han usado bajo su correspondiente licencia.

#LaBrasaTorrijos se escribe en directo todos los jueves desde el soleado barrio de Villaverde.

(Fin del HILO 🛸🇧🇬)

Share this Scrolly Tale with your friends.

A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.

Keep scrolling