Atentos.
Ya con eso has quemado los primeros segundos de lo que pudo ser una entrada impactante. Puedes ir directamente al punto sonando agradecido y sin adular a nadie.
También procura grabarte con tu teléfono para oírte. Revisa si al pronunciar la P generas algún ruido extra. Modúlalo.
Si eres un vocero, tu labor es posicionar mensajes. Eso significa que debes tener muy claro qué vas a decir y cómo. Con eso es que te adaptas a las preguntas que te van a hacer para que uses puentes y conectores que te permitan decir tus ideas clave.
En la audiencia hay gente que te conoce, entre ellos están los que te apoyan y los que no. Pero en realidad, la gran mayoría no sabe quién eres ni qué pensar de ti. Allí tienes una oportunidad con la audiencia. Por eso deja de lado un rato a fans y haters.
Nunca digas "granito de arena". O échatelo en los ojos.
Planifica una despedida que le indique al oyente qué puede hacer y cómo saber más.
¿Quieres sentir que lo lograste? Procura una buena experiencia, clara y ordenada.