Thread by @jpartej

#hilojpartej Toca acabar el año con otra historia de resiliencia. Otra historia paralela a una gran catástrofe y un relato de un montón de gente normal haciendo lo que su conciencia les dictaba.

11 de Septiembre de 2001. La catástrofe se ha consumado, las torres gemelas han sido atacadas y una de ellas ha colapsado, poco más tarde le seguiría la segunda. La isla de Manhattan esta envuelta en polvo y humo.

La parte baja de Manhattan se convierte en una gigantesca ratonera para cientos de miles de supervivientes que huyen de la catastrofe. Calles cortadas, escombros y la oscuridad les empujan hacia los muelles de la zona sur. El tráfico en las calles cercanas esta cortado.

La central del Us Coast Guard que controla el tráfico marítimo en la zona lleva desde el 1º minuto recibiendo llamadas de socorro, pequeñas embarcaciones de intervención del USCG son enviadas a la zona.

Cuando llegan a los muelles de la zona sur, la segunda torre ha colapsado y los supervivientes comienzan a llegar a los muelles como un ejercito de zombis.

Rapidamente se toma la decisión. Un oficial del Us Coast Guard hace una llamada por radio que cambiará el rumbo del día.
“ All available boats, this is the United States Coast Guard….” Así empezaba el mensaje que pedía a todas las embarcaciones que oyeran el mensaje acudir.

Los primeros en acudir a la llamada fueron decenas de remolcadores. Como diría el Capitán de uno de ellos, nunca había visto a tantos barcos navegar a toda máquina todos en una misma dirección.

Las tripulaciones de los remolcadores idearon un sistema para informar a los supervivientes. Pintaron con spray sábanas con el nombre de la zona de NY donde los iban a desembarcar. Pronto en tierra policía y bomberos comenzaron a organizar el embarque.

Pronto los grandes ferrys que hacían recorridos turísticos se unieron a la operación. Pequeñas embarcaciones recreativas, yates privados, pequeños cargeros , todos se unieron hasta totalizar 150 embarcaciones.

El objetivo era común, sacar a tanta gente como fuera posible en el menor tiempo posible. En un clima de pánico nadie podía asegurar que no habría más ataques. Los heridos eran embarcados en los ferrys más rápidos donde se hacía un primer triaje.

Despendas y botiquines de los barcos fueron vaciados para ser repartidos. Los barcos gasolineras abastecían a todo el que lo necesitara sin preguntar ni pedir nada a cambio. Las lanchas del USCG intentaban controlar el tráfico marítimo.

Pronto los capitanes de los barcos más grandes sobrecargados de miles de personas empezaron a ser conscientes que ellos mismos podían ser un buen blanco para un ataque terrorista. Al a toda máquina se unió una navegación en zigzag. Eso no impidió que volvieran de nuevo.

Transcurridas 9 horas de los ataques, la operación ceso al no haber ya personas que evacuar. No se dejo a nadie atras y aunque hubo casos de personas que se lanzaron al agua al ver partir los barcos nadie resulto ahogado.

Al final del día más de 500.000 personas habían sido evacuadas en barco. Esta considerada la evacuación más rápida y masiva de la historia. Se cree que unos 150 tripulantes de aquellos barcos desarrollaron enfermedades por haber sido expuestos al himo y polvo en los 1º momentos.

Como relatarían muchos de los implicados aquel fue el momento álgido de sus vidas. Cada uno hizo lo que debía sin un plan previo ni unas ordenes concretas. Aunque aquellos días este logro extraordinario paso casi desapercibido años más tarde sus protagonistas serían reconocidos.

En Dunquerke en 9 días fueron evacuados 340.000 hombres. Y hasta aquí el ultimo hilo del año. Que os guste.