Thread by @jagustinmaza

Mis amigos me insisten en que más grieta y una CFK fuerte es la estrategia del Gobierno. Dicen que si hubiera hecho un acuerdo político amplio q sustentara un programa consensuado, la amenaza kirchnerista se habría desvanecido sola. Creo que es el enfoque equivocado. Veamos.

Apoyado en su asombrosa capacidad para explotar las estrategias amigo-enemigo y los juegos de suma cero, el Gobierno anterior nos subió a un espiral de antagonismo, resentimiento y tribalismo destructivo...

... que llevó a la sociedad a aglutinar todas las fuerzas que veían amenazada la convivencia tolerante, pacífica y cooperativa de ganancias mutuas y progreso basado en reglas institucionales.

La política del kirchnerismo es siempre ir por todo, como un botín a distribuir, usufructuar o dilapidar. Es tan ajeno al juego cooperativo, q cuando organiza una gira comercial va a Angola ilusionado de vender espejitos de colores. No entiende el comercio como ganancias mutuas.

Saturados de una política centrada en la idea de q toda ganancia es la pérdida de otro y todo avance social es una lucha por algo que hay que quitarle a otros, la sociedad buscó una alternativa de coalición y juego cooperativo pacífico y reglado que solucionara problemas comunes.

La vividez del precipicio (agudizado por el naufragio venezolano) despertó estrategias creativas inesperadas que llevaron a la formación y consolidación de una coalición política impensable poco tiempo atrás. Quizás algún día reconozcamos nuestra deuda con el pueblo venezolano.

En lugar de pronunciar la caída, en 2015 tomamos una rotonda que nos lleva creo a una plataforma más elevada y estable donde juegos de cooperación confiables y tolerantes cada vez más amplios y complejos puedan ser jugados, acumulando progresos sobre problemas comunes.

Y reemplace los negocios de los apropiadores de rentas y las astucias parasitarias o directamente basadas en el engaño y la corrupción, por el círculo virtuoso de la creación de valor que multiplique la reciprocidad y la colaboración activa, construyendo una nueva gobernanza.

Pero en los juegos cooperativos también se puede perder. Y en la medida en que Cambiemos tropieza con el tamaño de los problemas que salen a superficie en situaciones muy adversas como en 2018, es natural que crezca la respuesta que ofrece CFK ...

... gran experta en evocar reacciones insertas en la lógica de suma cero (búsqueda de enemigos internos y externos, desconfianza, apuestas a todo o nada).
¿La estrategia electoral del Gobierno podría alterar significativamente esto?

¿No es claro que buscar un acuerdo político amplio (en 2016 o ahora) empeoraría la posición estratégica de Cambiemos? 1) Sus votantes descreerían del cambio al ver al Gobierno acordando con destacadas figuras del gobierno anterior. El gradualismo se confundiría con status quo.

2) La estrategia beligerante del kirchnerismo obtura las chances de opositores cooperativos, forzados a un doble juego q impide acuerdos generales duraderos, más allá de su voluntad. De hecho, Cambiemos sí pudo cooperar localmente con gobernadores, en las rendijas del cerrojo K.

Me parece q la ampliación de Cambiemos no va a avanzar por acuerdos de elites q no quieren o no pueden cambiar, sino ampliando el círculo de participantes y beneficiarios de la gobernanza cooperativa a los excluidos (en donde encuentra en parte su base la coalición opositora).

Se trata creo de incluir el mayor número posible de personas en una plataforma de conexión, acceso e incentivos apalancando acuerdos e interdependencias cada vez más complejas y potentes. Para lograrlo hace falta mucha inversión. Y tiempo, que el ciclo político puede no percibir.

Hay una buena chance de fracasar, claro. Las fuerzas de la lógica amigo-enemigo son poderosas, están muy arraigadas y activan nuestras capacidades para el miedo, el resentimiento, el fanatismo y la xenofobia.

Los motivos para estar descontento y frustrado son muchos. Pero la reacción que hoy impulsa la candidatura de CFK tiene creo mucho más que ver con la adversidad de la situación que atravesamos que con una estrategia electoral del Gobierno.

Siempre los análisis contrafácticos son especulaciones. Pero si el 2018 hubiera sido algo mejor al 2017 (como preveían casi todos los pronósticos económicos), el candidato opositor con más chances no sería CFK, sino alguien que jugara a imitar y mejorar la oferta de Cambiemos.

¿Es realista pensar que la estrategia electoral de la grieta podría modificar sustancialmente este resultado?
Sería muy bueno que la principal coalición de la oposición participe de esta nueva gobernanza cooperativa que impulsa Cambiemos. Parece que no la tendremos por ahora.

Pero que sea CFK también tiene su lado positivo: las amenazas que instila nos trajeron hasta acá y nos señalan los peligros de no perder el camino. Quizás algún día le agradezcamos habernos puesto dentro de este proceso de cambio y aprendizaje para mi inimaginable 4 años atrás.

Hemos avanzado mucho, no creen? Y este año estamos ante un umbral que puede llevarnos hacia una sociedad más constructiva, pacífica y tolerante que permita desarrollar nuestro potencial de cooperación, inclusión e innovación.

Y reencontrar el sendero del desarrollo que perdimos hace mucho tiempo, encandilados por los atajos salvadores, distraídos por culpar enemigos y atrapados en las telarañas de la respuesta autoritaria. Otros pudieron, por qué nosotros no?