"La trabajadora de IVECO a la que no le temblaba el pulso al grabarse vídeos porno con compañeros"
¿Se imaginan? Yo tampoco, pero sigamos...
No vimos a ningún ideólogo de cabecera criticándolo, ni cientos de columnas moralistas en la prensa culpabilizando a la sociedad, a las mujeres que los difundieron, ni tan siquiera a la que le robó el teléfono y los filtró en primer lugar.