Pero es real que Calderón es parte del problema. Solo que, en estricto sentido no es él. Es que hay quienes creen que él es la solución de algo o a algo.
Y las consecuencias del balance de ambos aspectos nos tiene hoy aquí.
Porque hay parte de los seguidores de Calderón que se enredan en pleitos sin sentido. Y me consta, algunos son igual de intransigentes que los simpatizantes del sr López.
Es un hombre sumamente limitado intelectualmente pero que lo suple con una tremenda astucia y capacidad de inducir narrativas. Es un líder seductor nato.
Por afinidad, identificación y pertenencia, la moral del líder, en este caso el sr López, es la moral del grupo. La ética del líder, es la ética del grupo.
El encargado del Palacio Nacional que ocupa la plaza de Presidente de México se llama Andrés Manuel López Obrador.
Y la responsabilidad y las consecuencias que quedan fuera de era moral común se atribuyen terceros ajenos a ellos.