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Imaginen. Un grupo de chicos nuevos en un colegio. Antes de llegar los alumnos “de siempre” ya avisaban “que vienen esos”. Hacen todo lo posible para que no logren matricularse. Les acusan de cosas que no han dicho ni hecho.
Cuando el grupo de chicos logra, sin apoyo alguno, matricularse y acude a las aulas, son marginados. Les mandan al fondo de la clase. Los insultos suben de tono. Se monta un acuerdo de los chicos guays, los modernos e incluso los macarras, para que nadie hable con ellos
Los chicos nuevos enseñan en el aula sus curricula. Tienen buenas notas. Trabajaban mucho en sus anteriores centros. Pero les dicen que no saben nada de esta nueva escuela. Que las cosas “siempre se han hecho así. Y que al fondo. Sin pupitres.
Además destacan en algunos deportes, en algunas asignaturas complicadas. Resulta que están más avanzados en algunos puntos del temario. Pero hasta los profesores se enfadan. “Aquí se hacen las cosas de otra manera, a ritmo de los lentos”. Risas de los guays, los modernos,macarras
Siguen los insultos. Las amenazas de expulsión. Los chicos nuevos siguen a lo suyo. Hasta los profesores insultan a los nuevos alumnos. Les cambian las notas “porque son de esos”. Los nuevos empiezan a evitar hablar con los profesores, porque también les faltan al respeto
Y en la 1ra evaluación los nuevos aprueban. En la Segunda sacan notas bastante buenas . Es imposible acallar los resultados. Resulta que los nuevos entran en el ranking de mejores alumnos del centro. Superando a los que fuman porros en la valla y los de baile debajo del árbol.
Empiezan los nervios de los finales. Los guays de clase, los modernos y hasta los heavys, los de la valla, los del árbol ( y unos primos suyos broncas) siguen insultando a los nuevos. Siguen mintiendo sobre sus palabras y hechos. Les odian.
Para un viaje al Sur los guays y los modernos les piden dinero a los nuevos. Se lo prestan al ir a subirse al autobús les impiden el paso. Les insultan. Los nuevos se ponen frente al bus. Hasta que no les dejen subir no sale nadie.
Tras varios conatos de insultos les dejan recoger su dinero. Pero no se suben al bus.
Un día uno de los chicos del grupo nuevo se enfada. Se encara al resto de la clase. Les grita a la cara insultos. Mucho menores que los que han recibido. Pero se montan los aspavientos. “El horror”. Ha osado levantar la voz
Al día siguiente hay que elegir delegado de la clase. El grupo de los guays ha acordado que en una clase tendrán el apoyo de los modernos. Pero no es suficiente para superar a los porretas y los macarras. Necesitan a los nuevos.
Así que les dicen. “Venid aquí, gilipollas, votadnos”. Los nuevos, que no les tienen miedo, les dicen que “para qué”. Los guays y los modernos: “porque nosotros lo valemos, imbeciles”. Y los nuevos dicen que ellos quieren acordar participar en lo que se haga.
Les insultan. Les acusan de romper “el espíritu de unión de la clase”. De poner en riesgo que los porretas y los heavys gobiernen las aulas. Pero los nuevos dicen que o se sientan a hablar de lo que se va a hacer o que les vote su tía.
Insultos. Amenazas. Mentiras. Nada cambia el espíritu de los nuevos. Los modernos hacen el vacío aún más fuerte. Se dan la vuelta en los pasillos. Se ríen con los profesores de lo malos que son los nuevos. Los primos macarras son los más guays del vídeo de fin de curso.
Los nuevos están ya hartos. Y dicen que o se sientan o va a votarles Rita la cantaora. Los guays les convencen a los modernos de que se sienten. “Pero que no nos vea nadie. Y no es una reunión. Es tomar la merienda en el patio”.
Un tonto de otra clase, de los modernos, cuenta por todo el colegio que no es verdad que estén negociando. Que están tomando un batido de fresa natural Bio. Que en absoluto se sientan a negociar nada con los nuevos.
Al enterarse los nuevos se levantan y les dicen que se pueden ir todos al carajo. Los guays se ponen del lado de los modernos. Y llega la hora de votar. Los nuevos ...... ¿usted qué haría si fuera de los nuevos? ¿Cómo se llama lo que les hacen ?#continuará
