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La campaña sucia y muy violenta por parte del gobierno me tiene preocupada. Me tiene preocupada porque las campañas sucias tienen esa característica cuando no tenés propuestas, o cuando mentiste mucho y tenés que ocultar lo que mentiste. 
Cuando empezás con los prejuicios... “los jóvenes de esa agrupación son narcotraficantes, los otros son comunistas o marxistas”. El prejuicio siempre en la historia de la humanidad ha generado violencia sobre las personas con las que se ejercen esos prejuicios.
Las cosas no son casualidad. Son muchas veces objetos de planificación. Enfrentamos una nueva campaña en la cual ya no pueden hacer promesas.
Varios dicen que no cumplieron las promesas. Yo ahí hago una diferencia entre promesas y mentiras en una campaña electoral. Son dos cosas diferentes.
Mentir es otra cosa. ¿Te acordás lo que fueron las promesas? “Ningún trabajador va a pagar impuesto a las ganancias, los jubilados van a tener todos los remedios, nadie va a perder nada de lo que tiene, solamente vamos a cambiar lo que está mal y vamos a dejar lo que está bien.”
Pero no solamente te sacaron... Te sacaron las cosas buenas y te dejaron las malas. Los remedios brillan por su ausencia. Pero lo hicieron desde el primer día. Esas no son promesas, esas son mentiras.
Creo que hemos retrocedido enormemente porque cuando el 9 de diciembre de 2015 en medio de aquella maravillosa plaza nos despedimos del pueblo, la Argentina tenia algunas cosas que había empezado a resolver.
Desde el 83’ el tema de la deuda como un limitante estructural al crecimiento, al desarrollo del país y la inclusión social era una constante. Cuando terminamos la tercera presidencia la deuda externa había dejado de ser un condicionante de la argentina.
No le debíamos nada al FMI. ¿Qué pasó para que en tres años y medio pasemos de 0 pesos al FMI y hoy le debemos 57.000 millones de pesos? ¿Y nos quieren convencer que no tienen nada que ver en todo lo que pasó? Es un horror.
A mí me tiene muy mal el tema de la deuda que han contraído. Por cómo se retrocedió. Pero además no lo ves en ninguna parte. Entraron más de 150.000 millones de dólares a la argentina. ¿Dónde están? Esta es la pregunta que tenemos que hacernos todos los argentinos.
Nosotros vamos a tener que ver qué pasó en estos tres años y medio con todo este dinero. Tenemos que ponerle un punto final. Un corte a estos que vienen a endeudar.
Desde que vino el FMI Argentina tiene golpes recurrentes de mercado. Y los que pagan son siempre los mismos, y los que se la llevan también son siempre los mismos. Y creo que hay que ver eso, no para no pagar, sino para ver quién tiene que pagar la deuda. Quiero que se discuta.
