Thread by @Donvix

A ver... a la gente de bien que en forma honesta y candorosa me pregunta porqué mejor no hablo del tema del cambio climático en lugar de criticar a la poser sueca explotada: es un tema de ambiente y narrativa.

Se los desarrollo en cuanto llegue a mi oficina.

A los incapaces de entender un tuit, que hacen berrinche exigiéndome que se los explique, de todo corazón: relájense un chingo... para nadie es esencial entender un tuit mío, así que busquen dentro suyo qué fue lo que toqué, y resuélvanlo ustedes, a mí me vale madre.

Sale, gente de bien. Para quienes preguntan porqué hablo de la sueca berrinchuda y no del cambio climático, la respuesta es muy simple: porque luego de la irrupción de ella, CUALQUIER DEBATE sobre cambio climático ya quedó SESGADO en forma RELEVANTE Y MASIVA.

Las discusiones no suceden en el éter: sí o sí, suceden en un ambiente determinado, compuesto por canales, antecedentes, percepciones y EMOCIONES.

Quien logra influir en el ambiente de una discusión, tiene enormes chances de controlarla del todo.

De todos los factores que rodean a una discusión, la EMOCIÓN es el más poderoso en estos tiempos ñoños que corren: es fácil de crear, y sus alcances son poderosos... una emoción intensa borra TODO LO DEMÁS, y prepara a los individuos para validar o invalidar LO QUE SEA.

Cuando un ambiente es altamente emocional (y el ambiente en torno al cambio climático lo es gracias al performance de la sueca berrinchuda) LOS DATOS DEJAN DE CONTAR. Las razones dejan de pesar. Los argumentos se debilitan. Y de un debate así NO SALE COSA ALGUNA QUE NOS SIRVA.

Un ambiente altamente emocional CONDICIONA el debate de la peor manera, llevando las discusiones al punto en que son meras competencias de porras y matracas.
Un ambiente altamente emocional REVIENTA, pues, cualquier debate valioso: no hay IDEAS que venzan a una EMOCIÓN.

Y cuando un debate queda reducido a eso, las decisiones que se toman suelen ir de malas a pésimas, y sus efectos duran un chingo de tiempo, afectando a LAS MASAS.

Después de haber vivido la elección mexicana de 2018, donde la extensa campaña de un candidato se basó en reducciones grotescas que generaron emociones intensas, polarizando el debate y desembocando en una decisión nociva, no debería ser necesario advertir sobre estos riesgos.

El internet móvil ha potenciado los debates, sean valiosos o no, de tal suerte que el ambiente en que se da una discusión, y el peso que las emociones tienen en él, es aún mayor gracias a la hiperconectividad. Hoy más que nunca debemos cuidar CUÁNDO y CÓMO se discute algo.

El performance de ayer de la sueca berrinchuda YA CONDICIONÓ el ambiente del debate sobre cambio climático: lo empapó de emociones a partir de una pose grotesca y nociones sobresimplificadas, determinando un PROFUNDO SESGO MASIVO, ya sea a favor o en contra.

En este ambiente, cualquier discusión sobre cambio climático será perniciosa: quienes le compraron el berrinche a la sueca están listos para aceptar LO QUE SEA siempre y cuando les digan que es "a favor del ambiente".

Y del mismo modo, quienes no le compraron el berrinche están listos para negar LO QUE SEA que se diga a favor del medio ambiente, sólo para desmarcarse del performance.

En ambos casos, se garantiza que el debate AHORA sirva para nada útil, tratándose del individuo de a pie.

Por eso YO no hablo HOY de cambio climático, aunque haya gente valiosa invitándome a hacerlo.

Por eso YO hablo HOY sobre el sesgo que genera el performance de la sueca superstar, sus implicaciones, sus patrocinios y la agenda detrás de ella.

Si yo decido hablar HOY sobre cambio climático, seré un tonto útil para quienes sembraron a esa señorita en la ONU para que llorara; esa es justo la idea: condicionar emocionalmente el ambiente en torno a un tema, y luego avivar el debate, sabiendo que ya se garantizó un SESGO.

Por eso mejor critico lo que ella representa en realidad: un performance bien presentado para que intereses poderosos doblen a otros intereses poderosos, utilizando al individuo de a pie como infantería.

En temas cívicos elijo PENSAR y no sentir. Me parece más inteligente.

Si usted que me lee se ha incomodado por mi crítica a un personaje, busque dentro de sí porqué las ideas de un perfecto extraño le tironearon las tripas.
Va a descubrir que usted sabe mucho más de lo que cree, sólo que ha elegido sentir antes que pensar.

Por su atención: huevos.