LOS NIÑOS DE LA GUERRA
Después de caer Asunción en manos brasileras, los contingentes de soldados de la alianza tomaron varios pueblos cercanos. En esos lugares, además de la rapiña, incursionaron en otra actividad: el robo de niños.
Después de caer Asunción en manos brasileras, los contingentes de soldados de la alianza tomaron varios pueblos cercanos. En esos lugares, además de la rapiña, incursionaron en otra actividad: el robo de niños.
En el recorte del periódico “La Regeneración” (octubre de 1869), con el título Circular, se piden datos del niño Manuel Domeqc, que “se ha extraviado”, consignando como referencia a un oficial argentino. Realmente Manuel fue secuestrado por unos soldados brasileros, que a cambio
de su devolución pidieron una recompensa de 8 libras esterlinas. El niño era sobrino de Concepción Domecq de Decoud, esposa del jefe político de Asunción (lo que sería hoy el comandante de la policía nacional), Juan Francisco Decoud. La familia pudo pagar el monto solicitado.
Manuel Domecq había nacido en Tobatí, el 12 de junio de 1859. Su padre, Tomás Domecq, médico militar, perdió la vida en el cerco de Humaitá en 1868, y su madre, Eugenia García Ramos de Domecq, falleció en la batalla de Piribebuy del 12 de agosto de 1869, defendiendo una trinchera
Con 10 años de edad, en la caravana que regresaba a Asunción desde las cordilleras, fue tomado como trofeo por los brasileños. Manuel, una vez liberado, fue enviado a Buenos Aires, donde tenía familia. Años después, ingresó a la marina argentina hasta convertirse en almirante.
Nunca olvidó sus raíces, y durante la Guerra del Chaco, ayudó bélicamente al Paraguay.
Lastimosamente, la historia de Manuel es única, y el centenar (casi mil) de niños robados durante la guerra del 70 nunca más volvió a ver sus padres, mucho menos a la patria que los vio nacer
Lastimosamente, la historia de Manuel es única, y el centenar (casi mil) de niños robados durante la guerra del 70 nunca más volvió a ver sus padres, mucho menos a la patria que los vio nacer
