El Jardín de las Delicias es uno de los cuadros más enigmáticos de El Bosco, con decenas de personajes y escenas oníricas difíciles de descifrar: Surrealismo mucho antes antes de Dalí. Ahí van algunos detalles curiosos de este cuadro del @museodelprado. Dentro hilo 
Vamos al panel izquierdo: el Paraíso. Hombres y animales viven en armonía. Dios, vestido, presenta a Adán a su futura esposa, Eva, desnudos. ¿Veis el árbol a la izquierda? Es un drago, muy típico de Canarias, que aquí simboliza el árbol de la vida.
Mismo panel un poco más arriba, la fuente de los cuatro
ríos del Paraíso y a la derecha el árbol del Bien y del Mal, con su pérfida serpiente incluida.
ríos del Paraíso y a la derecha el árbol del Bien y del Mal, con su pérfida serpiente incluida.
¡Anda! Un unicornio. Aunque parezca mentira es uno de los animales menos mitológicos de la obra.
El panel central, ahí está el meollo. Da nombre al tríptico: Jardín de las Delicias o Pintura del Madroño. El mundo se muestra sumido en el pecado, sobre todo en la lujuria.
Arriba, diversas parejas entregadas a la lujuria desenfrenada en una construcción resquebrajada, símbolo de la fragilidad de los placeres terrenales.
Fijaos en el nivel de surrealismo: Un ménage à trois (poco
surrealista), un “vicioso” usado como florero (entre surrealista y raro) y un hombre con especie de cabeza de arándano, muy surrealista.
surrealista), un “vicioso” usado como florero (entre surrealista y raro) y un hombre con especie de cabeza de arándano, muy surrealista.
Los animales y las plantas son de tamaño desmesurado. Destacan estos dos búhos, que miran fijamente al espectador a cada lado de la tabla. Simbolizan la maldad.
¡Ah! Unos madroños. De ahí el nombre que le pusieron al llegar a España. Aunque el fruto enorme que lleva el hombre de la izquierda parece una fresa…
Vamos a por la última tabla: el Infierno. Presidido por una figura de un hombre árbol (¿es un autorretrato? ¿Es Lucifer?) dentro del cual unos glotones esperan a que les sirvan sapos y otros animales inmundos para comer.
Los instrumentos musicales son usados como aparatos de tortura. Un condenado carga con un instrumento gigante con otro introducido por el ano. Si os fijáis, otro aparece crucificado en un arpa.
Al lado, un demonio con cabeza de ave traga pecadores y los defeca.
Señoras y señores, algunos pecados capitales: Un hombre que vomita, en alusión a la gula.
Un pecador defeca monedas, en referencia a la avaricia.
Y una mujer es obligada a mirarse en el trasero de un demonio, como alegoría de la lujuria.
Aquí un cerdo con tocado de monja, alude a la actitud impía del clero. Nadie estaba a salvo del pecado.
Si te han gustado todas estas curiosidades sobre El Bosco no te pierdas este TEST sobre algunos de los cuadros más famosos de la historia. ¿Cuántas eres capaz de acertar? historia.nationalgeographic.com.es/a/en-que-museo…
