Una vez que el sexo entra a una relación, es casi imposible ser objetivos sobre la relación. Esto es en parte por lo que el sexo le hace a tu mente: Durante la excitación sexual, el cuerpo esparce un químico llamado oxitocina.
Funciona como un super pegamento humano porque crea un gran enlace emocional, aumenta la confianza en la otra persona y disminuye tus habilidades de verla objetivamente.
Tal enceguecimiento y apego ayuda a los matrimonios a perseverar en su amor durante los tiempos difíciles. Pero fuera del matrimonio puede ser peligroso.
Por ejemplo, debido a que la oxitocina te condiciona a enfocarte en los aspectos positivos y buenos recuerdos de la otra persona, se hace más fácil pasar por alto los riesgos o signos negativos de una relación con ella.
Un científico observó: "La oxitocina puede afectar la precisión de esas evaluaciones negativas, haciendo que nos digamos 'ah, bueno, esto no es tan malo".
Las investigaciones también muestran que la vinculación intensa desactiva circuitos cerebrales que cumplen con la función de ayudarnos a evaluar objetivamente a la otra persona.
Esto explica el por qué hay gente que permanece en relaciones sin buen futuro aunque sus amigos les digan que se salgan. El estrógeno aumenta la formación de la oxitocina, con el sexo las mujeres experimentan un enlace más fuerte que los hombres y sufren más por un enlace roto.
Cuando una relación se termina -especialmente si hubo sexo-, esa pareja puede sentir como si estuvieran viviendo un verdadero divorcio emocional.
Entre más parejas sexuales tenga uno, más bajos los niveles de oxitocina que se producen, lo cual daña la capacidad de enlace con una persona.
Jason Evert
Jason Evert
