Investigaciones de científicos en Taiwán que buscan construir el patrón de propagación del #coronavirus, se han topado con datos que contradicen la versión mediatizada de que el paciente cero se infectó en China, pues no es de allí la cepa que contagia a los taiwaneses. 
De hecho, un virólogo estuvo explicando diagramas en un programa de televisión el 27 de febrero que “sugerían que el coronavirus se originó en los EE.UU”, elemento que incorpora el consultor internacional Larry Romanoff en un artículo publicado en Global Research.
El centro de la investigación es el estudio de los distintos haplotipos (variedades) del virus y “cómo se relacionan entre sí, cómo uno debe haber llegado antes que otro, y cómo un tipo derivó de otro”.
El haplotipo que está infectando a la población de Taiwán no existe en China. Se encuentra en Australia y en Estados Unidos. No hay relación entre los casos australianos y los de la isla asiática, sostiene el virólogo, por lo que “la infección podría haber venido sólo de EE.UU.”.
Que los países estén presentando tasas distintas de infección y mortalidad se explica precisamente en la diversidad de haplotipos que están contagiando a las personas.
Por ejemplo: Corea y Taiwán tienen un haplotipo más infeccioso pero menos mortal que el de China. Su tasa de mortalidad es tres veces menor que la que afecta a la población china.
Irán e Italia “han descifrado el genoma localmente prevalente y los han declarado de variedades diferentes a los de China”. Por lo tanto, su fuente no proviene de Pekín sino de otro sitio.
Italia se asemeja con China en la mortalidad, siendo Irán el país que presenta casos más peligrosos en todo el mundo, con un porcentaje de mortalidad entre el 10 % y 25 %.
Romanoff señala que la fuente original debería ser el lugar “con la mayor diversidad de cepas de virus” ya que “una sola cepa no puede surgir de la nada”. Y el médico taiwanés lo encontró en EE.UU., donde están las cinco cepas conocidas del virus.
En septiembre de 2019 unos japoneses viajaron a Hawai y regresaron a sus hogares infectados. Nunca habían estado en China. Justo antes, se cerró un laboratorio de armas biológicas estadounidense en Fort Detrick tras fallar en una “inspección de seguridad”.
El médico taiwanés examinó este caso, y además alerto a Estados Unidos de que casos recientes de más de 200 estadounidenses muriendo por “fibrosis pulmonar”, sin que sus síntomas se expliquen en esta enfermedad, puedan deberse a infección por coronavirus.
Las autoridades sanitarias hicieron caso omiso a los informes del virólogo, culparon de las muertes “a los cigarrillos electrónicos, y luego silenciaron el debate posterior”, relata Romanoff.
