Ha llegado prematuramente el final del camino para don pendejo. Su imbecilidad y mentiras han sido de tal magnitud, que saboteó eficazmente su propio proyecto. Ni los conservadores, ni calderón, ni la mafia del poder le dieron en la madre. Fué el solito.
Don pendejo, solamente el, se encargó de que todo se fuera al caño. Mentira tras mentira, engaño tras engaño, el fue el primero en creerlos. Y un pendejerio ansioso de reivindicación incondicionalmente también creyó todo.
El asunto del video "comiendo casual" donde recomienda a los mexicanos salir a comer, cruzó fronteras.
En resumidas cuentas, se pasó por los tanates las recomendaciones de cualquier profesional de la salud, ya no digamos, de la OMS. Y todo basado en sus "otros datos".
La confirmación de la seriedad de esta mentira vino de parte de la OMS. Unilateralmente, declaró al país en fase 2 de la epidemia.
Los otros datos de don pendejo por fin regresaron a donde pertenecen. Ni para limpiarse el cutis servirán.
Los gobernadores de las regiones más poderosas del país, económicamente hablando, ya se desmarcaron abiertamente del gobierno federal.
Y a últimas fechas, se peleó a muerte con el dinero.
-Dinero;
-Apoyo político;
-Apoyo de los empresarios;
-Credibilidad internacional;
-Capacidad de enfrentar la crisis sanitaria;
-Control de la agenda, de la plaza y del discurso (sus pilares políticos);
-Capacidad de acción;
-FUTURO, sobre todo.
Ojo, dije plan DN-III. Apoyado en las fuerzas armadas. Se está refugiando en ellas.
Olvídense de becas, apoyos al campo, ya no hay dinero, y en un largo tiempo, no habrá.
Olvídense de posiciones políticas y de poder, los gobernadores las recuperaron.
Olvídense del chayote, mal llamado publicidad gubernamental en medios. Nuevamente, ya no hay dinero, a la par de que el gobierno apesta a muerto.
Todos los aplaudidores y justificadores del régimen van a asumir su responsabilidad.