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Me vine a trabajar a un bar pero me tocó al lado una mesa con dos muchachitos brasileros y un representante de jugadores. Uno es de San Pablo y otro de Brasilia. Vinieron a jugar a River y anduvieron muy bien. Mañana se vuelven a Brasil. Están contentos.
El representante les explica que River es muy importante. Les dice que todavía no están para ganar mucho dinero. Pero que lo importante es entrar a River, jugar y jugar. Y quizás en tres años pueden ganar 500000 reales por mes. Creo que tienen 14 años.
Parece que River ya los aceptó. Ayer jugaron contra Gremio y Gremio preguntó por qué los brasileros están acá. Pero el representante les advierte que si Gremio les ofrece algo es gracias a River. Y les dice que River necesita fidelidad. Si no la tienen, Dios ve todo.
También les dice que hay un 99% de posibilidades de que no jueguen ni un minutos como profesionales en Ríver. Pero que si se van a Gremio 100% no llegan a profesionales porque Gremio compra a Felipe Luis, tienen que ser Neymar o Roberto Carlos o el hijo del presidente para jugar.
Uno es lateral y otro enganche. Al lateral le dice que él tiene más posibilidades porque acá no hay muchos buenos. Enganches hay pero los buenos están todos en Europa. Los chicos lo miran.
Les repite que los dos tienen una mínima posibilidad de llegar a la primera de River. Pero que la posibilidad existe.
"Depende de mí", dice uno, como para sí.
El representante le dice al enganche que es muy habilidoso, que encara bien pero que le pasa refinar el último pase. Que eso hace la diferencia.
Le dice al enganche que algo bueno de él es que erró un penal pero no se cayó psicológicamente, como les pasa a los brasileros. "Erran un penal y quieren que el partido se termine". A él no le pasó. Jugó después mejor que antes. Eso es confianza.
"Convertir un penal es suerte. Jugar bien no", dice el papá del representante, que llegó y se sumó a la mesa.
No tienen 14. Uno tiene 17 y otro 18. Les dice que tendrían un año y medio de oportunidad en Ríver. Ríver no cría jugadores para vender sino para jugar en Ríver, les dice. Mientras q el Real Madrid no tiene jugadores de las inferiores. Compra.
Ríver los quiere para jugar. ¿Qué le importa a Ríver venderlos a Polonia, a Rusia por 50000 dólares? Quizás a ellos sí, pero jugar 3 partidos en Ríver ya los va a hacer ganar más. Los chicos conocen el mercado. Hablan de equipos polacos, ucranianos, que conocen.
Los jugadores brasileros parecen que van mucho a Polonia, Lituania, Indonesia, Emiratos. El enganche, de hecho, estuvo dos semanas en Lituania. Pero es por poca plata, les explica el representante. Rápido, pero poca y sin futuro.
"Pero yo no puedo decidir por ustedes", les dice. Y yo me tengo que ir.
