Las pandemias y las enfermedades han sido algo común a lo largo de la historia de la humanidad: desde la Peste Antonina, la Peste Negra, la Viruela, las grandes pestes del siglo XVII y XVIII, la Fiebre Amarilla, la Gripe Española, SARS, Ébola.
(ABRO HILO).
(ABRO HILO).
Comencemos por el Variola virus. Sí, el responsable de la viruela, enfermedad que causó la muerte de más de 56 millones de personas y se movió por Europa en el siglo XVIII, donde morían aproximadamente 400.000 personas al año. ¿Qué se hizo? Inoculación. 
En el año 1721 inocularon a la familia real británica, y luego el resto de la población. Entre los inoculados en el año 1757, en Berkeley, se encuentra un niño llamado Edward Jenner, quien ya mayor se dedica a buscar una solución más segura para enfrentarse al Variola virus.
Jenner comienza a inocular a las personas con la viruela vacuna para hacerlas inmunes. La raíz latina de vaca es “vacca” y “vaccinus” significa “de una vaca”, por lo que Jenner llama “vacunación” a este procedimiento que para 1800 llega a la mayoría de los países europeos.
Otro caso es el de Louis Pasteur, un químico francés que descubre que los microorganismos podían dañar la leche, e inventa una técnica para prevenir esta contaminación: llamada, por supuesto, pasteurización.
Alexander Fleming, quien en 1928 estudia las propiedades de los estafilococos, deja su laboratorio para irse de vacaciones y al volver ve que una de las colonias de estafilococos estaba contaminada con un hongo que mató a las bacterias. ¿Qué descubre? Los antibióticos.
Otro ejemplo es el de la peste: Yersinia pestis es una bacteria típica, descubierta por Alexandre Yersin en 1894. Esta bacteria alteró el curso de la historia en dos momentos: en 541 y entre 1348-1350. ¿Cuál era el método para combatir la peste hasta ese entonces? La plegaria.
Los escritores que vivieron 400 o 300 años atrás describían las grandes ciudades europeas como lugares llenos de pilas de excrementos humanos, ríos fétidos y espesos por los desechos y baños cerca de ríos que contaminaban las vías fluviales. Veamos el Gran Hedor de 1858.
Innovaciones, descubrimientos médicos más tarde e inventos como el inodoro fueron fundamentales para mejorar el mundo que habitamos hoy. Los humanos hemos vencido muchas enfermedades que mataban multitudes de personas, tales como la viruela, el sarampión, la peste o la polio.
Un virus es un virus, eso es claro. Lo que ahora debemos analizar es lo siguiente: cuáles son las herramientas con las que contamos en pleno siglo XXI y en pleno comienzo del año 2020 para hacer frente a una pandemia.
Imaginen que podemos viajar en el tiempo y experimentar cómo era sobrevivir a una pandemia 1000, 500 o 300 años atrás.
Para ese entonces no existían los inodoros, las vacunas, las pilas, los medios de transporte que hoy conocemos, el teléfono, la bombilla eléctrica, el aire acondicionado, la radio, la aspirina, la calefacción, los antibióticos, el horno de microondas, los pañales desechables...
Tal vez ni siquiera hace falta que nos vayamos 300 años atrás, pensemos pasar una cuarentena o una pandemia como las que estamos viviendo hoy, pero en el año 1990 o, por qué no, en 1998.
La historia de la humanidad nos demuestra que necesitamos libertad para que cada persona pueda usar al máximo su creatividad y su inteligencia para generar los grandes beneficios que hoy llegan a toda la humanidad y combatir esas enfermedades que de tanto en tanto nos llegarán.
