El "mal" ejemplo está cundiendo.
El gobierno de López, como todo producto de un apareamiento grotesco, nació muerto.
Y ya hiede...
Desechemos YA la actitud de cruzaboletas.
Desechemos YA el doble rasero y el doble discurso.
Saquemos el derivado más valioso posible de esta coyuntura tan culera: un nuevo acuerdo cívico... hagamos que valga la pena!
Esa es una condición necesaria, pero no es la única.
López puede incluso seguir ahí, como elemento decorativo, sin enterarse que ya le desconectaron el control del Playstation.
Lo que importa es lo que decimos y hacemos los de a pie.
Tenemos que moverlas más, de mejor forma, en una mayor gama de formas.
Si no lo hacemos, a la salida de López (cuando suceda) nos va a caer un chahistle PEOR.
Porque siempre se puede estar peor, no lo duden.
Imaginen que la crítica y oposición efectiva a López (y su salida, real y/o formal) es la ola.
El discurso opositor PROPIO y ORIGINAL es nuestra TABLA.
Sin él, la ola sólo nos va a revolcar.