Resumiendo: El cerebro tiene como función el permitir que podamos adaptarnos al entorno. El entorno es cambiante, y por tanto, el cerebro debe ser flexible para poder adaptarse a cambios. Su mejor arma, es la predicción. La predicción se perfila en base a la experiencia previa: 
Como seres humanos, llevamos muy mal la incertidumbre (y nuestro cerebro no es ajeno a ello). Cuando algo desafía a lo esperable, nos resulta molesto. Como cuando a un gps le cambias la ruta. "Recalcular", en general, no nos gusta.
Solo tenemos que atender a como es nuestra vía. En genera, sujeta a rutina. Normas que nos permiten saber a que atenernos. Escenarios que se repiten. Mucho funcionamiento automático. Casi siempre sabemos a que atenernos. Cuando no, se activa, y mucho, nuestro lóbulo frontal.
De normal, si algo es nuevo, tenemos bases para inferir que sería lo mejor, pero al menos, ponemos todo nuestro foco atencional y de control en ello, para tomar la decisión más correcta ante este nuevo reto, analizar alternativas, monitorizar la ejecución, ver el resultado...
El ejemplo (Siempre lo cito): cuando empezamos a conducir las primeras veces. Ahí, todo nuevo, muchos estímulos, mucho que procesar. Casi queríamos que nadie hablase, sin música. Así hasta que se automatiza. Seguro que muchos/as soñasteis con el coche en esa época...¿verdad?.
Bien. Primera noticia. EL #COVID19 se acaba de cargar toda nuestra rutina. Acaba de convertir nuestro día a día en una gran incertidumbre. No sabemos cuando acabará, ni cómo acabará, si tendremos o no trabajo, si alguien querido puede verse afectado. No tenemos base para predecir
¿Cómo lleva esto el cerebro?. Pues mal, bastante mal. Lo primero es que, cuantas menos certezas, más posibles finales y alternativas. ¿Cuantas veces te has visto vagando en posibles situaciones que pueden ocurrir?. Muchas. ¿Esto nos pasaba antes a diario?. No. Es una sobrecarga
Durante estás cuatro semanas, hemos tenido noticias diferentes que han cambiado cualquier predicción (confinamiento light, más duro, un decreto, otro, escalamiento, curvas). Hemos "recalculado" más estos 28 días que tal vez los últimos 28 meses. Y seguimos sin ver el camino.
Lo segundo, es que encima del propio miedo que genera la incertidumbre, a esta se le añade el propio miedo que nos genera este dichoso virus. Esto, de nuevo sobrecarga, a veces de forma que percibimos, pero a veces de forma "inconsciente" (y no me llaméis Freudiano"). Lo explico
Mucha información de la captan nuestros sentidos, no es procesada de forma consciente. Tenemos múltiples sistemas que procesan información que tiene su peso en como nos comportamientos, pero que no pasan directamente por un análisis consciente.
Así pues, en un escenario tan impredecible, y con tanta información nueva, es imposible no pensar que el cerebro está trabajando en segundo plano con mucha sobrecarga. Puede que nos distraigamos, pero anda maquinando. Más, como dije antes, porque tenemos miedo. Lógico ¿tu no?.
Claro, es evidente que nuestra capacidad de concentración, cómo es normal, está sobrecargada. No es infinita, y no todos tenemos la suerte de poder mantener el foco atencional sostenido y centrado en una tarea con esa sobrecarga de fondo. No seas duro contigo mismo. No es fácil.
¿Te está costando coger una rutina?. Es lógico, No tienes una base sobre la que construir, porque muchas cosas son nuevas. Algunos hemos pasado de estar en casa para dormir, a estar 24 horas. Claro que cuesta coger rutina, si un día no sale, habrá que intentarlo al siguiente.
Tal vez la clave no sea pensar en un largo plazo (es evidente, iban a ser quince días y vamos para 45...). Pensar en cada día, paso a paso se hace el camino. Si pensamos a largo plazo veremos millones de finales, porque cada día habrá nueva información. Ojo, no siempre mala.
Esta sobrecarga está ahí. ¿os acordaís del ejemplo de los sueños y de conducir?. Es normal que soñemos con algo que está monopolizando nuestra vida. No seremos los únicos que tengamos pesadillas, simplemente porque nuestro cerebro trabaja cuando dormimos en procesos de memoria
En definitiva. No puedo dar ideas que valgan para todo el mundo, ya que cada uno tiene su situación (unos estamos solos en casa, y otros en compañía), y la de su familia (unos tenemos hospitalizados, otros por suerte no). Pero creo
Espero que entender un poco como procesa nuestro cerebro pueda ayudarnos a sobrellevar esto. Pero por si acaso, a veces no viene mal leerlo en mayúsculas:
Y nosotros (Cerebro incluido), aprenderemos mucho. Ánimo!
