El autoritarismo no soporta que se exhiban sus abusos.
El autoritarismo no soporta crítica.
El autoritarismo no soporta cuestionamientos.
El autoritarismo no soporta opiniones discordantes.
El autoritarismo repele el análisis, la verificación de hechos y todo cuanto los contradiga, aunque sea real.
Huye de los datos duros y precisos, no argumenta, solo adjetiva, descalifica, condena. Y es por eso mismo que buscan adueñarse de las palabras. Buscan redefinir conceptos, o usarlos de manera conveniente.
La postverdad no se basa en mentiras.
Se basa en construir narrativa principalmente con sustento en cargas emotivas y convencer a la audiencia que algo es verdad, aunque no lo sea.
Por eso el victimismo constante.
Y el objetivo amplio es callar las voces y limitar los espacios.
Si, se atenta contra la libertad de expresión.
Sin elementos diversos en qué confiar, unificar la narrativa es sencillo.
Por eso el valor de la ANTI-INFORMACION.
Lo que importa es la narrativa que la audiencia consuma y haga propia por identificación y la acepte sin cuestionar.