Comentarios sobre "La cuestión nacional en Turquía" (1971), escrito por Ibrahim Kaypakkaya, uno de los grandes referentes del movimiento comunista internacional durante las últimas décadas. Textos como este, parte del acervo proletario internacional, no deberían ser ignorados. 
El documento en cuestión está traducido al inglés en esta edición de las obras escogidas de Kaypakkaya: marxists.org/archive/kaypak…, donde, además, se pueden leer sus críticas al revisionismo Shafak y sus caracterizaciones acerca del kemalismo ().
"La cuestión nacional en Turquía" es un precioso exponente de aplicación consecuente de los principios internacionalistas del marxismo revolucionario a la realidad del Estado turco, conocida cárcel de naciones y máquina de exterminar comunistas dentro y fuera de sus prisiones.
Y un gran ejemplo de lucha de dos líneas contra el revisionismo Shafak, el Partido Revolucionario de Obreros y Campesinos de Turquía (TIIKP), donde Kaypakkaya militó hasta escindirse y formar, junto con otros camaradas, el Partido Comunista de Turquía/Marxista-Leninista (TKP-ML).
Además, Kaypakkaya muestra en ese documento, como se verá, un nivel muy profundo de comprehensión de la problemática nacional desde el punto de vista del comunismo revolucionario, con una gran capacidad para llevarla al terreno concreto de la lucha de clases en Turquía.
Tras exponer el borrador de programa nacional del revisionismo Shafak, el de Çorum impugna la tesis de los que niegan que los kurdos constituyan una nación. Este es el primero y principal argumento de (casi) todo chovinismo de gran nación: negar el estatuto de nación al resto.
Kaypakkaya, contra la línea nacionalista del revisionista prosoviético TİİKP, es consciente también de que hay todavía amplias regiones del mundo en los 70 donde las naciones aún no se han desarrollado. Problema que no ha desaparecido del todo:
Apoyándose en Stalin, el revolucionario turco recuerda que ideas como la unidad nacional o la integridad territorial constituyen, en particular en la Turquía de los 70, la expresión de los intereses de la burguesía y los terratenientes.
Kaypakkaya critica con dureza al revisionismo Shafak por su incapacidad para delimitar los campos entre opresión nacional y opresión de clase. Más adelante demostrará cómo el partido revisionista prosoviético alimenta con ello al nacionalismo turco y al nacionalismo kurdo.
El comunista turco se sitúa junto a los comunistas chinos y albaneses, frente a los grandes chovinismos de gran nación de la época: el imperialismo yanqui y el socialimperialismo revisionista soviético, señalando a "los campeones reales de la opresión nacional" en Turquía.
La denuncia del revisionismo cómplice con la opresión nacional es clara por parte de Kaypakkaya: ningún comunista puede no combatir la existencia de privilegios entre naciones dentro de un mismo Estado, especialmente la ausencia del derecho a crear un Estado independiente.
Los oportunistas turcos son objetivamente un puntal de la política chovinista de la burguesía turca y del nacionalismo kurdo, constituyendo una piedra en el camino para la organización internacional de los proletarios turcos y kurdos en un solo Partido proletario de nuevo tipo.
Caracterizando a Turquía como "Estado plurinacional" ("multinational", más usual en inglés), Kaypakkaya afirma que el veneno chovinista turco infecta, como no puede ser de otra forma, a una parte de las masas turcas, y ello provoca la reacción nacionalista kurda del otro lado.
El revolucionario turco señala con el dedo a aquellos que describen como "progresiva" o incluso "revolucionaria" el sofocamiento brutal de las rebeliones kurdas por el Estado turco, tildándolos de "incorregibles nacionalistas de nación dominante".
De paso, Kaypakkaya desmonta a los socialpatriotas que rechazan el programa del marxismo revolucionario en el problema nacional con el pretexto de que el derecho de autodeterminación es un "instrumento" de las grandes potencias para "dividir" y "enfrentar" a los proletarios.
Excusa barata que, por cierto, ya fue desmontada por Lenin hace mucho tiempo (imagen izquierda). Hacer uso de tal argumentario falsario llevaría también a rechazar el principio comunista de fusión de las naciones (imagen derecha). Kaypakkaya muestra una gran maestría del tema.
Como lo muestran estos fragmentos en los que se refiere a las maniobras del antiguo imperialismo británico para enfrentar a unas naciones y otras:
Kaypakkaya plantea qué deben hacer los comunistas turcos y kurdos ante un referéndum: libertad de unión en la nación oprimida, derecho a la independencia en la nación opresora (el apoyo a la independencia solo se da si beneficia al proletariado revolucionario del Estado turco).
Mientras el Kurdistán siga formando parte del Estado turco, al menos, el proletariado de avanzada de una nación y otra se organiza en un mismo Partido, que es ya el ejemplo orgánico de fusión de proletarios de distintas naciones y, por tanto, de superación del problema nacional.
Por tanto, no se da ningún fetichismo de las fronteras estatales en Kaypakkaya, ni para alimentar al chovinismo turco ni para sostener la nacionalización de las masas kurdas, el nacionalismo kurdo, aunque el revolucionario turco diferencia un nacionalismo de otro, lógicamente.
Los principios son claros: defensa sin ambages del derecho a la independencia para la nación kurda; supeditación del apoyo efectivo (o no) a la independencia a los intereses supremos de la revolución proletaria, del comunismo. Partícula supeditada al todo, que decía Lenin.
Como auténtico comunista internacionalista, aun siendo parte objetiva de la nación opresora, a Kaypakkaya no le tiembla la voz para denunciar, tras desenmascarar el nacionalismo militante de la burguesía turca, la mezquina estrechez nacional de la burguesía nacionalista kurda.
Los revisionistas prosoviéticos turcos alimentan con su línea oportunista no solo al chovinismo turco de gran nación, sino también al nacionalismo burgués kurdo. Insisto, Kaypakkaya demuestra un abordaje revolucionario del tema que ya quisieran muchos comunistas "occidentales".
El revisionismo Shafak defiende en la práctica la línea nacionalista burguesa turca, pero haciendo piruetas dignas del Circo del Sol para beneficiar también a determinados sectores de las clases dominantes kurdas.
Los oportunistas turcos, sigue denunciando Kaypakkaya, se autoengañan y engañan a las masas de Turquía cuando afirman que "todos los obreros y campesinos de Turquía apoyan al pueblo kurdo contra la opresión...".
Todo el galimatías de los revisionistas cómplices del nacionalismo turco se traduce en que apoyan "el derecho del pueblo kurdo a la revolución" (?!).
Más allá de la palabrería, los socialchovinistas turcos defienden de facto la unidad nacional y la integridad territorial del Estado burgués turco, pues necesitan de ambas para su política reformista de colaboración de clases. Y así lo denuncia Kaypakkaya sin contemplaciones.
Línea política reformista de los estratos aventajados de la clase obrera y su burocracia que, incluso, recurre vergonzantemente al nacionalismo burgués y furibundamente anticomunista de Kemal Atatürk.
Una vez más, toda la charlatanería del revisionismo Shafak se traduce en tratar de aunar en un mismo proyecto político interclasista, reformista, el nacionalismo turco y el nacionalismo kurdo.
Frente al programa de los socialpatriotas turcos, Kaypakkaya levanta el único programa que puede solucionar el problema nacional en el Estado turco y fusionar, contra todo nacionalismo, a los explotados kurdos y turcos (y de otras nacionalidades) en un solo Partido Comunista.
En ese programa se incluye, por supuesto, la defensa por parte de la "clase consciente proletaria" (Kaypakkaya usa mucho esta expresión) del contenido democrático del movimiento kurdo contra la opresión nacional, contra todo privilegio de índole nacional.
Sin embargo, la clase consciente proletaria del Estado turco debe limitarse a la reivindicación negativa, por lo que en ningún caso ha de apoyar las ambiciones positivas nacionalistas de la burguesía y la clase terrateniente kurdas. ¡Más claro que las aguas de Bodrum!
Kaypakkaya insiste una y otra vez en el problema político medular de la opresión nacional: constituir un Estado propio no puede ser un privilegio de ninguna nación. "Los comunistas no defienden en absoluto privilegios nacionales. Abogan por la igualdad total entre naciones".
El comunismo revolucionario está por el principio internacional de indisolubilidad de la lucha de clases, por la unión entre explotados. Pero dicha unión debe estar basada en lazos fraternales, voluntarios y conscientes, no en la unidad forzosa del centralismo burocrático.
Llevando los principios universales del marxismo al terreno de la lucha de clases en Turquía, Kaypakkaya define la posición concreta que debe adoptar el movimiento revolucionario del Estado turco sobre la eventual independencia del Kurdistán turco.
Posición que cortocircuita a uno y otro nacionalismo, especialmente al turco, el más reaccionario y antiproletario.
Primer escenario. Si la secesión del Kurdistán perjudica los intereses de la revolución en Turquía, el proletariado revolucionario no la apoyará en ningún caso.
Primer escenario. Si la secesión del Kurdistán perjudica los intereses de la revolución en Turquía, el proletariado revolucionario no la apoyará en ningún caso.
Aunque, evidentemente, será un rechazo digamos demcocrático, persuasivo; en ningún caso brindando apoyo al nacionalismo burgués turco que mantiene a ambas naciones unidas bajo la fuerza, al modo burocrático-militar, semifascista, y no de forma democrática y libre.
Y, por supuesto, eso excluiría completamente cualquier apoyo a toda clase de intervención externa, de uso de la fuerza que sería un torpedo en la línea de flotación del internacionalismo proletario efectivo en Turquía, que agudizaría el chovinismo de un lado y de otro.
Pero ¿y si la separación, la creación de un Estado kurdo en Turquía favorece los intereses estratégicos de la revolución socialista? En ese caso, ¡el proletariado consciente de Turquía apoyará efectivamente la secesión! Puro internacionalismo proletario en muy pocas palabras.
Kaypakkaya demuestra cómo es el nacionalismo de la nación dominante el que, al agudizar el problema nacional, radicaliza al nacionalismo de la nación oprimida. Así pasó también en el Kurdistán turco, donde el movimiento nacional kurdo no pedía en su momento la independencia.
La política ultrachovinista, de tierra quemada, del nacionalismo turco ha sido la principal responsable de agravar un problema que incluso podría haberse atenuado con tibias políticas de autonomía, respeto a la lengua kurda, etc. Kaypakkaya menciona el caso de Barzani en Irak.
Recordando las peticiones de "practicismo" a Lenin por parte de Luxemburgo, Kaypakkaya diferencia nítidamente entre defensa del derecho de autodeterminación nacional y apoyo, o no, efectivo a la independencia, cosa que no puede figurar previamente en el programa del Partido.
Rememorando la actitud ejemplar de los bolcheviques frente a la independencia de Finlandia en 1917 (primera imagen), Kaypakkaya sintetiza así el programa que debe enarbolar el proletariado consciente de Turquía para la solución del problema nacional y por la revolución.
Una pena que muchos textos del movimiento comunista de Turquía no estén traducidos del turco a otras lenguas. Escritos como este de Kaypakkaya son un gran ejemplo de defensa de la línea revolucionaria en Estados burgueses como el turco, auténtica prisión de naciones también.
Terrible y a la vez simbólico que Kaypakkaya cayera a manos de torturadores y verdugos turcos en Diyarbakir, la gran ciudad de mayoría kurda. Una especie de ofrenda internacionalista a quien dio la vida por hermanar a proletarios turcos y kurdos y por la revolución mundial.
Por si alguien desea leer hilo en una misma página: threadreaderapp.com/thread/1256874…. (Hay una pequeña errata, que no altera nada el contenido: obviamente, donde está escrito "digamos demcocrático" quería decir "democrático".) Animo desde aquí a todo comunista a estudiar a Kaypakkaya.
