Lola acaba de abrir el bar. Ha colgado un cartel que dice: "Prohibido hablar de coronavirus y de política". Y de qué hablo con los amigos, le pregunto. Y responde: "Háblame de África, chaval. Hace mucho que me apetece ver pelis y ler sobre África".
¿África negra o Áfica moro-sahariana?, pregunto. "Empieza por la moro-sahariana", responde Lola, "que para eso estoy leyendo El misterio del Agua Azul". Así que bueno, por ella empiezo mientras van entrando los amigos.
Y el primero que entra, pide una caña y me dice: A ver si adivinas de qué peli es esta foto, camarada". 
Voilá.
"Arenas de muerte". Wayne y Loren en África. Una combinación en apariencia imposible. La película, infame. Ellos, maravillosos.
Más Wayne y más Loren.
Pero mi John Wayne africano favorito sólo puede ser éste:
Por cierto, la barra del bar de Lola ya está llena, aunque al fondo aún queda sitio. Y varios amigos hace rato han despejado la incógnita...
Ice cold in Alex. "Fugitivos el desierto". Una película que vi de niño y no olvidé jamás. Una película extraordinaria.
El respetable me pide una española. Alguno pregunta si también la hubo. Y sí, la hubo. Y es casi documental, lo que, aparte mensajes ideológicos, la hace interesante y valiosa. "Harka" es nuestros Tres lanceros bengalíes.
Y ya que hablamos de pelis con valor casi documental, se admiten apuestas sobre el título de esta pequeña obra maestra.
Sí, en efecto. Era ésa. Rodada con la Legión de verdad y en escenarios naturales, antes de la Guerra Civil. Según la novela de Pierre MacOrlan, y con el enorme Jean Gabin. Una verdadera joya.
Y ya que estamos entre legionarios intrépidos, aprovechemos para recordar la pelí-novela de la Legión por excelencia
Tatatachaaaan.
Es aquí donde Lola me deja hacer una pausa para la publicidad. Como supongo que ya la han comprado todos ustedes, no insistiré demasiado.
Volvamos al desierto. Bogart y Guerra Mundial. También palabras mayores.
Aunque para guerra en el desierto, la que no puede perderse quien no la conozca es esta absoluta obra maestra: "Un taxi para Tobruk". De ésas que vi de niño y me marcaron para toda la vida. Con todos, y en especial Hardy Krüger, para comérselos con patatas. Incluso crudos.
Claro que de SGM y desierto no puede hablarse en serio sin mencionar "Las ratas del desierto", con un Richard Burton extraordinario. Zámpense el trailer entero, que vale la pena. Una película de guerra de las que parecen rodadas en guerra de verdad.
Hasta Sherlock Holmes se paseó por África... Mi adorado Basil. Hasta en Argel me lo creo.
Aunque un poco más abajo de Argel también hay cosas interesantes. Puede uno (o una) encontrarse con gorilas en la niebla.
Y con Robert Redford lavándole el pelo a Isak Dinesen, o viceversa, para conservar en esta foto la memoria de África.
Incluso con el inmenso Clint Eastwood dispuesto a ser John Huston y cazar un elefante mientras rueda "La reina de África".
Hasta Ralph Fiennes puede aparecer por allí, africaneando.
Pero nadie sino John Ford consiguió juntar a estas dos mujeres en África y en una obra maestra.
Por cierto, que hay amigos que entre copa y copa me dicen que si no menciono ésta, dejan de seguirme en Twitter. Y tendrían mucha razón.
Y sin embargo, qué pocos recuerdan otra obra mestra absoluta, de las que también marcaron especialmente mi infancia, mi juventud y mi futuro: "Último tren a Katanga".
Cuando vi esta africanísima película me convencí, para siempre, de que Leonardo di Caprio es un actor extraordinario.
Y a ver si completan ustedes el tuit con el título de ésta.
O con el de ésta:
Subimos del África negra al África menos negra. No románticos, abstenerse.
Esta mañana, hablando con Javier Marías, me dijo que no conocía esta peli, que transcurre en Túnez. Le he dicho que no es gran cosa; pero que ver a Trevor Howard y a Anouk Aimée cuando empezaba y sólo era Anouk, ya vale la pena.
Si pasamos de Túnez a Argelia, este remake de "Pepe le Mokó" llamado "Argel" no está nada mal.
Pero pudiendo ver el original, no hay color. Jean Gabin enorme, como suele. Pura casbah de Argel. También pura juventud mía, cuando estuve unos meses de corresponsal allí y cada noche iba a la Casbah buscando su huella mientras comía dátiles después de cenar.
Para dar la de arena tras la de cal, una cursilada africana sin pies ni cabeza, pero con Marlene Dietrich dentro, lo cual compensa de sobra al espectador paciente.
Y ahora, otra pausa para la publicidad mientras descando los dedos de la tecla y alguno de ustedes me paga una copa. "El misterio del Agua Azul", ya saben. O sea, Beau Geste.
Los que protestan porque aún no he mencionado ésta hablando de pelis en África llegan ya al insulto. Vale, de acuerdo, tiene razón. Ahí va. Poner el título sería ofenderlos a ustedes.
Por cierto. Otra indiscutible obra maestra.
Y hablando de obras maestras, una de las versiones. En mi opinión, la mejor.
Pero claro: "Zulú" siempre será "Zulú".
Somalia. Peliculón. Enorme.
Reconozcan que ésta ya no se la esperaban. En "Su mejor enemigo" resulta difícil establecer si está mejor Niven o Sordi. Yo creo que ambos.
Y para terminar mi ronda, descúbranse los caballeros y tiemblen las señoras. Connery + Bergen = disfrute total.
Y, bueno. No olviden pasar ustedes por la librería de la esquina al salir del bar.
