Me escribe un padre muy agobiado pidiéndome ayuda: su hija, de 12 años, sale en #TikTok
Su vídeo más suave consiste en ella con la lengua afuera mientras baila reggaeton de rodillas con carteles que dicen “si quieres tener contento a tu chico, tómate la leche”
Los vídeos los graba ella para promocionarse en la red
¡12 años!
El motivo de su petición de ayuda es desesperado: “necesito eliminar ese material de la red sin contar con la colaboración de ella”.
Tenía más de 25k seguidores, el 30% de ellos, hombres de más de 40 años que no se escondían (a saber cuántos más con cuentas falseadas haciéndose pasar por chavales).
Y ella contenta, por tener un ejército de seguidores 🤦♂️🤦♂️🤦♂️🤦♂️
“Podemos borrarlo, y sin contar con su colaboración o incluso sin su conocimiento de que es usted el responsable del borrado, pero creo que lo oportuno es educarla en el peligro al que se está exponiendo. Si nó, subirá otros vídeos”.
Borrar los vídeos fue coser y cantar. Hasta le cerramos la cuenta (TikTok está prohibida para menores de esa edad y responde rápido). Pero (espero equivocarme) se abrirá otra y volverá a atraer moscardones.
Pero me ha dado una idea interesante.
Yo siempre he defendido que menor+privacidad+internet=desastre, pero sé que muchos no comparten mi opinión.
Y si...
Pero si educamos, controlanos y somos conscientes, podremos ser menos vulnerables al peligro.