En 2015, la oposición venezolana ganó las dos terceras partes de la Asamblea Nacional. Cuatro años después, fue esta legitimidad de origen la que permitió al mundo reconocer la presidencia encargada de Juan Guaidó.
He aquí el primer elemento para analizar el falso dilema electoral: el régimen político chavista ha mutado. Aprendió las lecciones de las últimas elecciones competitivas que permitió.
Uno de los factores que obstaculizó la renovación de los poderes fue la amenaza de persecución del chavismo
Finalmente, llega 2019 y la presidencia encargada. A finales de año, se anunció la decisión de iniciar el proceso de renovación del CNE
Ante esto, lo electoral se despeja como lo que siempre fue: un falso dilema.
Las posibilidades de acuerdo con el chavismo en la AN para elegir un nuevo CNE son improbables.
La gran decisión estratégica queda de lado de la presidencia encargada: