Thread by @ItecPsicologia

¿Cómo podemos entender nuestra actividad perceptiva? ¿Es esta un reflejo directo de la realidad? ¿O nos engaña nuestra percepción? Probablemente ninguna de ambas.

Vamos a intentar desgranar esta idea a lo largo de este #psicohilo de hoy.

Cuando hablamos de percepción solemos hablar del sistema visual. Debido a la importancia en nuestra evolución como especie, este sistema parece ser el que más se ha desarrollado en el ser humano, así como uno a partir de los cuales obtenemos más información del medio.

Para entender cómo percibimos tenemos que atender, en primer lugar, la biología de nuestro sistema visual. Pero no basta con eso, ¿por qué tenemos la capacidad de percibir el color? ¿Por qué percibimos a la escala humana y no a una sub-atómica, percibiendo átomos separados?

Las respuestas a estas preguntas están en nuestra historia evolutiva como especie.

En el pasado nos ha sido, obviamente, más adaptativo seleccionar aquellos individuos que tenían la capacidad de percibir en color que aquellos que no. Pero esta no es toda la historia.

¿Está nuestra percepción determinada por nuestro genoma? En parte sí, como es obvio, pero en parte no. Es necesario "algo más". Y aquí entra el aprendizaje.

Pd: Ya se habló en este post acerca de la relevancia del aprendizaje y la plasticidad neuronal.
itecpsicologia.com/cerebro-conduc…

En un experimento clásico, se colocaba a gatos en un habitáculo con únicamente líneas verticales blancas y negras tras su nacimiento. Posteriormente, cuando se les sacaba a contextos naturales, se comportaban como si fuesen ciegos a otras orientaciones.

Es decir, no las percibían. Esto se comprobaba igualmente al examinar las neuronas de su corteza visual, donde había pocas de ellas que reaccionasen a otras orientaciones no verticales.

Aquí puede verse un ejemplo acerca de cómo cierto tipo de estimulación es necesaria para la percepción de determinados elementos del medio.

Otro ejemplo sobre cómo la historia ontogenética del organismo nos puede llevar a diferentes percepciones son los heurísticos de la Gestalt. A diferencia de su existencia como una ley invariante de la percepción o una “reconstrucción” de nuestro cerebro,

estos podrían tener más sentido como patrones estimulares cuya percepción de forma conjunta o "más simple" ha sido condicionada (clásicamente o mediante reforzamiento) en la historia del sujeto, y por tanto es más probable que se dé (esas percepciones) frente a otras.

Por ejemplo, todos somos entrenados en discriminar una figura completa, incluso cuando esta no se muestra completa (y esto es reforzado, en tanto que en nuestros ámbitos naturales lo más común es encontrar detrás una jaula, y no una serie de círculos flotando en el aire).

No solemos ser entrenados en discriminar 3 círculos con aberturas, sino en ver un triángulo. Y nos es útil que siga siendo así.

El mismo razonamiento cobra sentido para otros "principios de la Gestalt". Si vemos una bandada de pájaros, estos se moverán hacia la misma dirección la mayoría de las veces (principio de destino común).

Si 2 elementos están cerca entre sí, es más probable que estén relacionados (2 objetos colocados conjuntamente en el suelo, es más probable que acaben siendo de una misma persona, que de personas diferentes).

A través de variados entrenamientos en discriminación a lo largo de nuestra vida se llegaría a la abstracción de estas relaciones entre estímulos (lo que son los principios de la Gestalt) como situaciones en los que la cercanía, la conectividad, el cierre...

Implican (se han asociado o hemos actuado ante ellos como una) unicidad o una realidad más simple.

Según el experto en percepción Bruce Goldstein: “los heurísticos de la Gestalt se basan en los tipos de cosas que ocurren con tanta frecuencia que los damos por hechos”.

Tras estos argumentos, podemos volver a las preguntas iniciales: ¿qué conclusiones podemos sacar?

En primer lugar, la percepción no parece un proceso que sea "un reflejo directo de la realidad" o "algo que nos engañe".

La percepción tiene, quizás, más sentido siendo entendida como un proceso interactivo del organismo con su ambiente. Este proceso es resultado, tanto de la historia evolutiva, como de vida (aprendizaje o interactiva) de dicho organismo, como se ha ejemplificado.

Esta forma de conceptualizar la percepción seguramente ayude a entender, en un sentido más explicativo (en lugar del meramente descriptivo), ciertos fenómenos perceptivos clínicos "anómalos",

como suelen ser las alucinaciones o la "percepción de la imagen corporal", no tanto en un sentido de percepción errónea, equivocada o "engaño" (perceptivo), sino de una percepción generada en función de un contexto particular y una historia interactiva que son su razón de ser.