No se la quieren hacer porque no presenta síntomas, a pesar de que lleva resultado de la prueba rápida.
No solo eso, le dicen que esa prueba es negativa, a pesar de las tres rayas rojas.
Acude nuevamente a IMSS para pedir orientación: además de confinarse, ¿qué sigue?
Le dicen que que se vaya y se encierre. Que ellos están para atender casos realmente graves. No lo dejan entrar.
Pero la escasa información que se da y, en este caso, equivocada, propicia más contagios.
Lázaro pudo acudir a un laboratorio privado y ya está confinado.
Se ha dicho por meses: sin pruebas masivas la pandemia se prolongará y habrá más muertes que serían evitables.
Lázaro pudo haber contagiado a muchos más sin la prueba.