El intento de que, ahora que sufren ellos los escraches, los podemitas capten el principio "Acosar a un político del que discrepas está mal" están abocados al fracaso. Y por buenas razones. Para ellos, la clave no está en lo formal ("acosar") sino en lo material: quién es acosado
Para ellos, por tanto, es una falacia comparar "acoso a un malvado" (básicamente, todos los que no son ellos) y "acoso a un bienhechor" (ellos) solo porque ambas frases compartan el verbo "acosar". Igual que sería absurdo comparar "me comí unas patatas" con "me comí a este señor"
Estando así las cosas, solo quedan dos opciones:
1) Aceptar su modo de ver las cosas, y dejar que ellos acosen impunemente a quienes ellos decreten como "malvado". Mas eso implicaría someter nuestro juicio moral al suyo, y eso es algo que desde Sócrates a muchos no nos mola hacer
1) Aceptar su modo de ver las cosas, y dejar que ellos acosen impunemente a quienes ellos decreten como "malvado". Mas eso implicaría someter nuestro juicio moral al suyo, y eso es algo que desde Sócrates a muchos no nos mola hacer
2) Cuando hay discrepancias irresolubles en el modo de ver los principios morales entre dos grupos, en filosofía política sabemos que existe también otro modo de tratar de pacificar la cosa. Es el "modus vivendi", que no significa aquí "modo de vida", sino "pacto de convivencia".
Un "modus vivendi" implica decir: "Sé que nunca estaremos de acuerdo moralmente y que tu modo de ver la vida (en este caso, 'yo, podemita, sí puedo acosar y tú, no-podemita, no') es incompatible con la mía. Pero hagamos un pacto, no convencidos por razones, sino por conveniencia"
El pacto es: aunque tú crees que tienes legitimidad para acosarme, lo cierto es que otros podrían pensar que la tienen para acosarte a ti, y esto se volvería dañino para todos. Ergo mejor acordamos meter nuestras legitimidades en la guantera y, simplemente, pasar de acosarnos.
Nótese que así se consigue que uno (en este caso, el podemita) tenga un motivo para dejar de acosar a los demás aunque no haya cambiado su idea sobre lo muy legitimado que está para ello. De hecho, en política internacional funcionan a menudo los modus vivendi. ¿Son lo ideal? No.
Pero en política (en lo humano) hay que habituarse a que a menudo las cosas no son las ideales. Como filósofo, para mí lo ideal es que los podemitas se convencieran y dejaran de sentirse legitimados para acosar. Como ciudadano, si paran de hacerlo solo como modus vivendi, me vale
