¿Has sentido que te la “colaban” alguna vez con la teoría de las inteligencias múltiples? ¿Te gustaría tener argumentos objetivos sobre ella? Acompáñame. Dentro hilo. 👇
En 1983 Howard Gardner publica “Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences”, dirigido a la comunidad científica que durante las décadas siguientes criticaría su propuesta en multitud de ocasiones.
Sin embargo es otra comunidad la que aplaude y abraza la teoría del psicólogo americano. La comunidad educativa ve con otros ojos el libro, tal vez por los motivos que Serge Larivée expuso en 2010:
Por un lado el estilo del libro era más cercano al periodismo que a la ciencia. Era accesible y con un estilo de comunicación cercano a los docentes.
Por otro lado los docentes encontraron en él una forma de combatir el fracaso escolar de alumnos con menor aprovechamiento en las materias lógico-matemática y lingüística al considerar otras formas de inteligencia.
La propuesta de Gardner cuestionaba los métodos tradicionales. Y es de sobra sabido lo que gusta hoy por hoy a la sociedad desde diversos estamentos atizar al sistema educativo. Así que algunos se subieron al tren sin prestar demasiada atención a la consistencia de la propuesta.
La teoría era tremendamente golosa para una comunidad cuyo rasgo distintivo es un fuerte creencia en el ser humano. Los docentes (y lo digo sin ninguna base científica) tendemos a creer en nuestros alumnos y tratar de encontrar en ellos rasgos positivos que inviten al optimismo.
¿Y qué hay más esperanzador que pensar que todo alumno tiene una inteligencia por descubrir que ha quedado siempre relegada en la escuela? ¿Y si el problema es que estábamos equivocados y confundíamos la inteligencia con una forma concreta de ser inteligente?
¿A caso un alumno que es capaz de practicar un deporte con facilidad no es inteligente de otra manera? ¿O no es inteligente quien juega bien al ajedrez, o dibuja objetos con realismo o toca un instrumento con precisión?
Seguro que como yo, has oído esta teoría, te ha sonado muy bien, quizás hasta te ha gustado oírla… Pero debemos estar dispuestos a que la verdad arruine una bonita teoría educativa. Y resulta que el modelo de Gardner tenía muchas incongruencias.
En primer lugar la inteligencia tenía una definición formal y se habían establecido formas de medirla (que por cierto abarcaban muchos aspectos que Gardner incluyó en su teoría). Sin embargo Gardner no aportó ningún mecanismo objetivo para medir "sus inteligencias".
En segundo lugar Gardner estableció siete inteligencias para posteriormente añadir otras dos. Aunque estableció unos criterios para decidir qué era y qué no era una inteligencia lo cierto es que no tenía una base científica sólida que apoyara esta clasificación.
Es decir, Gardner ideó una clasificación que no tiene ciencia que la soporte. Es una hipótesis, no una teoría contrastada.
Así Geake, John (2008) apuntaba que los estudios realizados sobre imágenes cerebrales mostraban que el cerebro humano opera con una inteligencia general aplicada a múltiples áreas de desempeño. No hay áreas del cerebro conectadas a cada una de esas inteligencias.
En ése mismo estudio se señalaba que los intentos por aplicar estas ideas en el aula no habían encontrado ningún beneficio educativo.
En cierta medida la explicación de Gardner de las inteligencias es una tautología. Por ejemplo, la inteligencia kinésica se define por la habilidad de utilizar el cuerpo, y esto explica que un individuo que utiliza bien su cuerpo es quien posee una buena inteligencia kinésica.
El mismo razonamiento circular se aplica a otras formas de inteligencia. Así aparece como un problema el empeño de Gardner en hablar de estas “inteligencias” como departamentos separados e independientes y en el hecho de llamarlas así.
Nadie niega la existencia del talento y las aptitudes. Pero la teoría de Gardner funcionó porque llamó inteligencia a esas capacidades, haciéndonos a todos inteligentes a nuestra manera.
Entre las críticas para mi destaca la de Demetriou en la que afirma que cada una de las áreas de la inteligencia se relaciona con las demás a través de varios subprocesos que conforman la inteligencia general del individuo, y esta relación hace que la inteligencia sea eficiente.
Estos subprocesos que relacionan las diversas áreas de la inteligencia son la velocidad de procesamiento, funciones ejecutivas, memoria de trabajo, y procesos meta-cognitivos que subyacen a la consciencia y la autorregulación.
Todos estos procesos se integran y conforman la inteligencia general del individuo. Y a esto me gustaría añadir que no necesitamos sentirnos todos inteligentes para sentirnos valiosos.
Y tampoco necesitamos una teoría que nos dé motivos para valorar a nuestros alumnos y sus capacidades sean éstas cuales sean. Lo que sí que necesitamos es educación. Para todos. De calidad. Y cada vez más, basada en evidencias.
Nota aclaratoria sobre éste y otros hilos:
En los hilos recientes trato de volcar con cierta objetividad mis hallazgos en libros y publicaciones, haciendo uso de los artículos citados y leyendo las opiniones de los autores vuelco esas ideas en un hilo. A veces de forma literal.
En los hilos recientes trato de volcar con cierta objetividad mis hallazgos en libros y publicaciones, haciendo uso de los artículos citados y leyendo las opiniones de los autores vuelco esas ideas en un hilo. A veces de forma literal.
Difícilmente puedo responder con precisión científica de todo lo que en ellos se menciona. Pero puedo deciros (y de hecho así lo hago) de dónde salió la información para que vosotros podáis contrastarla y beneficiaros como yo de leer, pensar y cuestionar lo que nos dicen.
No soy un experto en ninguno de los temas aquí desarrollados. No pretendo hacerme pasar por uno. Críticas y aportaciones respetuosas son siempre bienvenidas.
(1) Las Inteligencias Múltiples de Gardner. ¿Descubrimiento del Siglo o Simple Rectitud Política? (Serge Larivée, Universidad de Montreal)
(2) Geake, John (2008). «Neuromythologies in education»
(3) Multiplying the Problems of Intelligence by Eight: A Critique of Gardner's Theory Author(s): Perry D. Klein (1997)
(4) Demetriou, A.; Spanoudis, G.; Mouyi, A. «Educating the Developing Mind: Towards an Overarching Paradigm», artículo en la revista Educational Psychology Review. 23 (4): págs. 601-663; 2011. doi:10.1007/s10648-011-9178-3
