Unos 120 km al norte de Berlín, hace 3.300 años tuvo lugar una batalla de grandes dimensiones en El Valle de Tollense. Los estudio arqueológicos iniciados en 1996 indican que combatieron unos 5.000 guerreros. 
Los restos encontrados, sugieren que unos 1.000 de ellos murieron en el campo de batalla, siendo el yacimiento, testimonio de la batalla más grande de la Edad de Bronce en Europa.
Ahora, parte de los restos de aquellos combatientes han sido utilizados para estudiar la velocidad con la cual se propagó la tolerancia a la lactosa por Europa.
A pesar de lo difundido que está el consumo de leche en Europa, y la tolerancia a la lactosa de sus poblaciones, dos terceras partes de la población mundial sigue siendo intolerante.
Algo normal, los humanos somos la rareza entre los mamíferos. No hay ningún otros mamífero que digiera leche cuando son adultos. Ni los gatos, a los que se les suele ofrecer un bol de leche.
Pero entre los humanos, algunas poblaciones sí que poseen una mutación genética que permite a las enzimas de lactasa a digerir los azúcares de la lactosa que hay la leche.
La batalla de Tollense tuvo lugar 4.000 años después de la introducción de la agricultura y la ganadería, que permitió a los humanos el consumo diario de leche de los animales domesticados.
El análisis genético, de una muestra de los guerreros recuperados, demuestra que sólo 1 de cada 8 de ellos poseía la variante genética que les permitía digerir la lactosa.
Al comparar con individuos recuperados de la Baja Edad Media, hace menos de 2.000 años, que habitaron el centro de Europa, el 60% eran tolerantes a la lactosa.
Hoy en estos países, la población con esta variante oscila entre el 70 y el 90%. Demostrando que la variante que permite a los adultos beber leche se propagó muy rápido por Europa.
Las estimaciones del estudio, son que en aquella época las personas con dicha mutación tenían un 6% más de posibilidades de tener hijos que los que carecían de ella.
El estudio genético de la frecuencia histórica de esta variación, es una evidencia de selección positiva entre las poblaciones humanas. Un cambio realmente rápido en unos pocos miles de años.
¿Por qué digerir el azúcar de la leche proporcionó una ventaja evolutiva tan grande?
La leche es una bebida muy energética, y además, a diferencia del agua u otras fuentes externas, raramente está contaminada.
La leche es una bebida muy energética, y además, a diferencia del agua u otras fuentes externas, raramente está contaminada.
Así, los autores sugieren que su ingestión pudo haber proporcionado mayores posibilidades de supervivencia durante los períodos de escasez de alimentos o cuando los pozos estaban contaminados.
Enlace al estudio:
cell.com/current-biolog…
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