Thread by @danielurena

Mañana empiezan los debates presidenciales en Estados Unidos, sin duda uno de los hitos más importantes de toda la campaña. En este HILO, recopilamos grandes momentos en la historia de los debates de EEUU. #compol #USA2020

1.Kennedy vs. Nixon, 1960. Hubo cuatro debates en TV en esta campaña. En el 1º vimos a un Nixon pálido y sudoroso, frente a un JFK mucho más seguro, gracias a la formación que había recibido sobre cómo desenvolverse ante las cámaras. Comenzaba así una nueva época. #compol

2. Carter vs. Reagan, 1980. Reagan fue un maestro en el arte de debatir y esta rápida respuesta a Jimmy Carter arrancó las carcajadas del público: “There you go again”. #compol.

3. Reagan vs. Mondale, 1984. A Reagan le acusaban de ser demasiado mayor para ocupar el Despacho Oval, pero con maestría y sentido del humor desmontó este ataque, produciendo incluso la risa de su rival. #compol.

4. Quayle vs. Bentsen, 1988. En el debate vicepresidencial de ese año un “zasca” tremendo se apoderó del escenario cuando Lloyd Bentsen espetó a su oponente: “Senator, you are NO Jack Kennedy”. #compol

5. Bush vs. Dukakis, 1988. Otro momento clave fue cuando Dukakis respondió a la pregunta de si estaría a favor de la pena de muerte si su mujer fuera violada y asesinada. Su respuesta fue tan fría que reforzó aún más los ataques contra él de débil contra el crimen. #compol

6. Bush vs. Clinton, 1992. Imposible no recordar cuando a George H. W. Bush se le escapó durante el debate una miradita al reloj en el turno de preguntas de los espectadores, transmitiendo así su incomodidad. #compol

7. Bush vs. Gore, 2000. En medio de una respuesta que estaba dando George W. Bush, Al Gore se levanta y se acerca. Ante la sorpresa de Bush, le sonríe, le saluda y continua con su respuesta, generando la carcajada del público. #compol

8. Trump vs. Clinton, 2016. Con su peculiar estilo, Donald Trump dio una contundente respuesta a Hillary Clinton en mitad del debate: "Porque estarías en la cárcel". #compol

Conclusión: la clave de los debates no es memorizar una larga lista de cifras y datos, sino cómo conectar con la audiencia y cómo adaptarse a los códigos y el lenguaje de la TV. Un mensaje claro y contundente no tiene que estar reñido con un estilo aburrido. Todo un desafío.