Leo con espanto que "Eme Dj" ha tenido que regresar a su pueblo gallego natal, abandonando su Malasañitita. Otra mejor mente que se nos va de un Madrid macilento y hostil en este doloroso éxodo de juventud, vida y talento. Teardrops fueron shedeadas.
Amable recordatorio de que si quieres sumergirte en el mar de almas de la metrópolis en busca de tu identidad como videoartista vegana bisexual que tiene citas con enanos albinos BDSM de Tinder sin que se entere toda Soria vía tu tía Paqui
tienes que pagar alto alquiler
Amable recordatorio de que cuando los muros del parque temático de piedras medievales de tu comodísima ciudad natal se te antojan una cárcel de 500m cuadrados de cuyos mismos 3 bares de calimocheo adolescente y 0 salas de cine ansías por escapar
tienes que pagar alto alquiler
Amable recordatorio de que cuando te asfixia ese clima provinciano de gestapo rumorológica, ese mar de calma chicha moral y hasta genética, que el panadero tiene la misma frente que tu tío Efrén, que incluso el panadero es tu tío Efrén
debes pagar alto alquiler
Amable recordatorio de que si el cuerpo te pide bajar a comprar el pan en pijama y sin duchar oliendo a lefa reseca y que a nadie le importe, y acabar en un local industrial de Pueblo Nuevo esnifando fentanilo con un "gang" de lesbianas berlinesas
has de pagar alto alquiler
Amable recordatorio de que a Madrid se viene a malgastar 300 o 400 óvulos con mamarrachos que no te quieren, a pasarlo mal (pero te ríes), a suspirar pensando que si cambias el escenario van a cambiar los actores y a que todo está mal, salvo tú
y a pagar alto alquiler.
Si quieres sangrar por el ano en un portal un martes a las 4am sin que a nadie le importe, si te has pasado el Tinder de Badajoz en 25min, si estás hasta los cojones de los tuper d tu madre, si "el campo" te aburrió al 2o domingo
ven a Madrid ven, a morir y a pagar alto alquiler
En la ferretería de Ribera de Curtidores un skin-head sharpero vallecano acaba de despacharme 1 enchufe, 1 colgador y 4m de cable en 35sg por sólo 21.50€. Había 17 personas esperando para entrar y al salir me había subido la tensión arterial 9 puntos.
Después un pakistaní yihadista en su decimosexta hora de trabajo me ha vendido 1 mango podrido a 4.50€/kg y 1 melocotón que según la viuda gitana de 105 años y luto rigoroso que tenía al lado era "gloria benditaaa".
En la plazuela un conjunto de "latin-jazz" toca unas tonadillas. Todos tienen gonorrea y uno, también SIDA. Madres solteras con gafas wayfarer y zamarricas con borreguilo bailan con sus hijos entre cacas de perro (hoy les toca a ellas el nene: Alejandro).
Parejas de amantes jóvenes, ellas aún con medias negras, rotas, se contonean frente al "jaz quartet" sin nada ya que decirse tratando de que el otro no crea que son aburridos. Agotaron todos los temas de conversación ayer a las 21h: tampoco tenían mucho en la sesera to begin with
En la Travesía de la Encomienda, AKA La Calle Más Meada de Madrid, han instalado unos cubículos entre mamparas para que puedas degustar los productos típicos de tan incomparable marco: café torrefacto en vaso duralex con patata frita "ruffle" mohosita
3€ + "servicio terraza"
Los afortunados comensales sin duda ven compensados sus altos alquileres por el privilegio de degustar tales manjares rodeados de zurullos cánidos, colchones con piojos que picaron a Napoleón, "urban art" sobre muros orinados y gargajos macerados en gargantas congoleñas.
Me contaron que durante la Guerra Civil la ropa tenía tantos piojos que cuando bajabas la cremallera de tu chaqueta ésta iba triturando la masa piojosa y goteaba una especie de sangre. La cremallera sangraba piojos espachurrados.
Madrid también sangra piojos humanos que beben café torrefacto en callejones meados. Algunos caen pero son rápidamente sustituidos por los Generadores del Gauntlet de Piojos Humanos de Extramuros en Soria, Huelva y Cáceres. Todos ellos agradecidos porque #altoalquilerhandepagar
A pocos metros una colorida cafetería disfruta de un éxito efímero, pero contundente: habilitó una especie de soportal para poner unas mesas, un suelo de damero que da bien en foto, un personal convenientemente tatuado y una carta "ad hoc" de smoothies, tostas de aguacate y tés.
Su nutrida clientela hace cola por sentarse en el soportal: se compone en un 80% de mujeres de menos de 27 años. Tremendas FILA con plataforma, "mom-jeans" de pata de elefante y uñas de porcelana. La foto para Instagram en tan rabioso vórtice de la moderna creatividad cotiza alto
A pocos metros un negro duerme en la cáscara gigante de un mango podrido, entre meados torrefactos, mientras canturrea "madriiii.. madriii.. madriiii". Las ratchetitas posan contentas frente a su "poke bowl" de açaí. Si quieres disfrutar de esta totentanz, #altoalquilerhasdepagar
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
En realidad lo habitual es encontrarme fumado en las escalinatas eavesdroppeando las conversaciones de los gitanos y tomando notas o sippeando un coldbrewito de 3.50 pavarracazos frente al local de boxeo haciendo comentarios heteropatriarcales tipo "seeenoencaja bien"..
.. irrumpiendo en la barbería hipster de 35€ el afeitado con unas bolsas de basura atadas al torso al grito de alahu ackbar, o paseando con el pito por fuera del Teatro Pavón aka el bar para que los jóvenes guionistas se narren unos a otros Su Proyecto y se coman un mojonaso.
Su forma fálica, su poder destructor, su carácter clandestino.
Se relaciona con ellos como después hará con las drogas: "Quién tiene? ese tiene... ¿tienes? tengo... pues VAMOS"
Recuerdo el stash. La bolsa de petardos en la cajonera. Un niño toca obsesivamente dos cosas durante las interminables horas de Sociales: su obsesionante, misterioso pene, de poder aún ignoto, imaginado, y su bolsa de gorditos, compactos petardos, de poder más que constatado.
Después huele sus dedos: el olor a orina, a sudor infantil, a esmegma y a pólvora. El olor de la victoria infantil.
En Madrid vendían unos petardos ridículos, "para niños", en cajas de 20 o 50, hechos de papelito, unas mechas que eran una tirita de cartón. Potencia mínima.