Estos kayakistas casi se convierten en unos modernos pinochos. Se acercaron al banco de peces para ver de cerca a la ballena y esta les dio un buen susto... aunque no tanto como aparenta en el vídeo. En ningún momento estuvo el Kayak dentro de su boca.
Fue golpeado y levantado lateralmente, un buen susto sin duda... eso sí, la mujer relata en los medios que al llegar a la playa tenía un gran número de peces dentro de su ropa 😅 Se salvaron de ser engullidos por la ballena, ¿por ella?...
Viendo la cantidad de gente que hay en la zona lo raro es que no suceda más a menudo... las ballenas tienen que hacer verdaderos malabares para emerger y moverse por allí sin darle un susto a nadie.
Obviamente la historia de Jonás o de Pinocho engullidos por ballenas, no solo son ficciones sino ficciones imposibles. Una ballena jamás podrá tragarse a una persona, ni peces de grandes dimensiones...su esófago es estrecho, adaptado para alimentarse de plancton y peces pequeños.
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“Memorícenla, porque pronto estará destruida”, dijo Genghis Khan a sus hombres reunidos ante la Muralla China. Los nómadas, unificados y comandados se estaban convirtiendo en la potencia de la zona central de Asia, y ahora miraban al imperio chino.
Entre ellos y las riquezas chinas habían 21.200 kilómetros de piedra y ladrillo que pretendieron cercar a un reino. Un muro que se empezó a levantar hace 2.200 años, mucho antes de que Genghis Khan se plantase ante él.
Desde aquellas remotas épocas, la dinastía Qin, mandó fortificar sus tierras, más allá del río Amarillo para protegerlas de las tribus Xiongnu, una confederación de pueblos nómadas diseminados por lo que hoy es Mongolia.
Habían pasado 20 años desde su partida. Diez años de guerra con Troya y diez más deambulando por el mar hasta finalmente regresar a Ítaca. En ese tiempo los pretendientes de su esposa Penélope se habían apoderado de su casa.
Odiseo no podía presentarse sin más así que decide disfrazarse de mendigo para estudiar la situación y sorprender a los pretendientes. Un disfraz perfecto que no permite que nadie lo descubra, nadie menos uno…
Un viejo perro descuidado, dormido entre montones de estiércol de mula y vaca, levantó las orejas y cabeza a su paso ante el establo. Estaba en tan mal estado que no pudo levantarse pero sí movió la cola.
Hace 13.000 años una mujer caminaba a ritmo rápido por el entonces pantanoso paisaje del actual Monumento Nacional de las Arenas Blancas, Nuevo México. Sus huellas se extienden por 1,5 km.
El rastro hoy en día es visible en la playa del lago Lucero, cuando aquella persona hizo aquel trayecto el suelo estaba enfangado, posiblemente resbaladizo.
A pesar de que el suelo estaba mojado y era resbaladizo, su paso era rápido. Se ha estimado en 1,7 metros por segundo. Una velocidad cómoda al caminar oscila entre 1,2 y 1,5 m/s.
En las manadas de lobos llevan cuidándose los unos de los otros desde hace 1,3 millones de años. Los huesos de piernas y mandíbula fracturados y soldados de 'Canis chihliensis' indican que el animal fue alimentado durante días hasta que se recuperó.
Las lesiones observadas en este lobo ancestral y en los restos de la especie 'Canis dirus' hace 55.000 años, sugieren que los individuos no habrían podido moverse suguiendo al grupo, ni obtener comida por su cuenta, por lo que la recuperación de las heridas implicó cuidados.
El mismo comportamiento que se sigue observando en las manadas de lobos actuales, donde se proporciona comida a los lobos heridos o ancianos, incluso masticando previamente la comida si estos no pueden hacerlo correctamente.
Tras medio siglo alzando la voz y simplificando su canto, el confinamiento por Covid19 de San Francisco ha permitido a los gorriones corona blanca no tener que "gritar" para ser oídos y desarrollar cantos con más matices.
Durante el confinamiento, el tráfico y actividad humana cayó más del 50% y con ello el ruido ambiental. Dicha antropausa permitió temporalmente que los gorriones urbanos recuperasen cantos con frecuencia y volumen como los de las poblaciones no urbanas.
El canto de los gorriones en la ciudad, antes y después del confinamiento, viene a ser como una conversación en una discoteca: alzar la voz, perdiendo con ello gran cantidad de matices. El canto suave y rico desarrollado durante el confinamiento es más atractivo a las hembras.