Telegrama de guerra No.2
Para todas las fuerzas dispuestas a rezar y luchar
"Audentes fortuna iuvat"
Trump acaba de despedir a Mark Esper, secretario de defensa, de la cuestión militar en EE.UU. me ocupé en 2 videos, que pueden consultar al final del hilo…
Primero lo primero, Trump la da las espaldas a los pedigüeños de la transición: despide a Mark Esper, eximio representante del complejo industrial militar, un “top corporate lobbyist”,
y lo sustituye con Christopher C. Miller, director del Centro Nacional Contra el Terrorismo, una agencia de seguridad que por su misión trabaja en estrecho contacto con agencias de inteligencia, incluyendo desde luego CIA y FBI
Este acto de Trump es marcadamente un acto anti-transición, a contrapelo de la que debería ser una práctica “sensata” por parte del ejecutivo, ante la inminencia de tener que iniciar contactos con el equipo de transición del próximo presidente,
en cuyo caso, es de sentido común mantener al personal ministerial, evitando cambios que a su vez deberán tomar tiempo para familiarizarse.
¿O será que a Miller ya lo habían "familiarizado"?
Y cuando pregunto si ya estaba familiarizado, lo hago porque en junio se desató una ola de rumores sobre descontento militar, al mismo tiempo que ocurrió el “incidente Esper” cuando este se negó a sacar los militares a la calle para sofocar los disturbios, tal como lo pedía Trump
A raíz de esta situación altamente inusual, publiqué mi primer video sobre el tema militar USA:
¿Ruido de sables en los EE.UU.?
Ahora bien, si hay una organización que posee información “sensible” sobre cualquier amenaza al orden público (amenazas contra la paz ciudadana) y al orden interno (amenazas contra el Estado), es la organización de la cual proviene Miller,
y esto indica sin lugar a duda, que la administración Trump ha decidido poner en el Pentágono, a un funcionario puramente dedicado al aparato de seguridad, sin compromisos, en el lugar de un polifacético y elitista representante del aparato “corporativo”.
¿Qué puede significar esto?
Pues otra vez vuelvo a pensar en el Transition Integrity Project (TIP) presentado el pasado agosto, sobre el cual hice otro video:
¿Revolución de Colores y Golpe Militar en los EE.UU.?
Porque al parecer todo se está dando tal como se describió, en muchas partes de ese “proyecto”.
Y en ese mismo video también volví a hablar del tema del golpe militar, porque ya para agosto se presentó otra ráfaga de ruidos y con publicidad, notoriedad e insistencia inauditas, y todo esto en concomitancia con la presentación de ese TIP que,
ahora, y ya celebradas las elecciones, al parecer se está convirtiendo poco a poco en un guión.
¿Y cuál podría ser el clímax de ese guión?
Que para poner punto final a la terca rebeldía de Trump, se podría llegar a recurrir a una intervención de las fuerzas armadas para desalojarlo de la Casa Blanca.
¿El golpe de gracia del monstruo del pantano?
¿Acto final grotesco, o acto final heroico?
O…
¿El casus belli?
Esta es una “hipótesis pasiva” donde Trump no logra hacer nada para impedir el desalojo (sea indeseado o deseado) pero podría existir una hipótesis activa, donde Trump, más acorde con su naturaleza, es él el que propina los golpes, o el golpe,
y sobre esto no me voy a explayar, porque ya le he dedicado bastante en los últimos días, y no agregare más, a la espera de eventos relevantes, verdaderamente relevantes.
Mientras tanto, y en contra de toda lógica “profunda” institucional, Trump puso al frente del Pentágono, a alguien que al parecer es una figura no contaminada, una figura fresca, que no viene del pantano.
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Telegrama de guerra No.1
Para todas las fuerzas dispuestas a rezar y luchar
"Audentes fortuna iuvat"
1. Proclamar a Biden como ganador de las elecciones no impedirá el proceso de impugnación, Trump puede quedarse hasta el 20 de enero, así que por ahora no cambia nada. Pase lo que pase Trump debe seguir en campaña política, rompiendo el cerco comunicacional.
2. Censurar a Trump no importa, jugarle sucio a Trump, no importa. El “demócrata instalado en el sistema”, o en la sociedad, sabe que todo esto está mal, pero no importa, lo importante es sacar a Trump, se trata de un “supremacismo” sin remedio, típico de los gauleiter azules.
1. El gobierno único, superestado regulador con su montaña de reglamentos, es la culminación del Estado fuerte neoliberal, al servicio de la agenda globalista (no hay contradicción).
2. Los préstamos, verdaderos contratos mafiosos de “protección” a cambio de sumisión, deberán acompañarse de la aplicación de paquetes estandarizados de medidas de austeridad y reformas, que será vigilada por cada país europeo.
Formadores de opinión venezolanos, en especial "chavólogos" y "militarólogos", por años difundieron la idea de un chavismo capaz de implotar por "contradicciones internas", y "cayéndose a tiros entre ellos", sin entender que la izquierda,
al igual que la mafia, es un saco de escorpiones, muy fragmentado, donde se odian unos a otros, y esa es la historia de la izquierda desde su comienzo, pasando por sus diversas "internacionales", hasta llegar a las federaciones criminales que son hoy en día,
y que necesitan de sistemas de poder, coordinadores y encauzadores de financiamiento, como el Foro de Sao Paulo y otros "foros", que no son los que "deciden" ni "diseñan", porque las estrategias no se definen ni planifican a nivel de foros, sino a niveles superiores
1. La forma como el gobierno de Giuseppe Conte ha manejado la situación en Italia (sobre todo la comunicación), parece ejecutada a propósito para sembrar pánico y cosechar caos, no solo a nivel nacional.
2. El decreto que aisla a 16 millones de italianos, sobre todo del norte, es muy parecido a un decreto de golpe de Estado, de hecho, es inaplicable sin un total despliegue de las fuerzas del orden, no solo a nivel regional.
3. Sin caer en la discusión sobre la real magnitud de la amenaza #Coronavirus, el tomar medidas tardías y parciales, a la zaga de la difusión epidemica, a estas alturas se ha convertido en algo difícil de entender desde un punto de vista meramente "sanitario".