COVID 15/11/2020 Pues aquí estamos otra semana. Yo creo que todos somos conscientes de que en algunos puntos se va respirando mejor. Pero mejor deberíamos revisar con algo más de detalle, que para eso uno es un freak y el cuerpo lo sabe.
Nos quedábamos viendo cómo aunque los casos en España no habían empezado a bajar sí lo hacía la generación de nuevos contagios o tasa de crecimiento, la cual si era suficientemente baja (por debajo de 0), suponía descenso de contagios y remisión de la epidemia.
Hay muchas medidas en marcha en CCAAs que anteceden un confinamiento domiciliario. El toque de queda, cierres perimetrales… a raíz del estado de alarma, y luego medidas de mayor granularidad en CCAAs, han tenido impacto claro. Y eso está bien. 
Pero además, y de impacto adicional, el cierre de hostelería en algunas regiones. Aquí vemos la evolución en dicha tasa entre provincias que han tenido que cerrar hostelería (azul) en alguna forma y las que no (verde).
Se ve que en aquellas que se han visto abocadas a cerrar hostelería, el crecimiento de contagios era mayor y que, el cierre ha acelerado mucho ese descenso.
El cierre de bares en España tiene un gran efecto en los contagios…qué sorpresa, ¿eh? 😜🍺
Cojamos esto con cautela porque como se ve, apenas empezamos a ver descensos en los casos (tasa por debajo de cero) y aún la incidencia es muy alta. Pero de la evolución de esto dependerá la necesidad o no de confinamientos domiciliarios antes de Navidad.
También la semana pasada nos quedábamos con la incertidumbre del impacto en esta evolución en la prevalencia hospitalaria. ¿Está sucediendo? Pues por suerte, sí. La prevalencia hospitalaria ha pasado de crecer un 25% a, en torno, al 5-10%.
Pero ojo. Que hablamos de una presión hospitalaria extrema, que en algunos casos es extremísima y todavía aumentando. La situación es horrible, pero al menos ahora tenemos ciertas esperanzas de mejora.
No obstante, vemos cómo la incidencia nacional a 7 días y a 14 días, incluyendo estimaciones de atrasos parece haber frenado con bastante celeridad un crecimiento que apuntaba a dispararse hace apenas dos semanas.
De hecho, vemos cómo en esta semana, se han incorporado menos casos a la serie que la semana anterior por primera vez desde que empezó el otoño.
Eso sí, el porcentaje de atrasos en las notificaciones ha vuelto a subir, incluso en tiempos en los que los test de antígenos empiezan a desplegarse más en los distintos territorios.
En la positividad vemos cómo no ha habido grandes cambios en el agregado pero sí se aprecian bajadas importantes en buena parte de las CCAAs que registraban una positividad e incidencia muy alta (Aragón, CyL, Navarra).
¿Qué podemos esperar a partir de aquí? Si todo sigue como estas últimas semanas, veríamos remisión de casos en la semana que entra y posiblemente lograríamos ver cómo la presión hospitalaria se frena. Lo que pasa es que sabemos que generalmente las cosas no siempre “siguen igual”
De hecho, la parte hospitalaria es ahora bastante interesante de seguir.
Uso datos recopilados por @numeroteca para las hospitalizaciones.
Uso datos recopilados por @numeroteca para las hospitalizaciones.
Empezamos con Aragón, que es ahora la comunidad más afectada. La tendencia es clara y el pdf adelantado del ministerio parece confirmarlo a cierre de la semana. Bajada clara en la incidencia y menos casos incorporados a la serie.
Y se ve reflejado en la presión hospitalaria, que de llegar a crecer a más del 30% semanal, ahora se encuentra, aún creciendo, pero ya a tasas más cercana a la estabilización. Aún así, hablamos de una presión cercana al 50% por COVID.
El reflejo de esta tendencia a descender sucede en todas las provincias. Estimando atrasos vemos que Huesca aún tiene una incidencia a 14 días disparada en torno a 1200.
Y si vemos cuál es la tasa de evolución, pue vemos que está por debajo de cero (-13/14%). Con una tasa así, Huesca necesitaría entre 6-8 semanas para llegar a una IA de 500, que es la media actual del país. Es decir, conviene que no sólo decrezca, sino que decrezca más rápido.
Castilla y León vemos cómo ha reportado esta semana bastante más casos que la pasada. Visto así, podríamos pensar que se trata de un nuevo rebrote.
Pero al revisar los atrasos sobre la última serie vemos que muchos casos no estaban incorporados y, por tanto, como veremos, se trata más bien de un ajuste en la serie, con lo que la evolución se verá mejor reflejada en la incidencia acumulada.
Vemos que la tasa de crecimiento en esta región ha seguido acercándose a cero es factible aspirar a que en la semana que entra las incidencias desciendan, que es algo que, por cierto, se ve hacia el final de semana en el adelanto del pdf de Sanidad.
Con estos ajustes en la serie, es incierto ver qué nivel de atrasos se ha dado en estos últimos días, así que pongo la IA sin estimar atrasos y dejamos cierta incertidumbre en los días más recientes, por lo que sólo Salamanca parece registrar claros descensos en los contagios
Burgos sigue teniendo una incidencia muy alta (1300) con Zamora, Valladolid y Palencia cercanos a 1000 y la única que registra menos de 500 es Segovia. Como decimos, cogiéndolo con pinzas, la evolución aquí parece estar estabilizándose ya que además ha bajado mucho la positividad
Y la prevalencia hospitalaria aún crece a un 10% semanal (aunque suavizándose) teniendo las presiones hospitalarias y UCIs entre las más altas del país.
Murcia es de las regiones que aún tiene problemas importantes. Su incidencia ya supera la de Navarra y tiene aún una tendencia creciente (por encima de cero, aunque mejorando), como podemos ver en la tasa de crecimiento
No obstante, no tiene una evolución en presión hospitalaria muy desorbitada (por debajo del 10% semanal) y tiene una de las prevalencias hospitalarias y UCI más bajas del país (15% y 20%, respectivamente).
La positividad sí es alta (18% y subiendo), pero aunque sea la segunda región con mayor incidencia, tiene mayor margen que otras regiones en sus hospitales.
Puede (siendo muy optimista) que en la semana que entra ya veamos descender la incidencia. De hecho, esta semana ha registrado menos casos que la anterior, aunque el volumen de atrasos al notificar sigue siendo de los más altos del país (30%).
Navarra está siendo la avanzadilla de esta batalla contra el rebrote otoñal. La tasa no ya sólo es que está por debajo de cero, sino que está reportando un descenso en la incidencia de un 25% semanal. Incontestable el resultado de medidas tomadas allí incluso antes del EA.
Y por suerte vemos cómo la prevalencia hospitalaria se revierte y en las UCIs probablemente veamos lo mismo de forma más clara la semana que entra, porque es lo que hemos empezado a ver ya en el adelanto del pdf del ministerio.
País Vasco es la siguiente. Vemos cómo la incidencia aún está en fase creciente (tasa > 0 en todas las provincias) pero el cierre de hostelería, toques de queda, etc, mantienen una tendencia que podría llevarnos a ver reducir los casos en esta semana que entra.
Vemos cómo por provincias, es Gipuzkoa quien acumula casi tanta incidencia como las otras dos provincias juntas.
Estamos viendo un aspecto bastante extraño y es que Euskadi está empezando a reportar mayores retrasos al notificar casos. No excesivo, pero comparativamente extraño en el historial de las últimas semanas.
La prevalencia hospitalaria en camas convencionales parece estar cerca de estabilizarse pero en UCI aún vemos un crecimiento de casi el 20% semanal. Alto a pesar de tener una ocupación por COVID inferior a la media nacional (29%). No parece estabilizarse en la semana que entra.
Mejor tendencia parece tener La Rioja, que parece haber empezado un suave descenso en su incidencia que habrá que ver si se confirma en las próximas semanas.
La tasa de crecimiento ha ido remitiendo de forma bastante constante desde los últimos días de octubre. Igualmente, una incidencia alta requiere altas tasas de decrecimiento.
Y esto se antoja más necesario en una comunidad que aún ve crecer su prevalencia hospitalaria y UCI. Y en el caso de este último, hablamos de una ocupación del 56% por COVID. La presión más alta del país.
Es de justicia decir que es una región con pocos habitantes por lo que las alteraciones en un indicador como la prevalencia UCI tiene una variabilidad mucho mayor.
En Cataluña vemos una clara mejora en la incidencia desde principios de mes (incluyo estimación de atrasos). Y como vemos, se observa en todas las provincias.
Vemos que esta mejora es coherente con la evolución en la tasa de crecimiento de la incidencia que ya registra un decrecimiento del -15% y en línea con lo que está registrando el pdf del ministerio. Muy buenas noticias aquí.
Además, las tasas de crecimiento en los indicadores hospitalarios no pueden ser más claras y de crecer un 60% semanal, en aproximadamente dos semanas vemos que esa tasa ya se aproxima a cero por lo que la prevalencia hospitalaria podría empezar a aliviarse la semana que viene.
Andalucía no sabemos el porcentaje de atrasos que habrá esta semana pero sorprende para bien ver cómo esta semana se han incorporado a las serie menos casos que la semana anterior después de registrar varias semanas de crecimientos fuertes.
Lo vemos en la tasa de crecimiento que no parece ser un espejismo. Incluso estimando atrasos, vemos cómo la tasa ya está merodeando el cero por lo que esta semana que viene podemos ser optimistas.
Vemos que el grueso del problema sigue estando en Granada y en Jaén. Sevilla y Córdoba aún registran incidencias cercanas a 700 mientras que Huelva, Almería, Cádiz y Málaga reportan incidencias menores (semejantes a la media nacional) pero con suave crecimiento.
La evolución hospitalaria sigue dando crecimientos cercanos al 20% con una prevalencia UCI, muy alta, del 31%. Y con tasas así, parece que aún habrá que ver cómo esta presión crece 1-2 semanas.
La positividad es muy alta, 19%, y ha crecido con respecto a la semana pasada. Es decir, parece que en esta comunidad aún quedan días antes de que podamos observar que esta situación empieza a considerarse estabilizada.
Castilla La Mancha es una comunidad que acumula siempre bastantes atrasos (en torno al 20%) pero por segunda semana consecutiva notifica menos casos que la semana anterior. No parece ser casualidad porque además baja la positividad.
Además, la tasa de crecimiento ha seguido la misma evolución que en semanas anteriores por lo que parece una progresión lógica y vemos cómo ya esa tasa baja de cero, lo cual está en línea con lo visto en los días más recientes en el pdf de Sanidad.
¿Cómo se refleja eso en provincias? Pues el grueso de las mejoras parece estar en Cuenca y Toledo y en Guadalajara que lleva una progresión descendente y constante desde finales de septiembre
En hospitalizaciones vemos que, por suerte, ya se registra cierto descenso aunque no así en la prevalencia UCI que aún se mantiene un 34% de ocupación por COVID. Algo por encima de la media nacional.
En Extremadura vemos como tímidamente registra esta semana menos casos reportados que la serie anterior por primera vez en bastantes semanas y es buena noticia porque aún no ha requerido el cierre de la hostelería en la región.
Siguen notificando con bastante celeridad (muy pocos casos atrasados entre una semana y otra) y eso nos indica que podemos fiarnos bien de los valores que reporten la incidencia a 7 y 14 días.
La tasa de crecimiento en la región ya nos da un crecimiento tímidamente negativo tanto a 7 como a 14 días así que hay que confiar que este descenso se acelere en próximas semanas.
Vemos que las incidencias sí parecen ir tímidamente a la baja pero no parece una tendencia muy contundente por lo que el riesgo de repunte sigue. También vemos que el grueso de la incidencia está, actualmente, en la provincia de Badajoz.
Los datos más recientes aportados por la Junta de Extremadura apuntan a una media móvil en claro descenso en ambas provincias y nos hace ser optimistas en la semana que entra.
La prevalencia hospitalaria tiende a estabilizarse, aún con cierto aumento, mientras que la prevalencia UCI ha repuntado algo a lo largo de esta semana, por lo que aún es posible que tardemos algunos días en vez una mejora clara en este indicador.
No obstante, la región está sometida a una presión hospitalaria inferior a la media nacional (11% de ocupación por COVID en camas hospitalarias) y si los indicadores epidemiológicos siguen en esta línea, podría frenarse pronto la situación.
Asturias es una de las regiones que ahora mismo más preocupan. No tanto por su incidencia, que hay bastantes regiones peores, sino por la evolución ya que es la que más crece en todos sus indicadores. Aquí vemos su evolución en IA a 7 y 14 días.
La tasa de crecimiento nos apuntaba a que los contagios parecían estabilizarse pero han vuelto a repuntar con fuerza en la última semana. Conclusión, la de siempre. Las tendencias cambian, y lo pueden hacer muy rápido.
La próxima semana probablemente será complicada en esta región, que tiene ya una prevalencia hospitalaria alta y que registra crecimientos aún un 25% semanal.
Hablamos además de una región que al haber tenido una incidencia mucho menor desde el inicio de la epidemia existe el riesgo adicional de que el nivel de inmunidad allí sea mucho menor y, por tanto, se cortarán menos cadenas de transmisión de contagios.
Parecido sucede en Cantabria, provincia vecina, aunque no de forma tan abrupta. La tasa de crecimiento tanto en la IA a 7 días como a 14, ha frenado el descenso que llevaba en las últimas semanas y es incierta su evolución en la semana que entra.
Aún mantiene presiones hospitalarias por debajo de la media nacional pero vemos que la curva de la prevalencia hospitalaria no es nada buena y no parece que se vaya a frenar en seco la semana que viene.
Madrid sigue la mejora paulatina en su incidencia aunque esta semana ha registrado un ligero incremento en los casos incorporados a la serie. Veremos a ver la que viene pero con una positividad aún descendiendo, podemos tener una prudente tranquilidad aquí.
Así se ve que la IA a 14 días, si estimamos atrasos, está en suave descenso y en paulatina mejora desde hace ya más de un mes.
Vemos cómo aunque la prevalencia hospitalaria en Madrid sí ha registrado descensos significativos, sigue sin verse en la misma medida en las UCIs y sigue siendo la región con mayor ratio de prevalencia UCI sobre incidencia acumulada.
Hay un detalle interesante en la evolución de Madrid y es que su incidencia en las últimas semanas está siendo muy pareja a la de 3 de las 5 provincias con las que mantiene mayor tránsito de viajeros (Segovia, Guadalajara y Ciudad Real).
¿La conclusión? Pues no descubrimos nada nuevo. Simplemente otra muestra más de cómo los destinos de los territorios del país suelen estar bastante interrelacionados.
La comunidad valenciana es otra que, al igual que Asturias y Cantabria, registra un cierto frenazo en la evolución a mejor de la tasa de crecimiento, especialmente en Valencia y Castellón. ¿Previsión? Pues incierta, los próximos días nos darán pistas.
La prevalencia hospitalaria sigue creciendo en torno al 20% semanal, que es bastante, pero aún se mantiene por debajo de la media nacional en ocupación por COVID.
La positividad aquí es alta y ha subido 2 puntos esta semana así que es posible que esta semana que entra, venga con más complicaciones. De hecho, se han cargado un volumen claramente superior de casos en la serie.
Galicia mantiene una tasa de crecimiento en franca mejora en todas sus provincias y el pdf del ministerio adelanta mejoras en la incidencia acumulada. Por tanto, la semana que entra pinta mejor que las anteriores.
Vemos que la prevalencia hospitalaria, no obstante, sigue creciendo un 11% semanal (un 19% en UCI) aunque sigue siendo una región con una de las menores ocupaciones por COVID del país.
En Islas Baleares se ha registrado un incremento en la presión hospitalaria a lo largo de esta semana después de que la semana pasada comentáramos que parecía existir un frenazo en la evolución en la presión hospitalaria.
Efectivamente así lo vemos en la tasa de crecimiento que tras bajar de un 31% a un 10% ahora vuelve a repuntar al umbral del 15-20%.
De hecho, se ve cómo se han registrados más casos que en las semanas anteriores y la positividad ha subido por lo que es otra región a la que prestar atención la semana que viene, a pesar de ser aún la segunda con situación más desahogada.
En Canarias vemos cómo sucede algo parecido y la tasa de crecimiento en ambas provincias vuelve a estar en positivo. Aún no es alarmante porque la IA sigue siendo radicalmente más baja que el resto del país pero, de nuevo, habrá que prestar atención.
Así se ve en la prevalencia hospitalaria que crece ligeramente. La positividad aún se mantiene por debajo del umbral de control del 5% así que aún podemos confiar en que la situación en esta región se controle.
Para ir cerrando, vemos cómo aunque la incidencia global en España ha remitido durante los últimos días, vemos que hay algunas regiones que han tenido peor semana y su evolución puede resultar preocupante.
En el lado muy positivo, aquellas con mayor incidencia (Navarra, Cataluña, Castilla y León, Aragón, La Rioja) parecen registrar descensos o una tasa de crecimiento mucho más baja de la observada en semanas anteriores (cercana a cero=
La siguiente batalla es ver reflejado eso de forma clara la presión en UCIs ya que es la última frontera antes de las peores noticias.
Los fallecidos sabemos que están en niveles que creíamos haber dejado bastante atrás y, si bien la mortalidad desde el fin del estado de alarma se mantiene comparativamente baja (en torno al 1%), el número absoluto es alto.
Llegamos al ecuador del otoño y parece que el rebrote se ha podido frenar en la mayoría de sitios sin aún llegar al confinamiento domiciliario. No obstante, el número de casos y la situación hospitalaria y de fallecidos es totalmente insostenible
Y a las vacunas, aunque lleguen buenas noticias, aún le queda... así que toca seguir siendo prudentes y cuidándonos.
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