Si hay un grupo de primates que me fascina por encima de los demás es el género Chlorocebus, al cual pertecenen los monos verdes, los vervet, los grivet o los malbrouck.
A estos monetes se les conoce, además de por su interacción con los humanos y sus cóckteles en las islas de San Cristóbal y Nieves, ya que fueron introducidos por los franceses en el s. XVIII con un daño al ecosistema como imagináis, también por sus llamadas de advertencia.
Sabemos que sus vocalizaciones y sus expresiones faciales son, de por sí, complejas, así como lo es su organización social. Sin embargo, lo que ha llamado la atención de los investigadores es la distinción de las llamadas en función de los depredadores que los hostigan.
Estas diferencias son, incluso, distinguibles al oído humano. Tienen vocalizaciones distintas si han observado serpientes, águilas, babuinos o leopardos, advirtiendo y estimulando medidas en el resto del grupo como huída hacia las zonas seguras de los árboles o la bipedestación).
Tal es la complejidad de categorías en sus vocalizaciones que incluso ante la presencia de drones emiten nuevas llamadas, muy similares a las que están orientadas a aves de presa. En ese sentido, se discute la transmisión cultural y el lenguaje generativo de esta especie.
Sin embargo, lo sorprendente viene ahora. A un grupo de monos verdes (Chlorocebus sabaeus) de las Barbados se les puso delante imágenes de leopardos y otros depredadores. Hay que recordar que estos monos son oriundos de África occidental y fueron introducidos en las Antillas.
Como en el Caribe no tienen leopardos querían comprobar si la señal de alarma y su transmisión intergeneracional (imitación) se desvanecía después de 350 años de aislamiento. Sin embargo, los monos reaccionaron ansiosamente menos cuando le quitaron las manchas a los leopardos.
También reaccionaron así ante "la llamada de aviso del leopardo" por parte de sus conespecíficos africanos, mostrándonos quizá la complejidad de los orígenes comunicativos de estas especies.
Espero que os haya gustado este mini hilo, me despido con una canción más que apropiada para la ocasión. A cuidarse.
El alto rendimiento académico de los asiáticos ha inspirado la creencia de su superioridad genética. Sin embargo, las diferencias en el CI y en el rendimiento respecto a los blancos puede explicarse a través de la cultura: la mayoría poseen antecedentes confucianos, (1/23)
dónde la inteligencia es sinónimo de esfuerzo y dedicación. Además, estas familias tienen mayor influencia sobre los niños y ejercen más presión respecto a lo académico que las familias occidentales. (2/23)
Este hilo es una recopilación de tweets sobre lenguaje y auto-domesticación que he ido poniendo a lo largo de estos últimos meses. Que lo disfrutéis.
RT=Gracias
Hace 4,000 años floreció una cultura en el sudeste de la Península Ibérica a la que denominamos Argárica o de El Argar, yacimiento de Antas (Almería) que le dio su nombre y que fue descubierto por los hermanos Siret a finales del s. XIX.
La Cultura Argárica (2200—1500 a.C.) se extendía a lo largo de un territorio de 35000 km2, algo más que la extensión actual de Cataluña, con una organización político-administrativa muy jerarquizada en la que se manifestaba el dominio de una clase dirigente muy poderosa.
Ésta ejercía el control sobre su pueblo desde enclaves situados en áreas con relativa altitud, escarpadas y con poca accesibilidad, como La Bastida (Totana, Murcia), y puede entenderse como uno de los primeros estados de la Europa Occidental.