Efectivamente, va muy muy lento. Lo voy a dejar un par de días, a ver. En toda la mañana, el trocito de sílice impregnada en FeCl3, que es con diferencia el más rápido, sigue estando así 👇
Pero para no dejaros con las ganas de ver crecer el jardín, he usado las sales en estado sólido, y para que se vea bien, he grabado el crecimiento a cámara rápida. Como dije, el FeCl3 corre como loco
Así que hice otro vídeo, pero a velocidad normal, donde se ve cómo continúa en crecimiento
Y aunque en general era rápido, llegaba un momento en que salían unos filamentos "disparados". Eso sí, en cámara rápida de nuevo
Aquí fui añadiendo otras sales, por orden: CoCl3 (llega rosa y se vuelve azul), Cu(NO3)2 (azul intenso), NiAc2 (verde, a ese le cuesta más crecer), Pr(NO3)3 (verde claro, crece rápido) y por último, más FeCl3 (que es el campeón😅)
Por último, por hacerlo un poco ordenado y quitar la interferencia de tanto hierro, empecé en limpio: cobalto, cobre, praseodimio, níquel, sal de Mohr (no se entera mucho) y por último hierro (III), pero muy muy poquito
Y este es el aspecto actual. En un par de días, veremos qué pinta tiene todo 😅
Espero que os haya divertido viéndolo tanto como a mí haciéndolo!
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Llevo días dándole vueltas contar algo que enlazara arte y ciencia. Un tema que lo consigue es el de los pigmentos usados para las pinturas, desde la prehistoria hasta la actualidad. Así que va hilo
Como los posibles pigmentos son muchísimos, he pensado acotar a los que podrían ser más interesantes… Para mí y para los que sean amantes del riesgo… Para mí, porque de todos los posibles me voy a quedar con los inorgánicos, ya que me siento más cómoda con ellos.
Para los amantes del riesgo, porque de entre los inorgánicos, voy a escoger aquellos que son altamente venenosos. Tanto los de origen natural como los de origen artificial.
Voy a hacer un pequeño hilo sobre cómo un poco de química ayudó a una adolescente a llevar sus pendientes relucientes… Hace un par de días, mi hija me pidió que le recordara cómo hacía para limpiar la plata, porque quería ponerse sus argollas y estaban negras.
Para limpiarlas, simplemente se calienta agua, se disuelve un poco de sal (o bicarbonato también vale, pero yo no tenía, y lo mismo daba), y se pone en un recipiente de plástico o cerámico, en el que antes se ha colocado una lámina de papel de aluminio.
En cuestión de un par de minutos, están listas y bastante relucientes.