«La investigación ha de tender a asimilarse en detalle la materia investigada, a analizar sus diversas normas de desarrollo y a descubrir sus nexos internos. Sólo después de coronada esta labor, puede el investigador proceder a exponer adecuadamente el movimiento real». (Marx)
Los politicastros de turno dicen cuidar con sumo esmero la educación pública. Juran que sus gobiernos buscan articular sobre ella su modelo de desarrollo de la nación, que las generaciones venideras se podrán forjar en la excelentísima educación española.
¿Se puede decir que hay algo de esto es cierto? ¡Ay de quien se haya creído tal patraña!
Quienes creen defender, con medidas análogas a la citada, un interés en aras del progreso histórico, desconocen los hechos. La defensa de la educación pública se ha convertido en un mantra de las organizaciones sociales populares desde hace décadas,
destinado –en teoría– a defender una educación alejada de las garras de las empresas privadas y de sus intereses. Pero las escuelas son, en el sistema capitalista, empresas a fin y al cabo.
Todas ellas, públicas o no, funcionan encajadas en el sistema de producción e intercambio de mercancías. Los alumnos no son más que mercancía fuerza de trabajo en potencia.
Los materiales con los que se imparten las clases son, obviamente, mercancías. De este modo, toda institución de enseñanza tiene como primer mandamiento, para poder seguir existiendo, estar destinada a la producción de beneficios; sea pública o privada.
Y, del mismo modo, todas ellas están controladas por el interés el lucro, la máxima rentabilidad posible, que en la absoluta mayoría de los casos tropieza con el desarrollo de una educación de calidad.
Cuando la ley Celáa afirma triunfante que aumentará el presupuesto para las escuelas públicas, en primer lugar, al hacer la distinción entre escuela pública y privada, demuestra que las segundas siguen proliferando en España con total impunidad y sin excusa.
Y, en segundo lugar, están procurando convencernos de que las escuelas públicas son una suerte de santo grial donde el interés privado, del mercado, no puede dejar sus huellas dactilares. ¡Nada más lejos de la realidad!
¿Cómo podríamos resumir la intención de los gobernantes respecto a la educación, la interrelación entre centros educativos y empresas? Demos la palabra a una profesora:
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El materialismo histórico no es un sistema cerrado, coronado por una verdad definitiva; es el método científico para la investigación del (...) desarrollo de la humanidad. Parte del hecho incontrovertible de que los hombres no sólo viven en la naturaleza, sino también en sociedad
«Los hombres aislados no han existido nunca; cualquier persona que por azar llega a vivir alejada de la sociedad humana, rápidamente se atrofia y muere. Pero de ese modo, el materialismo histórico reconoce ya en toda su amplitud todos los poderes ideales.
«¿Cómo se relaciona el capitalismo con el problema migratorio? ¿Por qué se agrava esta cuestión en las épocas en que la lucha de clases pasa a los enfrentamientos abiertos entre el proletariado y las masas, por una parte, y los reaccionarios y burgueses por otra?»
« (...) se trata de desplazamientos de población de un punto a otro del planeta. Si se ve desde la óptica del punto que recibe a esa población, se habla de inmigración, y si se ve desde la óptica del punto que «emite» esa población migrante, se habla de emigración.
«La aguda crítica y la autocrítica no causarán daño al partido. Lo fortalece ideológicamente. La ocultación de los errores sí es lo que puede debilitar al partido.»
«Por otra parte, la defensa a ultranza de las posiciones equivocadas crea un grave peligro que, si no se toman medidas, puede dar lugar a una crisis aguda que causa enorme e irreparable daño no sólo al partido, sino a todo el país. (…)
«Las feministas buscan la igualdad en el marco de la sociedad de clases existente, de ninguna manera atacan la base de esta sociedad. Luchan por privilegios para ellas mismas, sin poner en entredicho las prerrogativas y privilegios existentes.
No acusamos a las representantes del movimiento de mujeres burgués de no entender el asunto, su visión de las cosas mana inevitablemente de su posición de clase. A pesar de lo aparentemente radical de las demandas de las feministas,
Entre las teorías socio-económicas que maneja @PODEMOS está la famosa teoría del «precariado», que trata de negar la existencia del proletariado como clase social en nuestra época, con las evidentes consecuencias político-ideológicas que se derivan. Esto no es casual.
Ha sido el petulante intelectual @MonederoJC , una figura altamente sacralizada dentro de Podemos, uno de los principales difusores de la tesis del «precariado». Pero cuando Monedero intenta explicarnos qué sería este «precariado»,
no especifica nada concreto y visible, sino que dibuja vagamente los rasgos típicos de cualquier capa social en un país en crisis:
«El asistencialismo populista de Reconstrucción Comunista (RC) no es un fenómeno novedoso, pues se ha dado en múltiples sociedades, tanto por parte de los gobiernos como de grupos disidentes al mismo.»
Lo primero que deberíamos hacer es dejar claro que 𝙘𝙖𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙 y 𝙨𝙤𝙡𝙞𝙙𝙖𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙, por mucho que así se la antoje a @RobertoVaquero_, son, en realidad, la misma cosa:
(Sentimos la extensión del texto que adjuntamos en la imagen, pero no queremos hacer un hilo infinito).