¿Nadie más se da cuenta de que los fondos Next Generation EU son un monumental escándalo antidemocrático con el que se pretende rescatar a las grandes empresas mientras dejan tirada a la mayoría de ciudadanía, como en 2010-2012?
Es un escándalo antidemocrático porque los fondos salen de los estados para que los gestione una entidad no elegida democráticamente llamada Comisión Europea (no recuerdo haber votado nunca por Úrsula von der Leyen).
Si, dicen que los proyectos los proponen los Estados pero las reglas las impone la Comisión Europea. ¿No es esto una forma de sacar de los presupuestos generales del Estado una cantidad masiva de dinero, es decir, de distraerlo del control parlamentario?
Por otra parte, cuanto más sabemos, más obvio resulta que el término "colaboración público-privada" implica darle el dinero a grandes empresas. Iberdrola, Movistar, FCC, Endesa, la industria automovilística, la industria farmacéutica, ... van a ser los grandes receptores.
Es decir, pese a que tenemos una administración pública deteriorada y necesidades sociales perentorias no tiene pinta de que la Comisión vaya a confiarle a los Estados ese dinero. ¡Y eso que el dinero sale se nuestros Estados!
Mucho menos confiarán en los Estados del Sur pues es sobradamente conocido el desprecio de los septentrionales, que controlan las instituciones europeas, hacia los del Sur.
¿Y qué pasa con los cientos de miles de pequeños autónomos y empresarios cuyos negocios han sufrido enormes pérdidas por culpa de la pandemia? ¿Y los nuevos desempleados? Para ellas y ellos pequeñas limosnas, dádivas, poco más...
Constantemente oigo a economistas diciendo que el Estado no puede rescatarlos. Pues si puede destinar 57 mil millones € a subvencionar las grandes empresas resulta obvio que no es impotencia sino una opción política. A los pequeños se los desprecia, no tienen capacidad de lobby.
Eso sí, a todos les regala Hacienda una inspección fiscal. Desde hace meses hay una oleada inspectora sin precedentes. Creerán que en las PYMES está el dinero que quiere sacar un ministerio desesperado por conseguir el equilibrio financiero.
Montero, pierde el tiempo. Las bolsas de fraude están en Luxemburgo a donde los verdaderos evasores llevan desplazando sus depósitos desde hace meses. Todo legal y sancionado por directivas europeas.
¿Quieres dinero, Montero? Déjate de inspecciones y emite deuda para que la compre el BCE. Y monta ya un plan de empleo garantizado y un rescate a las pequeñas empresas.
En vez de eso, se monta un monumental rescate a las grandes empresas en una apuesta por el "capitalismo verde" acompañado de otra ronda de proletarización de las clases medias y populares que pagarán los nuevos impuestos "verdes".
Todo ello espolvoreado con el azúcar glas de los proyectos para luchar contra el cambio climático. Oiremos hablar de economía circular, deducciones para inversiones verdes que la mayoría no podremos realizar porque los sueldos seguirán congelados y los empleos escasos.
Capitalismo verde suena a oxímoron como ladrones honrados, banqueros generosos o colaboración público-privada.
Eso sí, el golpe publicitario de la Comisión Europea es maestro. Porque la gente creerá que Bruselas manda una lluvia de millones. ¡Almas de cántaro! Se hace con el dinero de nuestro Estado. La transferencia neta de la UE no supera el 0,5% de nuestro PIB. cuartopoder.es/ideas/2020/11/…
Porque la prensa simula olvidar que el dinero se mueve en dos direcciones: sale y vuelve a entrar. La Comisión Europea se endeuda por nosotros –¡Oh, gran momento Hamilton!– pero amortizaremos esa deuda con una mayor contribución al presupuesto comunitario.
Doble escándalo antidemocrático. Una entidad no electa se endeuda por nosotros.
Y eso que el dinero no llegará realmente hasta 2022 así que, para más INRI, el proyecto Next Generation EU es la justificación para no hacer nada sustancial para prevenir una crisis financiera que puede arrancar en 2021.
Al menos el Gobierno de Zapatero fue capaz de montar el plan E (luego abortado por el chantaje del @ecb) en un tiempo récord. Montero y Calviño, cuyo dogmatismo hacendístico es sobradamente conocido, están dejando en buen lugar a Miguel Sebastián y Elena Salgado.
Montero y Calviño van a ser las enterradoras de la izquierda.
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El problema de los fondos europeos se acaba de complicar con el último bloqueo de Hungría y Polonia.
Ambos países no están dispuestos a cesiones de soberanía implícitas en los condicionantes de "imperio de la ley" que ambos países entienden van dirigidos contra ellos.
Sé que tienen gobiernos de derechas bastante reaccionarios pero han sido elegidos democráticamente y no voy a caer en el recurso fácil de demonizar a sus pueblos.
Keynes insiste en que la dirección de causalidad va del gasto al ingreso, de las inyecciones a las filtraciones, de la inversión al ahorro.
1. El gasto público precede a los impuestos: no es posible recaudar impuestos si antes el Estado no gasta.
2. Las inveresiones crean su propio ahorro. A nivel macro el ahorro no financia las inversiones. El ahorro de hogares y empresas es una decisión de no gastar y no invertir.
Es curioso que cuando hablamos de planes de empleo garantizado algunos se alarmen por sus potenciales efectos inflacionistas. Los participantes podrían utilizar la renta en consumir cosas.😱
Estos mismos no suelen mostrar la misma inquietud por los gigantescos costes del desempleo ni por la enorme transferencia de rentas del sector público al privado que supone el pago de intereses sobre deuda pública que suele aumentarse para “luchar contra la inflación “.
Parecería que estas personas están muy cómodas dejando a una parte de la población sin renta para reservarle casi toda la producción e importaciones a un grupo selecto.
A: para mantener los servicios públicos subiremos los impuestos a los ricos.
Maestro: me he quedado sin palabras.
A: imposible, tú siempre las encuentras.
Maestro: pues eso.
Maestro: A., acércate a la frutería comprar unas manzanas.
A: pero maestro, si tenemos un hermoso manzano en el jardín y las del frutero son caras y malas
Maestro: ¿Qué decías sobre sacarle el dinero a los ricos para financiar los servicios públicos?
A: Quiero subirle los impuestos a los ricos para financiar los servicios públicos.
Maestro: Oye, dale agua de nuestro pozo a la vecina que se ha quedado en paro y le han cortado el agua.
A: ¡Uf! ¡Qué pereza sacar agua del pozo!
Si caes en el mito de que los impuestos financian el gasto público entonces tendrás que defender la necesidad de recaudar más impuestos antes de pedir una mejora de las prestaciones y otras políticas de gasto público.
A continuación tendrás que identificar a qué colectivos vas a calzarle el nuevo impuesto. Con ello consigues resistencia adicional a las políticas sociales y/o contribuyes la ilusión de que necesitamos a los ricos (en quienes crecerían los millones).
Pero lo peor es que, cuando cae la recaudación, las Calviño y Montero empezarán a proponer recortes de pensiones y sueldos de funcionarios. Y no tendrás muchos argumentos para resistir el ataque.