“Sin un estado fuerte no saldríamos de este,” señala un tertuliano en @MasDeUno defendiendo el fin del liberalismo económico. O sea, que primero te quiebran a impuestos y luego tienes que agradecer que te echen un flotador pinchado. Vemos el dedo y no la luna. 🦠
Habrá que explicar, de nuevo, que cuando empresarios e individuos tienen que pagar unos impuestos abusivos con la excusa de “así podré ayudarte” y Eda ayuda viene de deuda, no hay creación de un fondo de recuperación, sino de un agujero que pagarán los que vengan detrás.
Lo único que pagan los impuestos es un gasto cada vez mayor que lleva al agotamiento fiscal de los individuos, que sólo ven crecer la deuda para pagar servicios tan esenciales como los €450M del ministerio de igualdad.
Y cuando ya te han partido las piernas, cuando las empresas no pueden pagar las cuotas de la SS (de las más altas de la OCDE), cuando el talento tiene que emigrar, entonces te sueltan las muletas y te dicen aquello de “recuerda, me lo debes todo.”
Siendo todo lo anterior cierto, lo más acojonante no es eso: es que han logrado convencer a apóstoles que llevan la bondad de la palabra falsa a los altavoces mediáticos sin ninguna oposición.
Y cuando todo reviente, entonces dirán aquello que les es tan grato: quién podía haberlo previsto.
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Me preguntan muchas veces cómo el “big data” (realmente, la ciencia de datos) puede cambiar nuestras vidas diarias, más allá de las recomendaciones de series en Netflix o de compras en Amazon. En nuestro día a día real. En el de las pequeñas cosas.
El Ayto de @MADRID tiene un servicio de atención al ciudadano, el 010, como seguro muchas otras ciudades. Allí haces un montón de gestiones, desde consultar el horario de una biblioteca hasta pedir que te recojan muebles y enseres.
Te atienden 365/24/7, lo que está genial. Hoy he pedido que me recojan un mueble viejo que nadie quiere en Wallapop (el mejor servicio de reglaje de España, eso sí es economía circular).
Ya ha salido el estudio del servicio de salud británico sobre la variante VOC202012/01 del SARS-CoV-2 (simplemente, VOC, Variant of concern). Interesante; debe tomarse como preliminar. assets.publishing.service.gov.uk/government/upl…🦠
Se confirma lo señalado con su capacidad de contagio, superior entre un 37% y un 75% al “original”; 🦠
Esto supone que, en una zona con una Rt de 0.8, si sólo está VOC estuviese presente podría alcanzar el 1.36, lo que supone que sea especialmente contagioso; 🦠
Vamos a ver. Es cuestión de horas que Sánchez dé la orden de cierre. La está volviendo a cagar como este verano con las PCR en origen; como con los tests de antígenos; como con casi todo. Todo es un puro despropósito. 🦠
Sobre la nueva variante / cepa del virus, dos posibilidades. 1/ Es nueva (dentro de un orden) y es grave 2/ Es nueva (o no) y no es más grave que la anterior. 🦠
La anterior portada del FT no sospecharía del equipo del PM. En ese caso, las consecuencias económicas serían desastrosas. No sólo en UK, sino en todo el mundo. Aquí aparecerá mañana o pasado como tardísimo, si no está ya. 🦠
A favor del “Johnson, no hagas un Sánchez” (en alusión a Pedro Sánchez, el presiente que más ha mentido durante la pandemia, estarían científicos belgas, que desconfían de la gestión y creen que es una tapadera. 🦠
Voy a intentar explicarle a la Dra. @LizarragaC_ cómo es posible lo que para ella y tantos como ella es una injusticia manifiesta. Por qué Roig gana lo que gana. Hay que bucear un poco en las cuentas de Mercadona, pero eso es algo que los economistas estamos acostumbrados. ⚖️
Cuando, en 1981, el actual presidente y sus hermanos compran Mercadona a su padre, la “cadena” de supermercados cuenta con 8 locales de unos 300m2, dando empleo a unos 60 trabajadores. Un súper familiar y poco más, fundado sólo 4 años antes.
El tema de la jornada de 35h es, como siempre, un problema de interferencia del estado en la negociación libre del trabajador con la empresa. Es el deseo de controlarlo absolutamente todo. Veamos.
La jornada de 40h no es patrimonio de los sindicatos. Es patrimonio de los trabajadores, de los empresarios y, sobre todo, del progreso técnico y tecnológico, del aumento de productividad del sistema capitalista. Sí, del capitalismo.
Gracias al aumento de esa productividad, millones de niños dejaron de trabajar y muchos de sus padres pudieron descansar sábados y domingos.