La mejor serie de TV de la historia del universo es, por supuesto, THE TWILIGHT ZONE.
(tíru-ríru ríru-ríru...)
Hasta los musicazos de RUSH le dedicaron una canción en su álbum clásico 2112, y de hecho habían dedicado su álbum anterior, CARESS OF STEEL, a la memoria de su creador, Rod Serling.
TWILIGHT ZONE incluía todo tipo de temas, desde lo sobrenatural hasta la ciencia ficción, tuvo copycats, como The Outer Limits y One Step Beyond, y ha seguido influenciando series hasta la moderna Black Mirror.
Si quiere ver dos de los mejores capítulos de la serie original, busque LIVING DOLL (sobrenatural) y THE MONSTERS ARE DUE ON MAPLE STREET (sci fi)
Y si quiere ponerse super geek (por supuesto que quiere!) busque en YouTube el episodio piloto, THE TIME ELEMENT (1958) donde un atormentado fulano va con el siquiatra a decirle que tiene un horrible sueño recurrente:
Viviendo en NYC, cada noche sueña que de repente despierta en Hawaii, y no sólo ha cambiado de lugar sino que al ver el periódico, se da cuenta que ha viajado al pasado...
...justo al día anterior al ataque japonés a Pearl Harbor! Por supuesto, decir esto en un bar de marineros no es la mejor idea:
El capítulo ya prefigura todos los elementos misteriosos que incluyó esta genial serie en los años siguientes. Busque el capítulo para ver el destino de este pobre viajero de los sueños y del tiempo:
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El 10 de septiembre varios ex secretarios de salud presentaron un documento con una propuesta: un programa de 6 SEMANAS para controlar la explosión de la pandemia. El subsecretario se burló de la propuesta y les sugirió que la patentaran.
Han pasado más de 12 SEMANAS.
Aquí las gráficas de cómo se ha comportado la pandemia en México desde entonces:
El fracaso es escandaloso.
Ante un nuevo acercamiento para colaborar y aportar ideas, esta vez es la jefa de gobierno de la CdMx quien se vuelve a burlar, calificándolo de “ideas de un vendedor de seguros.”
Me fastidia que se machaque tanto con la “irresponsabilidad de la gente.” Cierto que diferentes culturas tienen diferentes concepciones del bien común y eso es una parte del problema, pero le comparto aquí un par de cosas viejas y una reflexión:
En abril les compartí este interesante análisis en donde la conclusión es así:
“si la información se dispersa más rápido que la enfermedad, las personas racionales tenderán a la cooperación por el bien común”
Corea se ha usado mucho como país modelo y sí lo es, pero a principios de marzo un montón de gente irresponsable cometió una burrada supercontagiadora. El gobierno actuó de inmediato y de forma contundente: lmndsxtrn.blogspot.com/2020/03/corona…
Claro, no podemos decir cuánto vale la vida de un ser amado, pero ese número es darle un valor numérico en base a un criterio más o menos estandarizado, que es el riesgo de la actividad laboral.
¿Para qué se usa?
Pues con ese número se pueden calcular, por ejemplo, bonos por actividades peligrosas, o primas de seguros. Pero otra cosa muy importante es que se puede calcular la viabilidad económica de políticas de salud pública.
Por ejemplo: si aplico una política de restricción de actividades, calculo que se pierden USD$50 millones, pero si no la aplico, se pierden USD$100 millones. Entonces, la política puede parecer cara, pero vale la pena.
Esto es sorprendente porque con el tiempo esa cantidad debería decrecer. Pongo como de costumbre el caso de China. Esta es la gráfica de la cantidad de casos sospechosos, como porcentaje del total, de enero 23 a marzo:
Lo que pasó en este país es muy emblemático porque siendo el epicentro hubo un periodo inicial de caos, confusión, malos diagnósticos y pruebas que no estaban caracterizadas para el Covid, por lo que había muchísimos pacientes en la fila de espera.
Nadie habla de África, pero deberíamos porque ha tenido una extraordinaria respuesta. Con programas de pruebas y rastreo instaurados desde abril, para octubre se veían buenos resultados, y hay mucha coordinación entre países: thelancet.com/journals/lanin…
Con más de mil millones de habitantes, el continente ha registrado 1.5 millones de casos y tan sólo 37 mil muertes. Este éxito es sorprendente, a pesar de sus deficientes sistemas de salud, y se ha atribuido a 5 factores:
Prácticamente todos los gobiernos instituyeron políticas muy tempranas de higiene, promoción de mascarillas y distanciamiento social, desde el primer caso, que fue en Egipto el 14 de febrero. También cerraron escuelas y hubo cuarentenas de 3 semanas.