La BSU es la universidad estatal de Bielorrusia, controlada por el régimen de Lukashenko y donde no hay espacio para la disidencia. De la BSU egresó Alena Douhan como PhD y ahora profesora. Ella es la relatora de la ONU para evaluar el impacto de las sanciones sobre Venezuela. 🧵
Bielorrusia es conocida como la última dictadura de Europa. Su presidente Alekxandr Lukashenko ha estado en el poder desde 1994 y en las elecciones fraudulentas del 2020 obtuvo el 80% de la votación. Persiguió e hizo salir al exilio a su rival opositora Sviatlana Tskihanouskaya.
En Minsk la capital de Bielorrusia el edificio icónico de la ciudad fue la sede de la KGB en los tiempos de la URSS. Existe un terreno baldío que se iba a convertir en un parque de nombre Hugo Chávez. Lukashenko visitó Venezuela 4 veces y estuvo en el funeral del galáctico.
Quizás la experiencia en sanciones de la Dra. Douhan venga porque desde el 2006, el entonces presidente Bush hijo sancionó a Lukashenko y su régimen por haber desatado una represión brutal incluidas desapariciones durante las elecciones denunciadas como fraudulentas.
La ONU siempre tan preocupada por los DDHH envía a Alena Douhan a evaluar, según su criterio de funcionaria bielorrusa, el poder coercitivo que tienen las sanciones sobre las naciones del mundo, pero parece olvidar el porqué del origen de tales sanciones.
Según la descripción del cargo de Alena, las sanciones afectan los DDHH, tienen impacto en lo humanitario e intervienen en la autodeterminación de los países. No dice nada de las democracias, los fraudes electorales, la represión contra civiles y la violación de las libertades.
El propósito de Alena no es ir a la causa eficiente del problema para detener el sufrimiento de la gente, al contrario, es construir argumentos por la eliminación de sanciones para consolidar tiranías, si no miren a Lukashenko, 25 años mandando.
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