DISTOPÍA.
Dicen que un pesimista es sólo un optimista bien informao.
La realidad también nos da que quien dice aquello de estar en una playa desierta también suele querer el wifi, la luz, comer y beber e incluso llegará un día que se canse de “ frungir” cada día
I
además de haber necesitao tener alguien para ello, oye. ¿Desierta? Quizá podríamos terminar lamiendo sapos.
Como a quien le toca la lotería y muere agobiao al mes y sin disfrutarlo. O en el mismo plan, no saber discernir quien viene a por uvas o a por pan.
II
Todos llegamos a creer que lo vamos a conseguir y controlar todo lo que nos rodea, saber lo que haríamos realmente si todo fuera distinto y cuanta menos capacidad tengamos pues más lo creeremos.
III
No digo que la gente seamos como el que repartía octavillas en aquel barrio anunciando “costo der güeno y poco cortao” pero hay demasiados ejemplos de que lo haríamos así.
IV
Hay personas que no somos conformistas y que aspiramos a poder morir después de haber conseguido un “algo” o un “nosesabequé” y vemos como ese algo no será nada con lo que estamos haciendo de economía por vidas y el cambio climático.
V
¿Dejar una cuenta saneada y sin un aire que respirar o sin posibilidad de sobrevivir a pandemias y desastres que lleguen?
Pero si has perdío a mucha gente y has visto de cerca la miseria que nosotros mismos provocamos sabes que lo peor es posible. Empresas provocando guerra y muerte para sacar coltán para nuestros móviles parece una distopía pero ha sido una realidad palpable.
VII
Seguimos quemando demasiados combustibles cuando tenemos la solución, pero no se hace.
El control ya lo ejercen los mercados sobre la humanidad en general. Colocan a imbéciles y aprovechaos con mucha labia al frente de naciones y controlan a las masas a base de desinformación.
8
En este rincón del mundo llamado españa es más exagerao y evidente.
Y casi tenemos que conformarnos por el hecho escuchar algunas voces libres dónde más ruido mediático se hace.
Consuela que todavía haya gente que vote a la izquierda.
IX
Y también nos controlan y funcionamos como quieren. No queremos reconocerlo pero hacemos nuestras guerrillas y no vemos que también es control. Hasta entramos al trapo de sandeces como si son más guapas las rojas o la azules y terminamos jugando a lo que nos proponen.
X
Ahora disfrazaremos de salud el adelgazar para lucir nuestro cuerpo serrano en verano. Pero simplemente habremos claudicao. La salud ahora es que no mueran más personas por el puñetero virus y buscar una solución para siempre.
XI
Al final quedarán pocos que no amen al “gran hermano” capitalista aunque mucha gente dirá eso de “yo elijo libremente” e incluso habrá quien lo crea.
XII
Seguiremos con el consuelo que da que en distintos lugares se ilegalicen las sectas neofascistas, pero hay que saber que en muchos lugares han hecho sus nidos y se siguen reproduciendo sus ideas y hechos que, en muchas ocasiones, son mucho peores que una pandemia.
XIII
La distopía está aquí y si nos negamos a verla nos engullirá.
En las redes sociales proliferan las “cabezas de ratón” que se conforman con manejar a las personas como números y no nos damos cuenta que es jugar a lo que nos proponen.
XIV
Casi se palpa aquel “contra Franco vivíamos mejor” cambiando al dictador por trifachitos. Y mientras, las personas más vulnerables de la sociedad pagan incluso con su vida la “desfachatez fascista”.
XV
Quiero creer que el sesgo cognitivo que hace elegir muerte en vez de susto no está tan generalizao como empieza a parecer.
XVI
Me gustaría seguir manteniendo la esperanza de que no hay tanta gente que necesita el “soma”, que “los mercaos” llevan décadas repartiendo, para seguir adelante como el burro que da vueltas en la noria.
XVII
Creer que somos libres es como creer que existe la democracia en el país que habitamos.
También llamamos democracia a lo que tenían en la Grecia clásica o a lo que había antes de que las sufragistas consiguieran la evidencia de que votaran las mujeres.
XVIII
Cuanto más escribo más van surgiendo ejemplos, pero soy consciente de que sólo es un desahogo quizá mínimamente compartío.
Mi ruido mediático está cortado por la propia realidad no reconocida.
XIX
Ningún medio,ni siquiera de “los nuestros” suele publicar cosas como las que escribo.
Y eso que ofrezco el anonimato para no“confundir ni confundirme”.
Yo también me conformo,tomo mi“soma”(pero del de los rojos) y prefiero creer que es porque escribo con acento andalú.
XX
Se acabó el artículo.
Quien haya llegao hasta aquí ya ha tenío el premio de ser persona que suele leer habitualmente y eso hace que evolucionemos.
Gracias por leerlo.
Estaba leyendo un artículo sobre los efectos del plomo que durante más de medio siglo hemos estado respirando.
Un día de estos pasaré mi artículo-ensayo llamado distopía que incluye el batiburrillo en el que hemos metido al único planeta que podemos habitar.
y 1
Ahora con la pandemia y variantes del virus y saber que llegarán otros es más complicao meter mi cachito de esperanza. De momento os pongo lo anterior en hilo con los efectos del plomo y con muchos visos de tener algo que ver con el aumento del fascismo y otros detalles.
2
Severos riesgos para los niños.
Fue otro estadounidense, el psiquiatra infantil Herbert Needleman, quien finalmente logró que se eliminara el plomo de la gasolina.
No he escrito ningún libro de cine y política y ni siquiera (Dios me libre como decía mi abuela) esto es un artículo de opinión.
Son sólo unas palabras y unas frases que, con más o menos acierto, quieren expresar una observación sobre el “circo-círculo” de moda por un día:
1
Cine, lecturas y elecciones.
Hablemos de cine y de cómo nos cuelan las secuelas y, sobre todo, las precuelas (o “porelculeras” que dice un amigo). También podríamos hablar de algo que no he leído, y no por negarme, que es el Ulises de Joyce.
2
O mejor, hablemos de que hay gente que ve “Hércules, el origen de la leyenda” y cree que está viendo una película histórica. Llevémoslo al absurdo y pensar en que hay quién cree que el partido moco verde es una opción política.
3
Por amor al arte.
La vida, y por ende el arte y el espectáculo, debe avanzar según los criterios más característicos y distintivos del ser humano con respecto a otros animales de la fauna terráquea.
1
La conciencia, la consciencia y la razón son esas distinciones porque, muchas veces, en cariños demasiados animales nos superan.
2
Si bien es cierto que gran cantidad de las grandes obras, tanto en magnitud como en belleza, están hechas sobre esclavitudes y barbaries; también podríamos decir que son un monumento histórico y un recuerdo a algo que no se debería repetir.
3
OBSERVANDO.
El éxito de los libros de “Introducción a...” desde la economía hasta la epidemiología no son otra cosa que el éxito de un sistema que, en vez de enseñar, predica.
Te ponen el chiste a mano y hay que saber que con la mayoría de estos libros te la pueden meter floja.
Es como con los libros de autoayuda. Algunos pueden valer para algunas personas pero, en su mayoría, no pasan de ser una serie de recomendaciones personales más o menos adornadas.
Hoy por hoy el éxito de las frases cortas y “bonitas” se ha disparado con las redes sociales y en tuiter más por su formato “aquí te pillo aquí te mato”.
La lástima es que, tanto en los unos como en los otros, los hay muy útiles; pero se pierden en la maraña sectaria, muy
Recuerdo tiempos en los que compraba los libros casi por quilos. En las librerías o ferias debería haber unos carritos similares a los del pryca. Ahora que un libro cuesta lo mismo que hacer dos o tres menús diarios de mi familia tengo que hacer como con las pelis,...
esperar años o que alguien que tenga posibles le de por regalármelo. Pero molesta más que te "presten" un libro en digital y caduque la suscripción -que otro hizo y pagó- a los tres días y tengas que correr para leer lo que puedas o darte un curre del carajo haciendo capturas..
para poder acabarlo; porque esos menús no se preparan solos y alguien trabaja pa ganarlo y uno trabaja pa prepararlo. Así que voy a dejar de seguir a escritoras y escritores en tuiter (ironía on) para que no "me salte la jié"(como dicen en mi tierra) o ...
EL CUENTO EN VERSO DE DON FACHASCAL Y DOÑA PANDEMIA.
Él era un hombre con barba puesta,
nadie diría que un señor.
Ni de izquierdas ni de derechas,
era librepensador.
Hablaba mucho de la patria
y lo llenaba todo de banderas,
decía cosas muy rancias,
aunque sus mentiras eran buenas.
No sabía lo que era trabajar,
Y su nombre se hizo famoso como Fachascal.
A ella no la conocía nadie,
antes de llegar veinte-veinte,
y apareció de repente,
propagándose por el aire.
Venía de lugares lejanos,
llevando una carga mortal,
y por donde pasaba
sólo se oía llorar.