El 9 de octubre de 2019, los mapas de precipitaciones recogieron un fenómeno muy extraño.
Algo estaba ocurriendo en la Cruz de Tejeda. No existían avisos por lluvias, pero en el centro de Gran Canaria estaba lloviendo de manera muy intensa en un punto muy localizado.
HILO
La situación meteorológica que se esperaba en la isla esos días era de una densa nubosidad cargada de humedad, con rachas de fuertes vientos, pero sin lluvias de importancia.
Hasta que los marcadores de precipitación en tiempo real comenzaron a reflejar lo que ocurría en Tejeda
Los periódicos comenzaban a hacerse eco de las intensas lluvias recogidas en la zona de Cruz de Tejeda.
Pero había un pequeño problema. Desde Tejeda se informaba que allí no había llovido 😲
¿Estábamos ante un error del pluviómetro?
La ubicación de la estación meteorológica de Cruz de Tejeda nos dio la solución al enigma.
A pocos metros del pluviómetro se encuentran unos cipreses. En días nubosos y con viento fuerte de norte, estos árboles hacen de pantalla, precipitan las gotas ya de por sí gruesas y las lanzan en forma de goterones al pluviómetro.
Tanto es así, que desde AEMET sacaron temporalmente el pluviómetro de Cruz de Tejeda de la red que da información en abierto a la ciudadanía, para evitar confusión.
No es magia. Es el efecto de la precipitación horizontal. Las gotas de agua procedentes de las nubes se forman al condensarse en un obstáculo. Nuestros árboles son productores de agua en cantidad y calidad.
Podemos afirmar que, literalmente, nuestros bosques riegan las islas.
Y aquí es donde emerge protagonista nuestro pinar. En determinadas condiciones de nubosidad y viento, sus agujas (acículas) son las que mayor poder de “ordeño” tienen entre nuestros árboles.
Algunos datos recogidos en zonas de cumbre de La Palma resultaron extraordinarios.
Se detectó como en 5 puntos de toma de datos, existía una precipitación media de 1.000 mm, frente a un incremento de 3.810 mm (+381%) por lluvia horizontal.
Y su impagable labor la siguen realizando a pesar de haber sido devorado por el fuego.
Este pino insigne quemado y seco a causa del incendio en Gran Canaria en agosto de 2019 sigue recogiendo agua de la bruma, a pesar de estar muerto y desprovisto de
acículas.
¡Recuerda!
En Canarias, debajo de los árboles, llueve más.
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“..Dimos la vuelta a ese risco por mar. Saltamos en la plaia de Tazartico que era risco muy empinado por todas partes. Moxica, con sus 200 vizcaínos subieron la cuesta y al llegar a unos malos pasos nos echaron a rodar muchas i enorme piedras i maderos...”
HILO🧐👇
Así describieron las crónicas castellanas el ataque del capitán Miguel de Mújica y sus ballesteros a los canarios refugiados en Ajódar, penúltima batalla de la conquista europea de Gran Canaria, situada en los límites del actual macizo de Guguy
Tanto el relato castellano sobre los maderos, los topónimos del macizo como “montaña de los cedros” o carbones hallados de brezos, madroños, acebiños, sabinas y pinos en los sondeos arqueológicos en la cima de Hogarzales, esbozan un paisaje muy distinto al actual
Seguramente habrás oído hablar de términos como "economía circular" o "compost " relacionados con la gestión de residuos, pero lo que hoy nos suena a novedoso sistema de reciclaje formaba parte del día a día de las costumbres de nuestros antepasados
Hilo 👇
En la sociedad rural de antaño era habitual en cada unidad familiar aprovechar todos los residuos orgánicos de la cocina, la huerta y el estiércol de los animales para compostar y devolverlo a la tierra para que esta se mantuviera fértil para la siguiente siembra.
El auge del turismo en los años 60 provoca la migración de la población rural a zonas urbanas, reduciéndose la producción de compost, pero sobre todo por la aparición de los fertilizantes como fuente de nutrición mineral para la agricultura.