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Dominio: Por qué seguimos siendo más cristianos de lo que creemos

Breve comentario del libro Dominio, de Tom Holland, en el que el autor plantea que vivir en Occidente es verse afectado irremediablemente por la herencia cultural del cristianismo
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Su conclusión es que vivir en un país occidental es vivir en una sociedad completamente saturada de suposiciones y conceptos cristianos y que por mucho que los bancos de las iglesias estén cada vez más vacíos, Occidente permanece amarrado con firmeza a su pasado cristiano.

Holland es un historiador británico que empezó escribiendo sobre el mundo antiguo: griegos, persas y romanos. Cuenta que cuanto más tiempo pasaba sumergido en el estudio de la Antigüedad clásica, más ajena la encontraba y más incómodo se sentía en ella.

Los valores de Leónidas o de César, del que se dice que mató a un millón de galos y esclavizó a otro millón, no eran los que él consideraba sus valores y se puso a rastrear la procedencia de esos valores y el rastro le condujo a San Agustín, a San Pablo y a la cruz.

El libro es un libro de historia, una sucesión de viñetas de diferentes épocas, de algo más de 500 páginas, muy bien escrito. No es propiamente un ensayo y comienza con la cruz y la crucifixión que para los romanos era un símbolo de poder y de dominio.

La muerte en la cruz se reservaba para los rebeldes y para los esclavos porque se consideraba la forma más humillante de morir. Y entonces llega San Pablo con el mensaje incomprensible de que Dios murió en la cruz y que las víctimas son más grandes que los victimarios.

Pablo lleva el mensaje de que los judíos ya no eran los únicos “hijos de Dios”, que el pacto que Dios había hecho con los judíos se extendía a toda la humanidad y predica una deidad que no reconoce fronteras ni divisiones.

Holland señala dos valores fundamentales del cristianismo:

1. Uno es la idea de que todos somos iguales, creados a imagen de Dios y que todos tenemos una dignidad por ello. Que no existe griego o judío, hombre o mujer, esclavo o libre.

2. El otro es la idea de que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, es decir, la preocupación por los débiles y que Dios está más cerca de los pobres que de los ricos.

De estos dos valores fundamentales -la unidad de la raza humana y la obligación de cuidar los débiles y a los que sufren- derivan luego cosas que damos por supuestas y que no nos damos cuenta que proceden de aquí, como los derechos humanos.

Revoluciones como la francesa o la rusa también se basan en valores cristianos: en que los últimos serán los primeros, en que hay una humanidad común a todos (fraternidad)

El cristianismo tiene también cosas negativas. La propia universalidad del mensaje cristiano inspira el ataque hacia otras creencias. Los cristianos afirman estar en posesión de la única verdad de una manera que no tiene parangón en el mundo de la religión pagana, más tolerante.

El resultado fue un tipo de represión -persecuciones, inquisiciones, cazas de brujas y demás- que no tiene precedente en el mundo pagano. Esta idea totalitaria de que la verdad justifica la persecución de los disidentes, de los que tienen otras creencias, es de origen cristiano

John Gray, en Misa Negra, plantea que muchas tendencias del pensamiento religioso pero también laico -como la Revolución Francesa, el comunismo y otras revoluciones- se derivan de lo que considera un mito perjudicial: la idea de que se puede conseguir un mundo perfecto.

Este mito se remonta a la idea cristiana del inminente fin del mundo y la llegada del Reino de Dios. Todos estos movimientos religiosos y laicos han conducido a verdaderas atrocidades y reinados de terror.

El pensamiento apocalíptico está dispuesto a sacrificar cualquier número de vidas ahora en aras de un futuro perfecto que "sabe" que está por llegar.

Se pueden hacer muchas críticas a las ideas de Holland como que a pesar de las enseñanzas cristianas los ricos y poderosos han seguido dominando, la esclavitud siguió existiendo y las mujeres han tenido menos derechos que los hombres durante siglos.

Otra posible crítica es la subestimación de la influencia clásica o transmitir la impresión de que el mundo era cruel, no compasivo y sin altruismo hasta que llegó el cristianismo. En realidad hay altruismo y normas morales justas y compasivas desde mucho antes.

También en la era cristiana podemos encontrar incontables ejemplos de atrocidades cometidas contra individuos y pueblos, muchas de ellas llevadas a cabo por cristianos y en el nombre de Dios. También confunde la teoría de la selección natural de Darwin con el darwinismo social.

El cristianismo impregna la moral en Occidente aunque no lo percibimos: “Como partículas de polvo demasiado finas para distinguirse a simple vista, todo el mundo las respira por igual: creyentes, ateos y aquellos que ni siquiera se habían parado jamás a pensar sobre religión.”

En conjunto es un libro muy recomendable que pone en cuestión muchas de las ideas que asumimos tal vez de una forma demasiado acrítica y que es enriquecedor porque hace pensar.
Para leer más:
evolucionyneurociencias.blogspot.com/2021/03/domini…